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Historia de Guanajay

Periodo Aborigen:

El territorio que ocupó originalmente la jurisdicción de Guanajay, así como su propio nombre indudablemente aborigen, dieron lugar durante mucho tiempo al surgimiento de hipótesis acerca de la existencia de comunidades indocubanas en esta zona.

En su libro inédito “Guanajay: apuntes para su historia”, el Dr. Luis Manuel Núñez plantea:

“Los escasos datos que hasta nosotros han llegado respecto a los primitivos habitantes de esta región, nos aseguran que pertenecían a la llamada raza roja, y se les conocía con el nombre de siboneyes o cibuneyes..”

Esta afirmación hecha por Núñez no permite determinar el tipo de cultura de los primeros pobladores de la zona, pues él cayó en la tendencia de llamar siboney a todo indio de que se tenía noticia o referencia, sin discernir su estadío económico cultural.

Consultadas obras como “Cuba antes de Colón” de M.R. Harrington y “Civilización taína en Pinar del Río” del Dr. Pedro García Valdés, encontramos que en sus exploraciones por Vuelta Abajo, Harrington trabajó en la parte más occidental de Pinar del Río y no hizo referencia a Guanajay.

El Dr. García Valdés por su parte, intentó demostrar que el taíno vivió en esos territorios mediante la acumulación de restos y facturas taínas encontradas en diversos lugares por campesinos, directores, maestros y alumnos de diferentes escuelas. De las 74 piezas acumuladas algunas correspondieron al territorio que comprendía la primitiva jurisdicción de Guanajay.

Un percutidor encontrado por el Dr. José Arias, cerca de la Sierra de Anafe. Un hacha petaloide hallada por el Dr. Antonio Saavedra, director del colegio “San José de Calazans”, en la propia Sierra de Anafe, y otra hacha petaloide que un estudiante encontró en la finca “San Ramón” y regaló al Dr. Pedro Flexas, director del colegio “Luz y Caballero”.

A esos hallazgos siguió un largo y árido período donde no hubo investigaciones arqueológicas que permitieran demostrar o negar la existencia de comunidades aborígenes en Guanajay. Por otra parte, esos antiguos reportes de piezas corresponden a lugares que dejaron de pertenecer al territorio guanajayense en virtud de nuevas divisiones político administrativas.

El reto de determinar si habían vivido o no aborígenes en el actual territorio, estuvo en pie hasta el año 1991 en que visitó el municipio el Dr. Gabino La Rosa Corso, Jefe del Censo Arqueológico Nacional en la provincia La Habana.

En ese año existía ya el Grupo Espeleológico “Guamuhaya” (G.E.G.) que acompañó a Gabino en su recorrido, sin que se encontraran evidencias materiales consistentes en los sitios explorados. Partiendo de esa realidad objetiva, se descartaron todos los antiguos reportes de posibles sitios y se inició un estudio arqueológico minucioso de Guanajay.

Desde el mapa topográfico de la localidad se siguieron los posibles patrones de asentamiento, teniendo en cuenta las características del terreno y buscando lugares con una fuente de agua cercana en áreas poco afectadas por crecidas de ríos o arroyos.

Tras varios meses de intensa búsqueda comenzaron a mediados de 1992 los primeros descubrimientos que intensificaron el trabajo y permitieron finalmente arribar a conclusiones.

Hasta el presente año 2001 han sido hallados y reportados por el G.E.G. 3 sitios arqueológicos aborígenes cuyas evidencias fueron analizadas en el Centro de Antropología del CITMA.

 

Sitio Guanajay 1:Aunque fue el segundo en descubrirse se reportó primero, de ahí su denominación como Guanajay 1. Está ubicado en las coordenadas 214, 430 de la hoja cartográfica 3684, fue localizado y reportado el 30 de octubre de 1994 en la cueva “La Palma”en Chacón.

Ha sido clasificado como un campamento de caza y en las calas de prueba se hallaron en él 18 piezas de sílex, 4 pequeñas piedras tintóreas, dos fragmentos dentales y pequeños huesos calcinados por el fuego que presumiblemente formaron parte de la dieta de los aborígenes.

Los análisis de las piezas de sílex, que fueron realizados por el arqueólogo Guillermo Baena, evidenciaron la presencia de dos herramientas: una lasca microlítica retocada y una punta microlítica de base plana.

El Dr. Gabino La Rosa autorizó una excavación que se realizó el 24 de abril de 1995. En esa ocasión se halló un fogón aborigen (una capa de ceniza de unos cinco centímetros de espesor) con restos de dieta en la excavación y unos pocos fragmentos de cerámica burda. Varias piezas de sílex, un segmento de concha de Facoides pectinatus y otras evidencias que fueron incluidas en un segundo reporte de éste sitio.

En las calas de prueba participaron Nelson Acosta y Carlos A. Borrego, Presidente y Vicepresidente respectivamente del G.E.G. y los integrantes José Lucas Rodríguez, Julio César González, Lisset Caño, Blanca Elena Rodríguez y Juan Pablo de Armas.

En la excavación trabajaron Nelson Acosta, Carlos A. Borrego, Osvaldo Esperón e Ismael Ruíz por el G.E.G. y los compañeros Marcos A. Porras y Ricardo García del Grupo Espeleológico “Ariguanabo” de Bauta.

Sitio Guanajay 2:

Éste sitio fue el primero que se localizó, aunque inicialmente sus descubridores no contaron con suficientes evidencias materiales lo que determinó que fuera el segundo en reportarse.

Está ubicado en las coordenadas 265, 460 de la hoja cartográfica 3684 y fue hallado el 17 de junio de 1992 en las inmediaciones del nacimiento del río Capellanías. A diferencia del sitio Guanajay 1 éste está a cielo abierto, y fue explorado en sucesivos momentos hasta reunir a mediados de 1994 12 piezas de sílex y la mitad de un mortero elaborado en basalto rojo o bauxita litificada. Con tales evidencias se reportó el sitio al Centro de Antropología del CITMA el 30 de enero de 1995.

Los análisis realizados por el arqueólogo Guillermo Baena a las 12 piezas de sílex dieron como resultado la presencia de un núcleo, tres preformas en lasca y 7 herramientas:

  • Un raspador denticulado.
  • Una lámina con retoque denticulado en un borde.
  • Un perforador microlítico de izquierda tipo playitas.
  • Una lasca con muesca en un borde.
  • Una lasca con retoque inverso en un borde.
  • Una lasca con retoque abrupto fino en un borde.
  • Una pieza esquirlada con extremo aplanado.

El 11 de abril de 1995 uno de los miembros del G.E.G. (David Díaz) descubrió un gran taller de sílex en un sembrado de caña, en lo que constituyó sin dudas en centro del asentamiento aborigen. Hasta el 2001 se han extraído de aquí más de 119 piezas de sílex, algunos percutores, una vasija de caracol y la mitad de un mortero.

En las exploraciones de superficie efectuadas en éste sitio han participado David Díaz, Carlos A. Borrego, Nelson Acosta, Lorenzo Pedro Rodríguez e Ismael Ruíz.

Los sitios Guanajay 1 y 2 se incluyen dentro de las comunidades clasificadas como preagroalfareras, que corresponden a un estadío histórico cultural perteneciente al Mesolítico Medio.

Para estas comunidades las actividades de subsistencia estuvieron relacionadas fundamentalmente con la economía de apropiación, la caza y la pesca. En el sitio Guanajay 1 los restos de dieta encontrados evidencian esa afirmación.

Algunos instrumentos utilizados por estos grupos humanos para sus actividades económicas han llegado a nuestros días porque fueron construidos con piedras y conchas, materiales imperecederos. Con sílex elaboraron dardos y otras piezas que aumentaron la eficacia de sus actividades de subsistencia tales como la caza.

Sitio Jobo:

Al igual que el sitio Guanajay 2 éste se encuentra a cielo abierto. Está ubicado en las coordenadas 430, 183 de la hoja cartográfica 3685, en la finca “Canto” del barrio Mendive.

Fue descubierto en junio de 1996 por Jennier Velázquez y José Lucas Rodríguez y reportado el 28 de junio del mismo año. En él ha trabajado arqueológicamente todo el equipo del G.E.G.

éste asentamiento aportó como evidencias varios tipos de gubias, vasijas, colgantes y microcuentas de concha, abundantes piezas de sílex donde aparecen puntas de proyectiles, material de piedra en volumen como dagas líticas, esferolitas, vasijas de piedra, percutores, majadores, etc. Igualmente se hallaron restos de abundante dieta producto de la caza y la pesca, esta última con una significativa representatividad de productos marinos, lo que evidencia un intercambio desarrollado con otros grupos humanos asentados en el litoral norte, próximo a la desembocadura del río “Bongo” (posible vía de comunicación entre ellos) en la bahía de Mariel.

La nutrida presencia de fragmentos de vasijas de barro, anuncia una cerámica bastante desarrollada que presenta incipientes elementos decorativos y una factura digna de destacar.

Los elementos argumentados conducen a la afirmación de que éste sitio es el más importante de los encontrados hasta el 2001, está enmarcado en un estadío superior de desarrollo histórico cultural, el Mesolítico tardío o protoagroalfarero con tradición mesolítica. Todo indica hacia la existencia en sus predios de un asentamiento poblacional estable durante un período de tiempo significativo.

La última década del siglo XX resultó la de los descubrimientos arqueológicos en Guanajay, la presencia de aborígenes dejó de ser hipotética para convertirse en una realidad científicamente demostrada.

Queda en pie sin embargo una hipótesis final que absorbe el interés y el tiempo de los jóvenes arqueólogos guanajayenses. ¿Acaso estuvo el mayor asentamiento humano en el sitio que hoy ocupa el casco histórico de Guanajay?.

Esta interrogante espera una respuesta científica.

 

Bibliografía consultada

  • Núñez, Luis Manuel. “Guanajay: apuntes para su historia” Inédito. página 3.
  • M.R. Harrington. “Cuba antes de Colón” La Habana 1935. Colección de libros cubanos, Director Fernando Ortiz. Volumen XXXII.
  • García Valdés, Pedro. “Civilización taína en Pinar  del Río”. Academia de la Historia de Cuba. Imprenta “El Siglo XX”. La Habana 1930.
  • Archivo del Grupo Espeleológico “Guamuhaya”

COLONIA

En el trabajo que a continuación presentamos abordamos todo lo relativo a la fundación de Guanajay, uno de los territorios más antiguos de la zona occidental del país, su ulterior desarrollo económico-social y los acontecimientos histórico-políticos que convirtieron a esta villa en un importante centro económico y cultural.

Etapa de estructuración de la sociedad criolla inicial

La referencia documental más antigua que se ha encontrado en la que se menciona a Guanajay como corral mercedado por el Cabildo de la Habana corresponde al 21 de julio de 1623. Al hacer merced a Gaspar Pérez Borroto de los sitios Tahajaguas o Las Virtudes, San Andrés y San Marcos se señala que están junto a los corrales Guanajay y Jabaco. (1)

Por otra parte, en las Memorias de la Sociedad Económica de Amigos del País correspondiente a 1847 aparece un trabajo de Tranquilino Sandalio de Noda  donde se afirma: "El corral de Guanajay, antiguamente Guamuhaya, es indudablemente de los más antiguos de la Isla. (2)

La generalidad de los historiadores  cubanos asegura que el territorio de Guanajay formaba parte del cacicazgo de MARIEN, que se extendía de la costa norte a la sur, entre los cacicazgos de La Habana y Guaniguanico. Guanajay es un toponímico de origen indio, cuyo significado no ha podido conocerse hasta hoy. Alrededor de  1639 comenzaron a fabricarse junto al camino real de Vuelta Abajo, algunas casas que andando el tiempo vinieron a ser el núcleo poblacional de Guanajay. De igual modo las  posadas, o tahonas que servían de lugar de descanso a los viajeros que se dirigían a la Habana o iban desde ésta hacia las haciendas de Vuelta Abajo, así como las casa de vivienda de los dueños del corral y sus empleados y los barracones de los esclavos fomentaron el vecindario. No existe acta de fundación de la villa, su poblamiento fue haciéndose cada vez mayor dadas las fértiles condiciones de la tierra.

En 1688 el Obispo Don Diego Avelino de Compostela  ordenó la construcción  de varias parroquias, entre ellas la de Guanajay, que fue construida en 1695 bajo la advocación de San Hilarión  Abad, ese mismo año se registraron los primeros bautizos realizados por el sacerdote Don Antonio Beiros y Pazos. (3)

En síntesis, el surgimiento y desarrollo de la villa constituye un proceso largo en el que se impone el análisis del crecimiento del territorio, a partir del nacimiento a su sombra de numerosos pequeños poblados, que conformaron una vasta jurisdicción, cuyos límites eran: al norte el mar, al éste  la jurisdicción de los municipios de Santiago de las Vegas y de San Antonio de los Baños, con el que también limitaba por el suréste; por el sur la  región de San Cristóbal; y al oéste la de bahía Honda.

Actividades económicas fundamentales. Relaciones económicas del territorio con La Habana y el resto de la Isla.

Las primeras actividades económicas de los vecinos de esta región fueron la agricultura y la cría de ganado que desarrollaron los que vivían en el interior, mientras que los habitantes de las costas se dedicaron al comercio de contrabando y la construcción de naves. El puerto de Cabañas sobre todo, adquirió fama debido a algunas excelentes embarcaciones que en él se fabricaron.

La agricultura inició un lento proceso de desarrollo. Se sembraba añil, caña y tabaco en pequeñas cantidades, así como también algunos frutos menores. Era notable la falta de brazos; aunque se introdujeran clandestinamente esclavos por los puertos de Bahía Honda, Cabaña y el Mariel.

Desde los primeros tiempos de la colonización existieron en esta zona grandes cortes de madera, destinada a la construcciones  navales o enviadas a España donde, se emplearon en la construcción de distintas edificaciones de importancia que allí se hacían, entre ella el palacio de El Escorial.

A finales del siglo XVII (16 de agosto de 1781) por escritura otorgada ante Francisco Javier Rodríguez, Doña María Candelaria de Serna vendió a Don Domingo de la Barrera el corral Guanajay. A partir de esa fecha se inicia una aceleración evidente del desarrollo agrícola de la zona. En 1783 se estableció en la finca Belomé la primera añilería de la región.

Se produjo la parcelación y venta de tierras que fueron dedicadas a la agricultura con el correspondiente desarrollo económico. Los cultivos fundamentales que se erigieron como pilares de esa prosperidad fueron dos: el café y la caña, sin dejar de mencionar a la ganadería que siguió siendo fuente de grandes ingresos.

Entre los ingenios más destacados que comenzaron a moler en esa época deben ser citados el de San Francisco de Borja, el San José, San Francisco de Asís, San Gabriel, Jesús Nazareno, San Juan Nepomúceno, nuestra Señora del Pilar y San Dimas, todos fundado bajo advocación de santos protectores, aunque su esencia no fuera otra que la del fomento de la riqueza a costa del trabajo y la muerte de cientos de esclavos que difícilmente lograban sobrevivir 15 años de trabajo.

Las producciones de la jurisdicción eran enviadas fundamentalmente a La Habana a través del puerto del Mariel, donde se había construido en 1791 un muelle de madera para facilitar los embarques. Parejamente a esto se habían abierto algunos caminos desde los ingenios hasta el muelle de Mariel para la transportación del azúcar. Un hacendado nombrado Don Joaquín Orta hizo abrir un camino desde su ingenio Nuestra Señora de la Mercedes hasta el puerto, hizo rectificar el camino que comunicaba a Guanajay con Mariel, y finalmente ordenó y sufragó la apertura de otro camino que comunicara a Mariel con el puerto de Guajaibón desde donde también se embarcaban hacia La Habana las producciones de la jurisdicción.

Resulta claro que entre 1555 y la última década de 1700, el comercio se realizaba con La Habana a través del puerto del Mariel, y los caminos construidos en esa época por los propios hacendados, fueron puestos en función de ese comercio.

La fuerza de trabajo fundamental y prácticamente única de la jurisdicción durante esa época fue la del trabajo esclavo. Fue también notoria la falta de esos esclavos y los constantes reclamos de los hacendados para que se les permitiese introducir mayores cantidades de ellos. En 1747 el Intendente General de Hacienda le escribe al Marqués de la Ensenada manifestándole la necesidad real y perentoria que tienen los hacendados de esclavos,"...pues sin ellos no pueden florecer en estos países las cosechas, y se irá cada día experimentando más su debilidad..."(4)

Don Pedro de Estrada, uno de los más ricos propietarios de la zona, solicitó permiso del Intendente de Hacienda para introducir esclavos que se dedicarían a la agricultura en sus haciendas. Por Real Orden del 21 de marzo de 1754 se le otorgó permiso para introducir 300 piezas en embarcaciones españolas en que no tuvieran interés los extranjeros. De esos 300 esclavos podría quedarse Don Pedro sólo con 150 y los otros 150 tenía que venderlos con intervención de la Intendencia a otros hacendados necesitados de manos de obras. (5)

Por otra parte el comercio de contrabando o rescate tuvo un gran desarrollo en esta jurisdicción. No podemos olvidar que a ella pertenecían 3 importantes puertos como los de Cabaña, Bahía Honda y Mariel, por los cuales se comerció intensamente. A través de ellos penetraron cientos de esclavos que de forma clandestina eran traídos por navíos ingleses fundamentalmente. Hacia 1597 fue tan extraordinario el auge del contrabando que el Gobernador Maldonado Barnuevo determinó armar dos piraguas para perseguir a los contrabandistas en las ensenadas y fondeaderos donde solían  ocultarse. Estas piraguas vigilaban el  litoral al oéste de La Habana hasta Bahía Honda.(6)

Como se conoce la supremacía de España en los mares  del Nuevo Mundo, fue fieramente  disputada por ingleses franceses y holandeses, los que ejercieron el corso y la piratería para arrebatar por la  fuerza a los españoles, las grandes riquezas que extraían de América.

En 1565 frente al puerto del Mariel corsarios franceses apresaron al Capitán Diego de Mazariegos quien se dirigía a Venezuela para cuyo gobierno había sido promovido. Avisadas las autoridades españolas, lograron sorprender a los corsarios que en la refriega tuvieron varios muertos y dejaron cuarenta prisioneros, logrando escapar los demás en una de sus naves (7)

A la  amenaza de los franceses siguió  lo de los ingleses; en el primer semestre de 1586 Juan Bautista de Rojas y Gabriel de Luxán gobernantes españoles radicados en La Habana adoptaron distintas medidas para la defensa de la ciudad. Entre esas medidas estaba la colocación de vigías en los puertos de  Cabaña y Mariel y en algunas estribaciones de la  Sierra de los Órganos. Para éste servicio se utilizaron indios y españoles con caballos ensillados, dispuestos a correr con toda prisa a La Habana para dar aviso si en el horizonte se divisasen velas.

En 1628  la flota española procedente de Honduras tropezó frente al puerto de Mariel con una escuadra holandesa mandada por Cornelius Jolls (a)  Pie de Palo, quien la hostilizó obligándola a navegar muy cerca de la costa, hasta que finalmente y gracias a la ayuda que le envió el Capitán General Lorenzo de Cabrera, pudo llegar al puerto de La Habana, con las consiguientes pérdidas.

 Durante el gobierno del Capitán General Francisco Riaño y Gamboa fue cuando tomaron auge las fechorías de los corsarios holandeses. El 31  de agosto de 1638 los corsarios capitaneados por Jolls encontraron frente al puerto de Cabañas la flota española que venía de Cartagena al mando del General Carlos de Ibarra. Se produjo una cruenta batalla que terminó con la huida de los holandeses, quienes encontraron una tenaz resistencia en las inferiores fuerzas españolas, que lograron la victoria debido a su intrepidez y a la disciplina e inteligencia con que usaron sus recursos. (8)

Puede afirmarse que durante la segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVII se produjeron incontables combates y escaramuzas entre los españoles y los corsarios y piratas frente a las costas de esta jurisdicción. Sus principales puertos fueron asediados constantemente por los navíos enemigos que a veces esperaban las flotas procedentes del resto de América y otras esperaban momentos propicios para desembarcar y saquear lo que encontraban a su paso.

Construcciones militares, religiosas y civiles. Su relación con la economía y la sociedad regional.

En 1688 por orden del Obispo D. Diego Avelino de Compostela fue construida en Guanajay la primera parroquia con el nombre de San Hilarión de Guanajay. Estaba situada en el centro del camino de Vuelta Abajo, y su construcción coincidió con la demolición del corral Guanajay  En 1695 aparece registrado el primer bautizo por el cura D. Antonio Beiros y Pazos.

En 1723 el dueño del Corral  El Cano cedió  una caballería de tierra para la construcción de una iglesia, que en 1730 fue declarada Tenencia de la parroquia de Guanajay.

Aparte de las construcciones religiosas cuya finalidad era naturalmente la de ofrecer auxilio espiritual a los moradores de la zona, no aparecen notificadas otras construcciones civiles de importancia. Como anteriormente se ha señalado, en estos primeros años el desarrollo económico fue lento, lo que sin dudas guarda mucha relación con el hecho de que no se realizaran importantes construcciones civiles.

1700 - 1790 Etapa de la economía de consumo y el régimen de plantación.

Como resulta lógico suponer, en una zona tan poblada de haciendas dedicadas a diferentes cultivos y existiendo tantos esclavos maltratados, viviendo en condiciones sub-humanas, no podían dejar de existir estallidos de rebeldía. En 1798 se registró el primer alzamiento de esclavos en la jurisdicción. Ocurrió en un ingenio en Mariel, cuyo propietario fue Don Sebastián Peñalver. Fue sofocado rápidamente sometiéndose a los alzados y castigándose a los jefes. (9)

Hacia 1760 el fomento de las haciendas era cada vez mayor, aumentándose con la riqueza de la región su población, y el surgimiento de nuevos núcleos poblacionales. A pesar de la importancia que para esa época tenía el puerto del Mariel, sus costas permanecieron casi desiertas hasta 1768 en que empezó a formarse el pueblo sin fundación oficial, con unas pocas cabañas de pescadores y de otros hombres dedicados hacer carbón para el consumo de las fraguas del Real Arsenal de La Habana.   

Alrededor de 1779 se agruparon algunos vecinos al sur de Bahía Honda y fabricaron algunas casas de yagua y guano, en lo que constituyó el núcleo del pueblo de Bahía Honda. Algunos años después esta población se incrementó al edificarse una ermita bajo la advocación del patriarca San José y repartirse las tierras en torno a ellas dando cumplimiento al deseo expreso y testamentado del dueño de dichas tierras Don José Pérez Sánchez.

Cerca del puerto de Cabañas Don Sebastián Peñalver fomentó en 1780 un nuevo ingenio llamado Santa Isabel, abriendo al cultivo de la caña alrededor de 50 caballerías de tierra. En 1787 se fundó el poblado de Guayabal.

El desarrollo de la agricultura y el fomento de nuevos ingenios continuó, y en 1796 surgió el poblado de Herradura con 70 caballerías de tierra, propiedad del Conde de la Reunión. También en los alrededores de Cabañas surgieron los ingenios La Encrucijada y San Ignacio del Rubí, con 60 caballerías de tierra cada uno.

Cerca del Mariel y en esta misma época se estableció el ingenio Nuestra Señora de Balbanera en terrenos que ocupa hoy el pueblo de Quiebra Hacha. En el cementerio de ese ingenio se estableció un oratorio que prestó servicios de parroquia durante algún tiempo.

Como puede apreciarse, parejamente al auge de la agricultura cañera y del surgimiento de pequeños poblados, que fueron aumentando la importancia de la jurisdicción, se desarrollaba el latifundio como forma de propiedad sobre la tierra que simbolizaba el gran poder adquisitivo de los más ricos hacendados.

En 1763 como resultado de la paz de Versalles, se restituyó a España la plaza de la Habana y demás territorios cubanos que habían estado bajo ocupación inglesa. De inmediato, las nuevas autoridades españolas preocupadas por el temor de un nuevo ataque de enemigos, y recordando que en el puerto del Mariel habían encontrado los ingleses un asilo amplio, seguro y cercano a la Habana, estudiaron la posibilidad de cercar dicho puerto.

Pero la idea tuvo que ser abandonada al comprobarse que en la entrada del puerto las costas eran batidas furiosamente por los nortes, lo que arrasaría sin dudas con las estacadas con contramuros  que idearon construir. Por otra parte, se llegó a la conclusión de que los puertos de Cabaña Y Bahía Honda, también inmediatos a la Habana podían recibir navíos de gran calado  y ofrecían por lo tanto igual peligro para la capital que el que se le suponía  a Mariel.

En 1791 diversos hacendados recibieron los fondos necesarios y construyeron un muelle de madera para facilitar el embarque de productos de Mariel hacia La Habana. En 1792 el hacendado Don Manuel Chacón hizo construir un  bohío como almacén para  los productos que esperaban ser embarcados. En  1794 ese improvisado almacén resultaba insuficiente y el propio Chacón hizo construir otro mayor, de hormigón, entablado de palmas y techo de guano. En 1795 otro hacendado construyó un almacén semejante al anterior.

Para la defensa del azúcar y los demás productos que salían por  Mariel y Guajaibón  se hizo necesario construir pequeños torreones en 1795 y 1796. Los gastos que originaron esas construcciones fueron sufragados por los propios hacendados interesados en la seguridad de sus producciones. De igual modo costearon el sostenimiento de los pequeños destacamentos que bajo el mando de algunos oficiales servían en los torreones.

El centro de todas las autoridades de la jurisdicción radicaba en Guanajay y era detentado por un Capitán de Partido, que tenía como auxiliares en otros lugares donde la agrupación de vecinos lo requería, a otros funcionarios subordinados a él.  Así por ejemplo había en Mariel un teniente con residencia en Guajaibón, mientras que en Guayabal existía un capitán Juez Pedáneo. Ese capitán de Partido se subordinaba a su vez a la Capitanía General de la Isla y recibía órdenes directamente de la Habana.

1790 - 1840  Etapa del surgimiento y desarrollo de la esclavitud y la plantación.

Como ya hemos expuesto anteriormente, a partir de 1790 se produjo el gran despliegue económico de la jurisdicción, apoyado fundamentalmente en el cultivo de la caña y el café. éste último cultivo llegó en 1799 a la zona procedente de San Antonio de los Baños, donde el Marqués de Monte Hermoso lo había fomentado trayendo a algunos colonos franceses que huyeron de Haití a raíz de la Revolución.

En 1804 ese despliegue económico se vio favorecido por el establecimiento del régimen de libertad absoluta para el tráfico de negros esclavos, lo que garantizó la entrada de mano de obra necesaria  para el desarrollo de grandes plantaciones cañeras y cafetaleras.

Por todas partes se fomentaron ingenios, cafetales, colmenares, añilerías, sitios de labor y potreros de crianza. Continuaron fomentándose nuevas poblaciones como Puerta de La Güira, que surgió hacia 1806 debido fundamentalmente al avance del cultivo del café.

La rica zona ubicada al sur-éste de la villa de Guanajay se vio favorecida por la atención especial, que el entonces Intendente General de Hacienda Don Francisco de Arango y Parreño le dedicó. Hizo en 1810 el primer reparto de tierras de lo que luego constituiría el núcleo de Artemisa, conocido durante muchos años por San Marcos, Patrón de su iglesia, y cuya fundación se debió a un trágico accidente ocurrido en una barriada de la Habana. Ante tal suceso las autoridades determinaron trasladar a los vecinos de ese lugar aprovisionándolos con lo imprescindible para rehacer sus vidas en un nuevo poblado: Artemisa. (10)

En cuanto al pueblo de Guanajay, a principios de 1812 contaba ya con 340 casas, muchas de las cuales eran de mampostería y tejas, una iglesia también de mampostería, y con una población de 3700 habitantes. Poseía los siguientes establecimientos: 3 panaderías, 21 pulperías, 3 posadas, 4 mesones 2 boticas, 3 barberías, 2 platerías, 4 herradurías, 23 tabaquerías, 1 carpintería, 1 talabartería, 2 tabernas, 7 ferreterías, 1 chocolatería, 1 tejar y 1alambique.

La zona rural por su parte contaba con 880 casas, habitadas por 870 familias, que sumaban un total de   12 200 personas distribuidas principalmente en 64 ingenios, 62 cafetales y 40 colmenares. (12)

El auge adquirido por los ingenios de azúcar y los cafetales le dieron tal preponderancia industrial y comercial a la jurisdicción que se consideró a  Guanajay zona especializada en estas ramas.

En la estancia o finca "Las Virtudes" se realizaron estudios especiales y se aplicaron nuevas técnicas de cultivo para el más amplio desarrollo y mayor rendimiento de las cosechas de café, según datos recogidos de la historia de Guanajay escrita por el médico guanajayense Félix Lorenzo.

De la riqueza y el adelanto alcanzado habla comparativamente éste "Estado de la riqueza agrícola de la provincia de La Habana en 1817" que se encuentra recogido en el Ensayo Político sobre la Isla de Cuba, de Alejandro de Humboldt. (13)

Partidos

Ingenios

Cafetales

Potreros

Haciendas

Vegas

Iglesias

Casas

Habana

1

 

12

-

-

13

16613

Vlla Stgo

43

17

190

-

30

32

3327

Bejucal

49

14

62

-

-

6

872

San Antonio

4

124

51

51

76

10

1648

Guanajay

122

295

96

-

-

30

1139

Guanabacoa

9

1

1

-

-

36

3654

Filipinas

-

16

48

196

883

13

1822

Jaruco

133

81

148

-

5

8

1793

Güines

78

35

124

1

10

17

2055

Matanzas

95

83

200

12

-

10

1954

Santa Clara

14

78

220

267

100

7

3441

Trinidad

77

35

45

403

150

24

3914

Totales

625

779

1199

930

1254

206

42232

En el propio año 1817 los hacendados de los alrededores de Guanajay solicitaron a las autoridades superiores, que se habilitase el puerto del Mariel para el comercio. El 20 de octubre del mismo año la junta de Fomentos recoge dicha petición por considerarla muy útil y convincente, opinando por unanimidad recomendar a Su Majestad su aprobación. (14)

A principios de 1819 el Intendente General de hacienda Don Alejandro Ramírez escribió al Rey Fernando VII informando favorablemente la solicitud de los hacendados de Guanajay para que se habilitara el puerto de Mariel con vistas a utilizarlo para la exportación de sus frutos.

El 26 de febrero de 1820 el Rey resolvió la solicitud de los hacendados firmando una Real Cédula que en  una de sus partes dice:

" En carta documentada del 25 de enero del año próximo pasado, dio cuenta el Intendente de Ejército de esa ciudad D. Alejandro Ramírez, de que los hacendados  de la parroquia de Guanajay, le habían hecho presente que sus predios ocupaban los terrenos  de  4 o 5 leguas en contorno de la Bahía del Mariel; y podían  menos de llamar la atención a cerca de los medios de sacar mayor partido de aquella hermosa bahía, para que por ella se pudiera hacer el comercio activo y recíproco, que proveyese al referido  vecindario que la rodea, de cuanto necesita para vivir y trabajar, que el territorio de aquella parroquia se ha poblado en pocos años con una rapidez extraordinaria, tanto a beneficio del impulso que recibía la agricultura en la libre adquisición de brazos  africanos, y la ruina que aconteció del Guárico, como en razón de las demás gracias, que ha merecido aquella  isla supremo gobierno: que su población es incalculable pues asciende a 23. 432 almas de todas clases, edades y sexos, y sus haciendas a 77 ingenios, 117 cafetales, igual número de potreros y 341 sitios de labor, y que sin embargo de esto permaneció casi desierto la referida bahía, a pesar de que la favoreció la naturaleza con agua  bastante hasta 22 pies de cala, para recibir embarcaciones y la hizo capaz de todo abrigo y defensa. Que es bien sabido que el gran mercado de La Habana  es el teatro favorito de la grandes especulaciones y permutas, que dan salida a la  frutas, y así es que la bahía del Mariel no ha servido de otra cosa hasta ahora que de un puerto de mero tránsito, para  la remisión por mar de azúcares, aguardiente y otros frutos de extracción a la capital... que  es visto que una población que arroja de si cada año 50. 000 cajas de azúcar, porción grande de café 80 000 barriles de miel, las cosechas de granos y otras producciones de consumo del país, como lo da el territorio de la parroquia de Guanajay por valor de 2000 000 de ps. necesita también consumir porción de ropas, utensilios, víveres y demás renglones, que les viene de ultramar... por todo lo cual concluyeron con la súplica de  que se permita a la parroquia de Guanajay dirigir libremente su industria en fomento de todas las artes marítimas en la expresada bahía que puedan construir en ella embarcaciones mercantes: que reciba derechamente carga de géneros y efectos ultramarinos admitidos a comercio, y despachar  otros con los del país..." (15)

Esta concesión hecha por el propio Rey de España pone de manifiesto no sólo la prosperidad que había alcanzado la jurisdicción  y la preponderancia económica de sus hacendados, sino también los beneficios que podrían obtenerse para el desarrollo del comercio internacional y de la economía guanajayense.

Las contradicciones de clase que ya existían en el seno de la sociedad de la época y que tenían como centro por un lado a los peninsulares y por el otro a los criollos se vieron agudizadas a partir de los movimientos políticos que agitaban a la metrópoli y que no podían dejar de tener repercusión en Cuba.

Al calor de la implantación del constitucionalismo en la Metrópoli en 1813, tuvo Guanajay su primer ayuntamiento formado por un alcalde (Don José de Córdova) seis regidores y un síndico. En 1814 al regresar España al régimen absoluto se suprimió el ayuntamiento creándose de nuevos la Capitanía Pedánea.

Hacia 1820, al establecerse en España el Régimen Constitucional, en la isla la administración sufrió cambios. En Guanajay se creó un nuevo ayuntamiento y se convirtió a éste pueblo en cabeza de Partido con un Juez de Letras (Don Manuel Suárez). En Mariel por su parte, se creó también un ayuntamiento con un alcalde, 6 regidores y un síndico procurador general.

Al establecerse el régimen absoluto fueron suprimidos los ayuntamientos, no obstante la gran simpatía de que gozaban como forma administrativa.

Con la vuelta al régimen constitucional en el propio 1820 se restablecieron los ayuntamientos. éste método provocó un enorme júbilo entre los criollos y fue motivo de festividades en el pueblo. Al ser convocadas las elecciones para designar a los componentes de la Junta Electoral de la provincia de la Habana las discrepancias criollos  - peninsulares llegaron al clímax, y los motivos más  insignificantes fueron causas de ardorosas discusiones que en ocasiones llegaron a la agresión personal. Los criollos fueron decididos partidarios del régimen constitucional que les ofrecía, por supuesto, privilegios y autoridad administrativa, otorgándoles una vía de escape al férreo dominio con que típicamente gobernó España a Cuba. Los peninsulares por su parte deseaban la permanencia del absolutismo que les garantizaba el dominio total de la administración y por tanto su hegemonía sobre la pujante clase criolla que se asfixiaba cada día más bajo el insoportable y despótico peso que lastraba su definitivo despegue económico.

Al amparo del régimen constitucional, el ayuntamiento de Guanajay acometió obras de importancia tales como el empedrado de las calles, mientras la relativa libertad de que gozaba el país permitió el surgimiento de las logias masónicas. En el pueblo de Guanajay se estableció la logia denominada Esencia Filantrópica y en  Artemisa otra nombrada La Amabilidad.

Tampoco escapó Guanajay a las conspiraciones que durante la primera mitad del siglo XIX se sucedieron en Cuba. Mas bien pudiera afirmarse que estuvo en el centro de esos movimientos.

A principios del año 1822 se iniciaron en el pueblo los trabajos de la famosa conspiración de "Los Rayos y Soles de Bolívar". Por esa época trajeron de Pinar del Río, preso y escoltado por tropas de la Compañía Fernando VII al licenciado Don Martín Mueses, Juez de letras de aquella población, que venía encausado como revolucionario. Dejado en libertad, se dedicó en unión del alcalde guanajayense Don José Ma. Valdéz, de  Don Juan de la Torre, Antonio Luis Somodevilla, Francisco Villavicencio y otros, a iniciar labores para independizar a Cuba de España y establecer una república que habría de llamarse Cubanacán. El Gobierno Central de esta conspiración radicó en La Habana y su jefe máximo fue José Francisco Lemus.

El entusiasmo con el que actuaron los conspiradores de Guanajay fue tal que, olvidando toda prudencia  hicieron iniciaciones en la conspiración a la vista de todos. Algunas fueron realizadas en el lugar conocido como La Poza, sitio del río Capellanía situado junto al pueblo donde se bañaban los hombres; llegando con razón a decirse que algunas iniciaciones se habían efectuado sobre la mesa del alcalde en la sala capitular. En su afán de proselitismo llegaron a incorporar a jóvenes de 19, 16 y hasta de 14 años de edad.

En el mes de junio de 1822 un individuo nombrado Francisco Lamadrid denunció verbalmente ante el Juez de Letras Don Manuel Suárez, las iniciaciones casi públicas que se estaban haciendo. Dos o tres más realizaron denuncias por escrito, pero el juez pretextando que se encontraban inconclusas las remitió al Capitán General de la Isla  Don Nicolás Mahy, quien procuró hacer investigaciones antes de proceder contra los conspiradores, puesto que desde julio de 1821 tenía conocimiento de la existencia del movimiento.

En octubre de 1822 ya se encontraban listos los conspiradores para dar el Grito de Independencia y solo esperaban las órdenes que debían llegar de La Habana. Públicamente se decía que en el cafetal del alcalde José Ma. Valdés habían guardados unos 400 fusiles con sus respectivos cartuchos.

A principios de mayo de 1823 tomo posición de la Capitanía General Don Francisco Dionisio Vives, quien de inmediato puso en práctica cuantas medidas estimó pertinentes para conocer los planes de los conspiradores. Ante las proporciones que la conspiración tenía en Guanajay, Vives ordenó al coronel José Coppinger dirigirse hacia la villa para proceder a las investigaciones.

El 23 de diciembre de 1824, la sala de lo Criminal de la Habana dictó sentencia contra los principales complotados, siendo por Guanajay los más destacados José María Valdés y Juan de la Torre, sancionados a la pena de 1500 pesos de multa cada uno. (16)

Algunos años más tarde estalló otra conspiración llamada del Águila Negra, en la que también figuraban guanajayenses, aunque no tuvo esta ni la extensión ni la envergadura de la anterior. Los principales acusados de la jurisdicción fueron Don Manuel Abreu y Mateo Somellán. (17)

A la vez que se descubrían las conspiraciones, estallaban nuevas sublevaciones de esclavos. En noviembre de 1829 se insurreccionaron las dotaciones de los cafetales Tentativa, Cupido y La Reunión, situados en Puerta de la Guira. Estas sublevaciones fueron sofocadas con facilidad.

Con fecha 18 de septiembre de 1833 el Diario de la Habana dio a conocer que el Consejo de Guerra de la Comisión Militar Ejecutiva Permanente, en la que figuraba como fiscal Don Tomás de Salazar, dictó sentencia de muerte contra los esclavos Pedro El Carretero, Gonzalo Mandinga, Eusebio y Luis Gangaes Pascual, Romualdo, Atilano y Hermenegildo Lucumíes, los cuales fueron fusilados por la espalda el día 12 de septiembre y en el mismo lugar donde se sublevaron y colgaron sus cabezas en sitios y fincas inmediatas ante las dotaciones de esclavos a modo de escarmiento.

De ese modo concluyó una de las mayores sublevaciones de que se tiene noticias en la jurisdicción. Estalló el 13 de agosto en el cafetal El Salvador, cuya dotación era de 375 esclavos, y se extendió por los cafetales Sandrino y Catalina, y por los ingenios El Fénix, Germán y San Juan Nepomuceno, éste último propiedad del acaudalado Coronel Juan Estrada. "El Salvador" era la segunda finca cafetalera de la isla sólo superada por Angerona también perteneciente a la jurisdicción, según apunta Francisco Pérez de la Riva en su libro "El Café, historia de su cultivo y explotación en Cuba"

Para aplastar esta enorme sublevación se precisó de la participación de una gran fuerza militar y resultaron muertos durante los combates muchos de los esclavos insubordinados. Sin embargo, y a pesar de las sangrientas represalias la rebeldía esclava no pudo ser acallada. Debe tenerse en cuenta que existían en la jurisdicción miles de esclavos que llevaban sobre sus golpeados hombros todo el peso del desarrollo azucarero y cafetalero fundamentalmente. La proporción de esclavos era mayor que la de blancos hacia 1842, tal como lo demuestra el siguiente censo que recoge la parte urbana:

Blancos

3333

De color libres

1136

Esclavos

5596

  

Total

10065

Distribuidos del siguiente modo:

En el pueblo

2908

En trece ingenios

2837

En 33 cafetales

2003

En 288 sitios, potreros y estancias

2317

Total

10065

En agosto de 1851 el Capitán General Don José de la Concha recibió urgentes noticias de que una expedición de Narciso López, líder del Anexionismo se encontraba desembarcando en la costa norte de la jurisdicción de Guanajay. De inmediato el general Concha movilizó hacia la zona del desembarco una gran fuerza militar bajo el mando del general Ena, compuesta por 7 compañías. Rápidamente partió de Guanajay una columna de 4 compañías y 150 caballos. A las fuerzas mencionadas fueron uniéndose otras que salieron desde diversos puntos de la jurisdicción para combatir a López y a sus seguidores. Se  formaron además guerrillas compuestas fundamentalmente por campesinos que se unieron a los españoles con el mismo fin. Finalmente López fue hecho prisionero en el lugar conocido como Pinos de Rangel y trasladado el 30 de agosto de 1851 a Guanajay. En su libro "Páginas" el gran patriota guanajayense Joaquín Nicolás Aramburu describe la llegada del ex general venezolano y sus captores al pueblo. De allí se le trasladó a Mariel y luego a La Habana donde se le formó Consejo de Guerra el día 31 y se le condenó a muerte. La sentencia fue cumplida el 1ro. de septiembre del propio año 1851.

La relevancia alcanzada por Guanajay entre 1790 y 1840 no se debe sólo a su innegable empuje económico y a la gran agitación política que estremeció a la jurisdicción, sino también al desarrollo cultural que se evidenció, y que lejos de ir a la zaga del desarrollo económico marchó parejamente a él.

En 1803 se fundó la primera escuela en Guanajay. Su fundadora y primera maestra fue María de los Ángeles Gallardo de Betancourt hija de españoles radicada en la Florida, que decidió establecerse en esta villa al perder España aquel territorio. El terreno para la construcción de la escuela fue donado por la Condesa de Jibacoa.

En 1821 la propia condesa  creó el Instituto de Educación San José cuyo primer director fue Don Rafael Vida. éste centro de enseñanza recibió niños de ambos sexos y funcionó por más de 20 años para su creación y mantenimiento la condesa donó 50 solares y remitía cantidades de dinero mensuales.

María de los Ángeles Gallardo de Betancourt fue la madre de José Victoriano Betancourt nacido en 1813 en esta villa, quien llegó de ser el primer escritor costumbrista cubano y connotado patriota.

El crecimiento acelerado de la población exigía la existencia de centros de enseñanza. En 1821 fue fundado por la Condesa de Jibacoa el Instituto de Educación San José, cuyo primer director fue Don Rafael Vida.

En 1831 surgieron escuelas en Puerta de la Guira, Artemisa y Las Mangas. Por toda la proliferación de escuelas en la jurisdicción, la Junta de Instrucción Rural de Guanajay mereció elogios  de la Sección de Educación de la Real Sociedad Patriótica.

En ese mismo año Doña María de los Santos Gallardo y Ruíz de Medina fundó una escuela elemental, que no fue la primera en funcionar, pues ya en esa fecha Don Mariano Nuzet dirigía una similar.

En 1839 en su "Excursión a Vuelta Abajo" el gran escritor cubano Cirilo Villaverde describe a su paso por Guanajay la grata impresión que dejó en él la bonanza económica y la gran urbanidad observadas en el pueblo.

El proceso socio económico por el que va atravesando la jurisdicción de Guanajay y que está naturalmente imbricado al propio proceso que tuvo lugar en toda Cuba, permite afirmar que hacia finales  de la primera mitad del siglo XIX existía ya una total diferenciación entre los criollos, que tenían bien definidos sus intereses económicos y de clase, y los peninsulares.

El natural desarrollo de los criollos, su forma de pensar ya como cubanos y no como peninsulares y la rémora que los representantes de la Metrópoli, dueños del poder político significaban para las libertades económicas, comerciales y también políticas que tanto deseaban y necesitaban para su total realización, se va acrecentando cada vez más. El abismo que se abría entre Cuba y España se hacía insalvable en la medida en que la Metrópoli de manera torpe y empecinada, se negó a reconocer que en la Isla existía ya un elemento nuevo, pujante e inteligente que había perfilado una nacionalidad propia, una cultura que se acrecentaba cada día, en la que el despotismo colonial no tenía reservado ya ningún futuro.

1840 - 1868  Etapa de decadencia del sistema esclavista.

 

Durante el período que media entre 1840 y 1868 la riqueza de la jurisdicción creció; y fue tanta su preponderancia, sobre todo en Guanajay, que en 1858 se comenzó a estudiar la posibilidad de crear una Capitanía Rural, lo que se materializó al año siguiente, designándose para ese cargo al Teniente Tomás Tirado Barrios , y se dividió el partido en 4 cuartones denominados San José, San Francisco, Santa Ana y Cabriales.

A todo ese desarrollo había contribuido de modo importante la llegada del ferrocarril a Guanajay, el 1ro. de agosto de 1849. (19) Esto, sin dudas, significó un enorme salto cualitativo en el ya acelerado proceso económico jurisdiccional. Su consecuencia más inmediata fue la alarmante disminución del comercio marítimo por el puerto del Mariel, pues los hacendados comenzaron de inmediato a usar la nueva vía de comunicación de que disponían para trasladar sus frutos hacia la Habana.

En virtud de ese desarrollo económico cultural que había convertido a Guanajay en una de las zonas más prósperas del país, se fundó el 4 de marzo de 1850 una filial de la Sociedad Económica de Amigos del País, por gestión de Tranquilino Sandalio de Noda. Esta institución devino centro de reunión de los elementos más cultos dentro de la aristocracia, por supuesto, y sus objetivos fueron los de promover la agricultura y el comercio, la crianza de ganado y la industria, y ocuparse de la educación e instrucción de la juventud, según establecían sus estatutos.

 A mediados de 1853 el profesor José Luis Casaseca realizó en el ingenio "San Francisco", uno de los más grandes y prósperos  de la región, una serie de ensayos con cal y con una sustancia inventada por el químico prusiano M. Stollé nombrada ARCANUM,  a fin de obtener azúcar blanca, capaz de competir con éxito frente al azúcar refino inglés. Esos ensayos fracasaron. (20)

El crecimiento poblacional de la jurisdicción puede apreciarse en el siguiente censo correspondiente a los  años 1852-1853.

 

  Blancos  

Pardos Libres  

Pardos Esclavos 

Negros Libres 

Negros Esclavos 

Total

Mariel

 1807

167

9

151

1763

3897

Guanajay

  3068

554

88

814

3559

8083

Pta. La Guira

  2038

128

127

223

4090

6606

Ceiba

  1636

74

29

59

2307

4105

Cayajabos

  1738

65

67

111

4566

6187

Guayabal

  996

  

268

1361

2625

Cabañas

  1456

710

33

70

2864

4533

Q. Hacha

  245

  

32

3169

3446

Totales

  12624

1098

353

1728

23679

39482

El 25 de marzo de 1866 se llevó a cabo en Guanajay una importante reunión cuyo objetivo era el de elegir al Comisionado que iría a Madrid en representación de la jurisdicción para acordar las bases en las que debían fundarse las leyes especiales que se presentarían a las Cortes para el gobierno de la Isla.  Resultó electo el Licenciado en Derecho Antonio Rodríguez Ojea, quien formó parte de la representación de Vuelta Abajo a la Junta de Información. Esta organización figuró en el grupo de avanzada en el seno de la Junta, pues fue partidario de cambios radicales en el régimen de dominio. (21)

La burguesía representativa de una jurisdicción con más de 23 mil esclavos no podía en modo alguno estacionarse o retroceder ante las evidencias de una industria azucarera que sufría ya una profunda transformación ante el incontenible avance de la maquinaria. No ver con objetividad el profundo abismo que se abría entre los miles de esclavos que poseían y la creciente tecnificación de la producción de azúcar hubiera significado su ruina total.

Por otra parte, a la suspicacia de los propietarios de ingenios no escapaban las ventajas que podían tener la contratación de trabajadores asalariados con respecto a la mantención de grandes dotaciones de esclavos. Se podía contratar cada año de acuerdo a las perspectivas que cada zafra ofreciese, la cantidad indispensable de mano de obra. Y por otro lado, tenían en sus manos un enorme arsenal donde conseguir brazos a precios ínfimos, pues existían en Cuba miles de negros libres que no sabían de otras labores que no fueran las de los cañaverales, y obligados por las condiciones de indigencia en que vivían realizaban exhaustivas jornadas por salarios irrisorios.

Esa fue la posición adoptada por la burguesía guanajayense ante la Junta de Información. Fueron partidarios de la abolición de la esclavitud; naturalmente que para no afectar las grandes sumas invertidas en las dotaciones, propugnaron un abolicionismo gradual y con indemnización.

El proceso de surgimiento de numerosos tipos de ocupaciones que empleaban trabajadores libres en lugar de esclavos, venía desarrollándose desde algún tiempo atrás. Entre esas ocupaciones pueden nombrarse las de los maestros de azúcar, mayorales, sanitarios, monteros y otros, quienes recibían un salario por su trabajo, lo cual los caracterizaba social y económicamente de un modo bien diferente a los negros esclavos. Por otra parte los mecánicos y maquinistas que iba requiriendo cada vez más el desarrollo de la industria forman también parte de esos asalariados. Y ese fenómeno no sólo se aprecia en la producción de azúcar sino también en las demás labores agrícolas.

En ese nuevo proceso donde el trabajador asalariado va tomando fuerza, resulta negativa la persistencia del esclavo. Hacia 1844 la jurisdicción de Guanajay, empleaba una muy significativa cifra de operarios asalariados, según lo demuestra el siguiente resumen elaborado por la Iglesia Parroquial San Hilarión, a fin de informara a la Real Junta del Diezmo sobre la distribución agrícola del partido:

 

Caballerías

Operarios

Dueños

Cajas

Ingenios     13

588

2109

13

-

Cafetales    29

144  1/2

1243

29

-

Potreros     10

62

46

10

-

Sitios         73

100 1/2

262

73

-

Estancias  66

49 1/2

21

66

 

Colmenares  5

-

-

5

900

Dhos. cafetales

12  1/2

25

10

-

Total

957

3706

206

900

Al referirse al aumento de los operarios asalariados durante esta época Moreno Fraginals aseveró en su libro "El Ingenio": "Aunque el negro fue la gran solución a la mano de obra azucarera, el obrero asalariado jugó también un importante papel en esta etapa de crecimiento". (22)

Al calor de la crisis del tráfico negrero, y al producirse la lógica disminución de brazos para el corte y el tiro de la caña, surge la idea de contratar colonos chinos. El 29 de julio de 1847 arribó a Cuba la fragata española "Oquendo" que condujo los primeros 206 chinos a la isla. Aunque su condición jurídica era la de contratarlos, fueron sometidos a un régimen de explotación  muy similar al de los esclavos africanos.

A Guanajay no le fue ajena esta nueva modalidad del trabajo contratado así como tampoco estuvo excluida la jurisdicción de la rebeldía de los culíes chinos ante las duras condiciones laborales, y la reclusión de tipo carcelario en que se les mantuvo.

Como consecuencia de esos malos tratos en 1849 se produjo en el ingenio "Santa Isabel" de Cabañas, una sublevación de asiáticos. Más tarde, en 1862, fueron ejecutados  4 chinos acusados de bandolerismo en la plazoleta del Cuartel "San Carlos" de Guanajay. (23)

Otra de las formas en que reaccionaron los culíes contra el sistema férreo que les fue impuesto, fue la del suicidio, lo que fue hipócritamente justificado por los patrones, alegando que esa drástica determinación era derivada de la nostalgia de su tierra natal y las dificultades idiomáticas.

Fueron Guanajay y Cabañas los dos lugares de la jurisdicción donde hubo mayor concentración de chinos. En 1864 el Gobierno Imperial de la China envió a Cuba una comisión presidida por el culto aristócrata Chin-Lan-Pin, cuya misión era la de investigar la veracidad de informes recibidos sobre las inhumanas condiciones en que vivían sus coterráneos en la isla. éste diplomático visitó varios lugares, entre ellos a Guanajay, sitio donde se había apoyado mucho el proyecto de inmigración de chinos, tal vez con la esperanza de que estos pudieran ir dando solución a la crisis del régimen esclavista.

Al finalizar el año 1865 existían en Guanajay 1072 culíes chinos, según censo de población efectuado en esa fecha. También existió en el pueblo un depósito de cimarrones capturados, donde eran empleados en las obras públicas hasta su reclamo por parte de los dueños, con arreglo a las disposiciones vigentes. Y no era extraño encontrar en la prensa local notas como la siguiente, publicadas en el periódico  “La Crónica” el 29 de mayo de 1865.

“Ilustre Ayuntamiento de Guanajay.

En cumplimiento de lo dispuesto por el Superior Gobierno en el artículo 3ro. de la circular del 2 de abril del año 1862, se publica a continuación la lista de cimarrones existentes en el depósito municipal de esta cabecera, y se avisa al vecindario que los domingos 1ro y 3ro de cada mes estarán en la cárcel a la vista y examen del público todos los asiáticos calificados como cimarrones para los efectos que previene el artículo 4to. de la referida circular publicada en la Gaceta del 8 de abril de año 1863...”

En 1867 finalizó oficialmente el tráfico de chinos a Cuba. En 1878 el Teniente Gobernador de la jurisdicción remitió al Gobernador General un estado de la población existente en el que aparece que el número de chinos se eleva a 1406 (24). La existencia de contratados asiáticos en la jurisdicción más que numerosa, puede considerarse significativa, si se tiene en cuenta que muchos de esos chinos ingresaron con posterioridad las filas del Ejercito Libertador en su lucha por la independencia de Cuba.

En 1855 se realizó un censo en la jurisdicción que arrojó los resultados siguientes:

Blancos

   Libres de color

       Esclavos

    Proporciones

Total

Varones

Hembras

Varones

Hembras

Varones

Hembras

Varones

Hembras

Población

11087

7911

1824

1829

10183

7525

47.1

52.9

40359

 

Diez años después, el estado de la población ha sufrido notables cambios, debido a que ya, en 1865 el territorio había disminuido pues Caimito y Ceiba del Agua habían dejado de pertenecer a la jurisdicción. En padrón recogido ese año encontramos los datos siguientes:

Población Blanca...        Solteros de ambos sexos...12 271

                                       Casados............................. 4 377

                                       Viudos...............................     761

                                       Total..................................17 409

Población de color...      Solteros de ambos sexos...14 872

                                       Casados.............................     996

                                       Viudos...............................     126

                                       Total..................................19 095

Chinos...                         Total.................................. 1 072

Gran total..................................................................37 576

A mediados del siglo XIX los contradicciones colonia - metrópoli se habían agudizado de modo alarmante en la  jurisdicción. Poco después del apresamiento y muerte  de Narciso López, fue detenido en Puerta de la Güira el Licenciado Juan José Turbiano quien había sido acusado de infidencia. Le fueron ocupando  pistolas, sables y alguna pólvora. (27)

En el propio mes de agosto José Montiel y Juan ésteban Valdés, pardos libres vecinos de Cabaña fueron acusados de proferir expresiones impremeditadas contra el Gobierno, por lo cual fueron detenidos.

Al comenzar 1852 se inició una nueva causa de infidencia contra José de Jesús y Antonio Ortega, acusados de sostener conversaciones subversivas. Fueron condenados a 6 meses de presidio.

A mediados del propio 1852 se descubrió en La Habana la llamada conspiración de Vuelta Abajo. En ella estaba comprometido el Conde de Pozos Dulces, dueño del cafetal Bristol situado en Artemisa, en el cual sostuvo distintas conferencias con otros comprometidos en la conspiración.

En el cafetal "La Merced" de Juan González Alvarez, situado en Candelaria, fueron hallados 73 carabinas, 6 fusiles de chispa, 36 con bayonetas y 19 pistolas.

Como consecuencia de esas actividades fue condenado a muerte el propio González y otro infidente nombrado Luis Eduardo del Cristo. Esas sentencia les fueron conmutadas con posterioridad. Otros conspiradores sufrieron destierro y cárcel.

El 26 de febrero de 1868 visitó Guanajay el Capitán General Don Francisco Lersundi y Ormaechea, quien fue recibido con grandes fiestas. Nada debe  haberle hecho sospechar el intenso malestar que se ocultaba a sus  ojos tras los arcos y banderas que en su homenaje engalanaron la villa.

Muchas son las manifestaciones en el período comprendido entre 1840-1868 que denotan el crecimiento ininterrumpido de la cultura en el territorio En 1844 comenzó a publicarse el primer periódico en Guanajay. Se nombró el Agricultor Cubano, fue dirigido por el Licenciado José María Dau y aunque su existencia fue efímera, marcó el inicio de una era cultural donde el afán periodístico y literario de los guanajayenses hizo expresar al Dr. Leandro González Alcorta lo siguiente: "Guanajay ha sido constantemente la zona de la provincia  donde más periódicos y revistas se han editado, y donde el culto de la literatura ha sido más persistente e intenso". (28)

Ya en 1842 el ilustre educador guanajayense Cornelio Díaz había sido nombrado Director de la Escuela Municipal de Varones, y posteriormente de la de niños de la Beneficencia.

En ese mismo año nació quien había de ser insigne maestro, Francisco Valdés Ramos. En 1847 fue fundado el Colegio de Niñas Nuestra Señora de Las Mercedes.

Más tarde en 1852, fue constituido la Junta de Ornato municipal, y se concluyó la carretera de la Habana a Guanajay, una nueva vía de comunicación directa con la capital, con los consiguientes beneficios económicos - sociales y por supuesto culturales. A las puertas del estallido independentista, Guanajay tiene no sólo riquezas económicas, sino también culturales y patrióticas, pues los elementos conformadores de la nacionalidad cubana no han dejado de aglutinarse. Han estado presentes en las conspiraciones, en las sublevaciones de esclavos y en el ansia de desarrollo sin el asfixiante yugo español.

(1868-1886) Etapa de crisis del esclavismo y la Guerra de Liberación Nacional.

 

El panorama económico de la jurisdicción al estallar la Guerra de los Diez Años no difería del que venía presentando desde décadas atrás. Bonanza económica sustentada fundamentalmente a partir del desarrollo de la  industria azucarera y el comercio en función de ese desarrollo. Vías de comunicación con La Habana que otorgaban situación de privilegio, y un desarrollo social acelerado en el que coexisten al unísono el  esclavo y el obrero asalariado.

Al estallar la Guerra de independencia en "La Demajagua", los reflejos de ese incendio llegaron a la jurisdicción de Guanajay. con anterioridad se ha explicado el proceso concientizador que venía teniendo efecto en esta zona, y que demuestra la existencia de un elemento numeroso partidario de la  independencia de Cuba.

Al conocer del inicio de la guerra, los guanajayenses realizaron varios intentos de hacer estallar la Revolución en esta parte del país. Todos, sin embargo fueron descubiertos y aplastados por el gobierno. La proximidad con la capital, el fácil acceso desde la mismo, y la estrecha vigilancia impuesta sobre los sospechosos de infidencia y simpatizantes con la independencia fueron factores determinantes en el fracaso de los movimientos insurreccionales. Cuando desde la capital llegaban a la jurisdicción hombres desconocidos o sospechosos; de inmediato eran detenidos e incomunicados. En muchas ocasiones casi al unísono de los independentistas, llegaban desde La Habana los avisos y señas para su captura. En virtud de eso fueron creados nuevos batallones de voluntarios y armados adecuadamente para perseguir en conjunto con las tropas regulares a los que pretendían alzarse en armas.

El 15 de noviembre de 1868 fueron encontrados 2 cerones llenos de fusiles que llegaron en el tren hasta Candelaria, y que evidentemente según las autoridades iban dirigidos a Don Gregorio González enemigo del gobierno. Se inició una investigación que puso al descubierto un movimiento tendiente a la sublevación. Fueron hechos prisioneros Manuel Vigoa Collazo,  dueño de la finca "El Pedregal", y sus hijos Julio,  José, Luis y Antonio Vigoa Borges, José García Simancar, Antonio María Pérez y los morenos libres Juan y Matilde Piñero Hernández, todos los cuales aparecieron complicados. (29)

A finales de noviembre se sublevaron los chinos de la dotación del ingenio Zayas, hiriendo al mayoral; pero fueron rápidamente sometidos.

Al comenzar 1869 existía un estado de ánimo evidente a favor de la insurrección. Surgió un nuevo proyecto de alzamiento que tuvo su nacimiento en San Antonio de los Baños, y abarcó distintos lugares de la región. Los conspiradores lograron introducir armas en la jurisdicción valiéndose de los empleados del ferrocarril. Los conspiradores de San Antonio  se hallaban en contacto con los de Guanajay por medio de José de Las Mercedes Ramos, José Fernández Martínez, Serafín Izquierdo y Miguel de La Nuez. (30)

Al frente del proyecto en Guanajay se hallaban el Alcalde Don Julián Sánchez, el cura párroco Pbro. Eduardo Sabás Valdés, el Anotador de Hipotecas Licenciado Francisco Sánchez Lubián, el educador Félix María Calvo, Carlos Baliño (padre) y muchos otros.

Envalentonados por los sucesos del teatro Villanueva en la Habana, los voluntarios de Guanajay señalaron con una cruz roja durante la madrugada del 31 de enero, las puertas de las casas de aquellos guanajayenses que la opinión pública señalaba como dirigentes de la sublevación en la villa. Como entre las casas marcadas se encontraban las de algunos importantes ciudadanos no comprometidos en la conspiración y fervientes  partidarios del régimen español, las investigaciones que dispuso el Teniente Gobernador fueron cerradas y archivado el caso.

Sin embargo, en la noche del 6 al 7 febrero fueron detenidos Félix María Calvo, Ramón Valle, José Carlos Baliño, Francisco Sánchez Lubián y Santiago Valle. El día 8 se detuvo a Francisco Díaz Sotolongo, el 11 a Diego José de Riva, el 13 a Ramón Posada y el 14 a José Valle. (31)

El 15 de febrero los detenidos de Guanajay y los de Mariel fueron trasladados a La Cabaña donde permanecieron hasta el 21 de marzo en que salieron deportados en el vapor San Francisco de Borja hacia la isla de Fernando Poo junto a otros. (32)

Referiéndose a esa deportación el Capitán General Domingo Dulce le escribió con fecha 18 de junio de 1869 a PRIM (Jefe del Gobierno Español):

"Con aprobación del gobierno dispuse la traslación de 250 presos políticos a Fernando Poo, y esta medida que, por las triste circunstancia que la acompañaron, debió ser en aquellos días prenda de reconciliación y motivo de confianza, no que bastante a tranquilizar los ánimos. Suposiciones gratuitas circularon de boca en boca, y la creencia general era de que los presos, por haberlo yo dispuesto así, no llegarían al término de su viaje"... (33)

A los deportados les fueron embargados todos sus bienes se creó para ello una Junta de Vigilancia de Bienes embargados formada por 11 guanajayenses. Los bienes embargados a José Carlos Baliño quedaron bajo la vigilancia de Ángel Astiazaraín y los de Santiago Valle bajo la de Bernardo Pérez.

En la villa continuaron siendo estrechamente vigilados un grupo de simpatizantes con la independencia, entre los que estaba Francisco Valdés Ramos, ejemplar educador y patriota guanajayense. (34)

El 24 de junio de 1875 desembarcaron en Baracoa al norte de la jurisdicción 17 jóvenes, en su mayoría estudiantes procedentes de La Habana, cuyo propósito era el de insurreccionar a Vuelta Abajo. En cuanto tuvo noticias de los insurrectos, el Teniente Gobernador de Guanajay dispuso la salida de la Guardia Civil de Mariel y Cabaña y los voluntarios de Chacón y Jobo. Él por su parte salió con todo la fuerza montada de que pudo disponer, mientras desde La Habana le enviaban más recursos para contribuir al pronto exterminio de la partida insurrecta.

El día 25 fueron alcanzados en el Ingenio San Nicolás en Cayajabos, y aunque se defendieron bravamente contra tropas muy superiores en números, fueron dispersados resultando muertos 3 de ellos. Otros 5 cayeron prisioneros y  fueron sometidos a consejo de guerra verbal, que los condenó a muerte, lo que, después de consultar al Gobernador Superior Político, se ejecutó a las 7:00 a.m. del día 26 en el batey del propio ingenio San Nicolás. (35) el resto de la partida logró huir hacia las montañas y encontró refugio allí. Más tarde lograron llegar disfrazados hasta Guanajay donde tomaron el tren para La Habana.  

A principios de 1877 en los alrededores de las Mangas apareció un grupo de insurrectos que durante algún tiempo tuvieron en jaque a  las fuerzas españolas de Cayajabos, Artemisa y Puerta de la Güira, hasta que acosados, se dispersaron y escondieron sus armas.(36) Alma de éste intento lo fue el patriota Domingo Collazo.

Durante los meses de Marzo y Abril fueron cayendo en poder de las autoridades de Guanajay numerosos miembros de esa partida insurrecta, los que fueron trasladados con posterioridad a La Habana y puestos a disposición del Gobernador General.(37)

Por todo lo anteriormente explicado y demostrado, puede afirmarse que la jurisdicción de Guanajay no fue indiferente a la lucha por la independencia de Cuba. Sus autoridades no tuvieron sosiego durante los diez años que duró la contienda, pues no dejaron los patriotas de la zona de intentar levantamientos armados, a pesar de la vigilancia, los vejámenes, las detenciones, las deportaciones y hasta los fusilamientos.

Con posterioridad a la paz del Zanjón, el General Martínez Campos decidió hacer una nueva distribución administrativa, quizás en la creencia de que la guerra había sido solo una manifestación de los egoísmos de los cubanos. Dispuso la creación de 6 provincias y la división de las antiguas jurisdicciones en multitud de ayuntamientos que, en su inmensa mayoría, carecían de fuentes de riqueza para su sostenimiento.

Tal fue el caso de la jurisdicción de Guanajay, que en agosto de 1878 fue desmembrada, y se crearon en su antiguo territorio los ayuntamientos de Artemisa, Cabañas, Cayajabos y Guayabal, disponiéndose además que en el mes de diciembre se celebraran elecciones para designar los alcaldes y concejales de los nuevos organismos creados. Los funcionarios electos debían tomar posición el 1ro. de enero de 1879.

Esta nueva división político-administrativa marca el inicio de la decadencia de Guanajay, cuyo territorio quedó reducido al antiguo corral de su nombre. El inmenso territorio poblado de ingenios, cafetales y haciendas dejó de pertenecerle con el consiguiente resquebrajamiento de su riqueza y poderío económico.

Solo 4 meses antes, el 10 de abril, el Teniente Gobernador había remitido a las autoridades superiores el censo siguiente que recoge un estado general de la población clasificada por razas y condición:

Población Blanca

Asiáticos

Población de color libre

Total general de población libre

Población de color esclava

Total población

21690

1406

5629

2872

9802

38527

 

El 27 de julio del propio 1879 se reunió el Ayuntamiento de Guanajay y analizó la solicitud elevada por una multitud de vecinos, para que se gestionara la incorporación de esta población a la provincia de La Habana, aduciendo varias razones, entre ellas su cercanía con la capital y su lejanía de Pinar del Río. La existencia de excelentes vías de comunicación con La Habana, y las pésimas condiciones en que se hallaba el camino que los unía con Pinar del Río, que los obligaba a un recorrido de 4 días y un costo por viaje de 100 pesos.

El ayuntamiento acordó trasladar la solicitud al Capitán General, apoyándola. El Consejo de Administración, reunido bajo la providencia del Marqués de Almendares dictaminó favorablemente la solicitud, pero al elevar el expediente al Ministerio de Ultramar, el Rey resolvió que se mantuviera la división territorial hecha originalmente.(38)

En 1879, al calor de la nueva organización administrativa, la población se divide en dos distritos, el norte y el sur, que tenían por línea divisoria la calle real de San Hilarión. Al frente de cada distrito fue nombrado un teniente alcalde o un alcalde de barrio.

En 1882 la población de Guanajay presentaba el estado siguiente:

Barrios

Varones

Hembras

Total

Norte

1037

1008

2045

Sur

1417

1342

2759

Cabriales

283

281

564

San José

494

346

840

San Francisco

464

377

841

Santa Ana

483

400

883

Totales

4178

3754

7932

La comparación de éste censo con el de 1878 ofrece con suficiente claridad la abismal diferencia de población determinada por la división político administrativa.

El 7 de octubre de 1886 fue firmada la Real Orden suprimiendo definitivamente la esclavitud en Cuba. A partir de esa fecha los casi 10 000 esclavos que existían en lo que había sido Jurisdicción de Guanajay se convirtieron en hombres libres e ingresaron en el gran grupo de obreros agrícolas e industriales del sector azucarero fundamentalmente. Acababa de verificarse su paso de la explotación esclava a la explotación capitalista. Al principio el elemento ex-esclavo no logró un nivel de ocupación laboral pleno y constituyó el ejército de reserva de los obreros agrícolas.

El desarrollo cultural y los elementos determinantes y cristalizadores de la nacionalidad cubana continuaron su avance entre 1868 y 1886.

El 8 de enero de 1869 llegó a la isla como Gobernador Superior por 2da. vez el general Domingo Dulce y Garay, marqués de Castell Florit. Cuatro días después decretaba libertad de imprenta.

El 10 de enero el periódico local “El Fenix” saludaba con entusiasmo esa medida en sus páginas al grito de. ¡Viva la Libertad!. Pero esa libertad duró solo hasta el 12 de febrero, en que se estableció la censura. En ese breve intervalo, surgió otra publicación, "El Gato de Guanajay" que se dedicó a combatir a las autoridades españolas.

En 1871 surgió un nuevo órgano de prensa, esta vez “El Entusiasta”. En 1872 se instalaron líneas telegráficas entre Guanajay, Mariel, Cabañas, Bahía Honda y las Pozas.

En 1877 surgió el periódico "La Lealtad" y en 1879 fueron fundados dos colegios para niños de color. En 1882 se inició la publicación de la revista “La Escoba”. Al año siguiente surgió el periódico “La Abeja”.

En 1844 fue instaurado un colegio de niños y niñas pobres. Comenzaron además sus publicaciones “La Idea” y “Luz de Occidente”, otros dos periódicos locales.

Finalmente para 1886 surgieron “El Eco”, “El Progreso”, “ El Criollo” y “La Luz”, éste último alcanzó gran relevancia gracias a la presencia en él de Joaquín Nicolás Aramburu quien con su gran talento y sus ideas patrióticas caracterizó esa publicación.

Como podrá apreciarse vieron la luz numerosos periódicos en ese período y aunque muchos tuvieron efímera existencia constituyeron eslabones en la sólida cadena cultural de Guanajay.

1886-1898 Etapa de concentración y centralización de la producción. Reinicio de la guerra de liberación nacional y comienzo de la injerencia imperialista.

La vida económica de Guanajay había sufrido hacia 1886 un rudo quebranto. Al desmembramiento territorial que la había privado de su inmenso territorio poblado de ingenios, se veía ahora un acelerado proceso de concentración de la producción azucarera. Ello produjo una drástica disminución en los ya pocos ingenios que le quedaban. La mayoría fueron demolidos o abandonados y los más pequeños fueron absorbidos por los más grandes. Las tierras de esos antiguos ingenios fueron puestas en función de esos grandes que ahora centralizaban la producción de azúcar, de ahí que hacia 1899 las poquísimas colonias cañeras de Guanajay estén estrechamente vinculadas a aquellos ingenios de jurisdicciones vecinas, pues al concluir la guerra del 95 esta no poseía ningún ingenio azucarero. La economía guanajayense no se sustentó más sobre la base de la industria azucarera y otros cultivos ocuparon la superficie que antes solo era cosechada de caña. El tabaco, el maíz y las viandas constituyeron la riqueza agrícola de la zona después de la guerra, que había recibido con la aplicación de la tea incendiaria, el golpe de gracia de los ingenios y las colonias cañeras.

El 28 de octubre de 1899 el Ayuntamiento de Guanajay remitió al Presidente de la Junta Provincial de Pinar del Río, un informe estadístico contentivo de la situación agrícola de la localidad con el siguiente resultado.

Existían 93 propietarios de fincas clasificadas en Haciendas, Potreros, vegas y Estancias, en las cuales se cultivaban diferentes rubros, que arrojaban un rendimiento de 7287 tercios de tabaco y 2967 fanegas de maíz.

El área total era de 501 1/2 caballerías, de las cuales sólo 222 9/6 estaban cultivadas, 225 5/6 eran potreros y el resto, es decir, 53 1/2 estaban declarados improductivos.

El número de animales ascendía a 417 pertenecientes al ganado vacuno, 10 al mular y 46 al caballar.

Existían además 107 animales dedicados a la crianza.

El estado de la propiedad era el siguiente:

En abril de 1896 existían 100 propiedades destruidas totalmente. A partir del segundo trimestre de 1896 comenzaron a reconstruir 3 de ellas. En 1899 se reconstruyeron 9. En 1898 un número de 62 y 23 en el año 1899.

éste informe estadístico habla claramente del drástico vuelo dado por la economía guanjayense, pues al término de la guerra no sólo había perdido sus ingenios, sino que apenas poseía ganado y sólo 222 9/6 caballerías de un total de 501 1/2, estaban cultivadas.

El inicio de la guerra del 95 fue recibido en Guanajay con inmenso regocijo. El 24  de febrero se celebraba un baile en el Centro Progresista, lugar de reunión de los cubanos de la villa.  La noticia del estallido revolucionario circuló inmediatamente entre los bailadores que la comentaron con alegría, y puede afirmarse que al final del baile la fiesta fue en honor de la revolución.

Al iniciarse 1896 el Gobierno declaró en estado de guerra la provincia de Pinar del Río e inmediatamente se dictaron disposiciones para la defensa de las poblaciones.

El día 5 de enero mientras eran conducidas hacia Guanajay 80 000 balas destinadas a los voluntarios, el teniente de infantería, a cuyo cargo venía el material bélico, supo a su paso por San Antonio de los Baños la noticia de que las tropas de los Generales Gómez y Maceo habían penetrado en Ceiba del Agua. (41)

Al día siguiente, mientras la tropas invasoras tomaban el pueblo de Hoyo Colorado, a 14 Kms. de Guanajay, los españoles detenían en el pueblo a 40 cubanos bajo sospechas de rebelión. Eran en su mayoría campesinos y fueron puestos a disposición del Juez Instructor Militar Antonio Bastroli. (42)

El día 7 de enero se encontraron al mediodía en el límite de los términos de Ceiba del Agua y Guanajay cerca de una bodega nombrada Chicharrón, las tropas de Máximo Gómez y las del General García Navarro y el Coronel Arizón. Sostuvieron un furioso combate hasta que los cubanos decidieron retirarse hacia las lomas de Armenteros.(43)

El Comandante Militar de Guanajay Martínez Lacoste ordenó requisar caballos para sus tropas obteniendo una cifra de 142 y adquirió una casa para socorro de los soldados españoles.

Se continuaron las detenciones de todos aquellos ciudadanos que por algún motivo se hicieron sospechoso. El 8 de enero las tropas de caballería que salieron a su habitual recorrido por las fincas situadas a los alrededores de la población, regresaron en desenfrenado galope. Pocos minutos después los alarmados habitantes de Guanajay tuvieron respuesta de tal conducta. A 1 Km. del pueblo pasaba la Columna Invasora comandada por Maceo, llevando en alto sus machetes. Desde balcones y techos presenciaron los guanajayenses aquel desfile incontenible.

La peligrosa proximidad de las fuerzas libertadoras obligó al gobierno a acumular grandes cantidades de tropas en Guanajay, convirtiéndolo de hecho en centro de operaciones. Fueron convertidas en cuarteles varias edificaciones, además de que existía en la villa el cuartel San Carlos de aclimatación para tropas españolas. Se construyeron además varias trincheras de piedra y 5 fortines que fueron costeados por el ayuntamiento. El día 9 de enero la Columna Invasora de Maceo cruzó por primera vez la calzada de Guanajay a Mariel. (44)

La situación anormal creada en Guanajay por la invasión se ve reflejada en los libros de actas del ayuntamiento, que recogieron datos como el siguiente: " por haberse presentado partida insurrecta al mando de Máximo Gómez no es posible celebrar cabildo". Esta anotación corresponde al 10 de enero de 1896.

El 10 de enero pernoctó en Guanajay el General en Jefe del Ejército Español Don Sabás Marín, quien se encontraba de operaciones al frente de 2 200 soldados y una batería de montaña, con el objetivo de destruir las fuerzas de Maceo, operación esta que fracasó pues el Lugar Teniente General logró efectuar una exitosa campaña en Pinar del Río después de burlar reiteradamente a las numerosas tropas españolas que le perseguían.

El 30 de abril llegó a Guanajay el Capitán de la Guardia Civil Manuel Díaz Pinés, sanguinario militar, que desde su cargo de Alcalde Corregidor puso en práctica en la villa la despiadada política del General Valeriano Weyler.

También a finales de abril había terminado de construirse la trocha de Mariel a Majana, que pretendía cerrar el paso de Maceo, quien por segunda vez se encontraba en Pinar del Río. El General Juan Arolas y Esplugas, jefe de la Trocha, presidió el 4 de mayo una sesión del ayuntamiento guanajayense.

Las operaciones militares en Pinar del Río fueron encarnizadas, y en ellas murieron gran número de soldados de ambos bandos, pero fundamentalmente españoles. Los hospitales de Guanajay eran insuficientes y varias casas fueron convertidas en centros militares para atender heridos y enfermos. Según las actas del Registro Civil fallecieron en Guanajay desde el 24 de febrero de 1895 hasta el 14 de junio de 1898 774 soldados españoles. Al hacer el análisis de esta cifra debe tenerse en cuenta que la guerra se hizo sensible en esta zona a partir del 8 de enero de 1896.(46)

El 21 de octubre de 1896 dictó Weyler su famoso bando disponiendo la Reconcentración. Espantosos fueron los efectos de tal medida en Guanajay. Con el hacinamiento y el hambre hizo su aparición la viruela. Los reconcentrados movían por centenares sin que fueran bastantes para evitarlo, algunas medidas de vigencia adoptadas por el ayuntamiento, como el establecimiento de una zona de cultivo en los alrededores del pueblo.

Esta lastimosa situación se vio agravada por la furia de la represión que desató el Capitán Díaz Pinés secundado fundamentalmente por dos subordinados suyos, el Cabo Esparza y Manuel Sagot, alias “Patilla”, igualmente sanguinarios. Cualquier trivial motivo, o cualquier sospecha de colaboración con los insurrectos eran suficientes para ser llevado al Cuartel General de la Guardia Civil, lo que constituía una muerte segura.

El lugar donde se cometían los asesinatos era una colina situada a unos 500 metros al oéste de la población y cercana al ya mencionado cuartel. El número exacto de crímenes nunca pudo conocerse, pero la opinión pública lo hacía ascender a unos 273. Sin embargo, al realizarse la investigación fueron hallados los restos de 90 personas enterradas en fosas comunes. Las víctimas morían a machetazos, a culatazos y a tiros. Hubo ocasiones en que una sola noche el número de víctimas llegó a 14 y todas fueron enterradas en una misma fosa.(47)

El 27 de noviembre de 1896 el propio Valeriano Weyler llegó a Guanajay en compañía de los generales Arolas y Gascos. Iba hacia Vuelta Abajo para tratar de capturar al Lugarteniente General.(48)Sin embargo, quedó ridiculizado pues cuando anunció oficialmente que tenía encerrado a Maceo en las lomas de San Cristóbal, éste apareció al frente de numerosas tropas en los alrededores de Punta Brava, donde cayó en combate el 7 de diciembre frente a las fuerzas de Teniente Coronel Cirujeda, conocido en Guanajay por el frecuente recorrido de sus tropas. Entre los mambises que formaron la pequeña tropa que rescató del campo de batalla el cadáver de Maceo, estuvo el Coronel guanajayense Emilio Laurent y García, quien había combatido junto al Titán en su campaña de Pinar del Río. Allí, el propio Lugarteniente General le otorgó por sus méritos en combate los grados de Coronel. Fue Laurent sin dudas el más destacado mambí guanajayense.

El día 9 de diciembre la alcaldía recibió orden del Gobierno Provincial de celebrar la muerte de Maceo ya que había sido confirmada. Esa noche, en el Casino Español se brindó profusamente con champán y en el bodegón, lugar habitual de compra de los españoles, la ginebra se agotó por el consumo. Por orden del Gobernador Provincial las casas fueron adornadas con banderas españolas. El periodista y escritor guanajayense José Ma. Valdés al describir esos tristes acontecimientos dijo:

“ ¿Qué hacían los cubanos entre tanto? Llorar en silencio con lágrimas hacia adentro la caída del Héroe de la Invasión. No hay dolor más intenso que aquel que tenemos que guardar en lo íntimo, recogido en lo profundo del “yo” ,sin poder reflejar en el semblante ni una huella de la tragedia que abate el espíritu”...

En medio de la algarabía alcohólica y soez del elemento español, y aunque en el reaccionario y rancio Casino Español corriera el champán, el pueblo guanajayense lloró en silencio la caída del General Maceo, símbolo de la rebeldía y la intransigencia revolucionaria.

1897 se inició en condiciones terribles para Guanajay, cuya población había aumentado considerablemente con los campesinos reconcentrados. La epidemia de viruelas tomaba cada vez más fuerza mientras todas las fuentes de riquezas del término se habían agotado.

El 30 de enero el Ayuntamiento aprobó bajo la presidencia del Gobernador Provincial, un presupuesto extraordinario de 7 500 pesos para poder atender a los gastos que ocasionaba la campaña contra la viruela.

En septiembre el Alcalde remitió al Gobernador el siguiente censo, sobre el estado numérico de la población, correspondiente al trimestre comprendido entre el 1ro de junio al 31 de agosto.

Habitantes del término el 31 de agosto...

9178

Muertos durante el trimestre según datos del registro civil...

445

Reconcentrados durante el trimestre...

325

Reconcentrados muertos durante el trimestre...

323

  • Las anteriores cifras no comprenden a los soldados españoles. Esto permite apreciar de un modo claro el estado calamitoso de la población de Guanajay.

En octubre de 1897 con el relevo de Weyler, se inicia una nueva política conciliadora mediante la implantación de una tardía autonomía, que pretendía ignorar la lucha que exitosamente libraban los cubanos por su independencia.

Con el nuevo sistema la administración de Guanajay cambió. Por decreto del Gobernador provincial fue nombrado un ayuntamiento autonomista encabezado por el alcalde Ramón del Castillo La Rúa.

La representación de Guanajay en la Cámara la ostentó el licenciado Adriano Avendaño y Silva. El Comandante Militar Martínez Lacoste fue sustituido por Manuel Alaban Pardo.

 

En abril de 1898 se remitió al Secretario de Obras Públicas el siguiente censo de reconcentrados que había sido previamente solicitado:

De menos de 17 años

325 varones y 406 hembras

De 17 a 50 años

82 varones y 323 hembras

De más de 50 años

29 varones y 45 hembras

Subtotales

436 varones y 784 hembras

Total hembras y varones

1220

El 28 de noviembre les fueron devueltos al ayuntamiento los edificios que habían sido tomados como cuarteles para las tropas españolas.

Al finalizar la guerra tras la intervención yanqui que frustró la obtención de la independencia a los mambises que habían luchado denodadamente contra el coloniaje español en la zona de Guanajay, les tocó vivir la humillante experiencia de no poder entrar en el pueblo, para evitar posibles choques con las tropas españolas que aún no habían salido del mismo. Se les mantuvo en las fincas “San José” y “La Matilde” y solo se les permitió llegar hasta “El Pontón”, barriada de las afueras del pueblo.

La presencia de los mambises, motivó un espontáneo movimiento de la población hacia los lugares donde éstos se encontraban. Se crearon comités de auxilio para dotar a aquel ejército golpeado por privaciones y miserias de lo más necesario, aunque los patriotas tenían órdenes terminantes de no pedir nada.

En su libro “Añoranzas de Abuelo” el periodista e impresor guanajayense José Ma. Valdés describe así la partida de los últimos soldados españoles del pueblo:

“ Pero un día- no recordamos exactamente la fecha- un pitazo de locomotora, agudo, prolongado, que hasta perecía como si en su eco retozara una carcajada, anunció al buen pueblo de Guanajay que el último soldado colonial abandonaba para siempre nuestro pueblo. Y aquel pitazo, que el maquinista se complació en prolongar fue como señal: Guanajay se lanzó a la calle”...

Inmediatamente después de la partida de las últimas fuerzas españolas vencidas y de acordado con los jefes mambises acampados a las afueras del pueblo, se organizó la entrada de las fuerzas libertadoras.

Las fuerzas del General Pedro Díaz entraron triunfantes y jubilosas seguidas de todo el pueblo y llegaron hasta el parque guanajayense. Siguieron luego largos días de fiesta en los que la población todo féstejó la victoria sobre las huéstes españolas.

Pero... ¿se había obtenido realmente la independencia de Cuba?. Pocos días después del derroche de alegría, los guanajayenses se hicieron esa pregunta ante nuevos pitazos de tren que anunciaban la llegada de las fuerzas de ocupación  norteamericanas.

Se habría para la historia de Cuba y de Guanajay un nuevo período, donde la presencia imperialista sería la nueva rémora para la concreción de la verdadera independencia nacional.

 

Referencias

(1)- Prontuario de Mercedes. pág. 16.

(2)- Memorias de la Sociedad Económica de Amigos del País. Serie 1847, pág 177.

(3)- Archivo Nacional, Gobierno General. Log 336, No.16 209.

(4)- Historia documentada de San Cristóbal de la Habana en la primera mitad del siglo. XVII. Irene A. Wright. Tomo I, pág. 176.

(5)- Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de la Isla de Cuba de Lacado de la Pozuela. Madrid. 1866. Tomo IV, pág. 84.

(6)- Idid. Tomo I, pág. 145.

(7)- Boletín del Archivo Nacional Año XIII, No.IV, pág. 206.

(8)- Idid. Año XVI, No. 2, pág. 102.

(9)- Iniciadores y primeros mártires. Vidal y Morales. pág. 132.

(10)- Historia de Cuba, por R.V. Rouset. Tomo I, pág. 47.

(11)- Detalle sobre el pueblo de Guanajay. Publicado en "El Patriota Americano", La Habana. Tomo 20, pág. 490.

(12)- Ensayo Político sobre la Isla de Cuba, Alejandro de Humbolt. La Habana, 1930. Tomo I, pág. 205.

(13)- Boletín del Archivo Nacional. Tomo VII, pág 128.

(14)- Idid.  pág. 129.

(15)- Archivo Nacional (Soles y Rayos de Bolivar). Leg. 2, Cia. 2, Fr 425.

(16)- Historia Documental de la Conspiración de la Gran Legión del Águila Negra. Adrián del Valle. La Habana 1930, pág. 179.

(17)- Idid.  pág. 21.

(18)- Ferrocarriles Unidos de La Habana. Itinerario de Trenes Viajeros. Habana 1923. pág. 21

(19)- Cuba en 1860. Implementos de las primeras partes de la Historia Política y Natural de la Isla de Cuba. Ramón de la Vega. pág. 87.

(20)- Cuba, Estudios Políticos por el Dr. Carlos Sedaño. Madrid, 1872. pág. 291.

(21)- Manuel Moreno Fraginals: El Ingenio. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1978. Tomo I, pág. 124.

(22)- Luis Manuel Núñez. Apuntes para la Historia de Guanajay. (Inédita).

(23)- Archivo Museo Municipal Carlos Baliño. Guanajay.

(24)- Fernando Ortiz. La Negra Esclava.

(25)- Luis Manuel Núñez. Apuntes para su historia (Inédita).

(26)- Archivo Nacional. Comisión Militar. Leg. 80.

(27)- Leandro Díaz Alcortra.

(28)- Boletín del Archivo Nacional. Año XV, No. IV. pág. 252.

(29)- Boletín del Archivo Nacional. Año XV, No. II. pág. 86-96.

(30)- Documentos Originales. Colección de Luis M. Núñez. Guanajay.

(31)- Los Mártires Cubanos en 1869, por Hipólito Sifredo López. Habana 1893, pág 13 y Efemérides de la Revolución Cubana, por Enrique Ubistre. Tomo II. Habana 1911. pág. 182.

(32)- Cuba. Estudios Políticos, por D. Carlos de Sedano. Madrid 1872. pág. 399.

(33)- Documentos Originales. Colección Luis M. Núñez. Guanajay.

(34)- Diario de La Marina. Días 29 y 30 de Junio de 1825.

(35)- Boletín del Archivo Nacional. Tomo XIX. pág. 241.

(36)- Cárcel de Guanajay. Libro de Registro de Presos.

(37)- Archivos del Museo Municipal Carlos Baliño.

(38)- Archivo Nacional. Gobierno General. Leg. 37. No. 1584.

(39)- Tomado de Luis M. Núñez. Apuntes para la Historia de Guanajay.

(40)- Efemérides de la Revolución Cubana. Enrique Ubieta. Habana 1911. Tomo I. pág. 57.

(41)- Cárcel de Guanajay. Libro de Registro de Presos.

(42)- Efemérides de la Revolución. Tomo I. pág 70-72.

(43)- Cuba. Crónicas de la Guerra. Tomo I. pag 238.

(44)- Efemérides de la Revolución Cubana. Enrique Ubieta. Habana 1911. Tomo I. pág171.

(45)- Registro Civil de Guanajay. Libro de defunciones.

(46)- Comisión Mixta formada por los miembros de los clubes patrióticos de la localidad “Hijos del Trabajo” y “Luz de Occidente” en 1898. Expediente incohado en averiguaciones del lugar en que se encontraban inhumados los cadáveres de los vecinos que durante la guerra se hicieron desaparecer valiéndose de medios violentos. Delegado Instructor D. Del Castillo. Secretario Joaquín Lascaíbar. Museo Municipal Carlos Baliño.

(47)- Cuba. Crónica de la Guerra. Tomo III. pág 211.

(48)- Luis M. Núñez. Apuntes para la Historia de Guanajay. (Inédita).

(49)- Añoranzas de Abuelo. José Ma. Valdés. Talleres “El Heraldo”. Guanajay 1953.

 

ETAPA NEOCOLONIAL

 

En la etapa de la historia que corresponde abordar a continuación, resulta imprescindible el análisis sobre la situación económica, política y social del territorio de Guanajay al finalizar la guerra independentista de 1895. Ello permitirá explicar con la claridad requerida, el período de transición del estatus colonial al neocolonial, y los principales mecanismos que consolidaron la base de la República Mediatizada.

PERIODO NEOCOLONIAL.

 

1898-1925. Etapa de aplicación y consolidación de los mecanismos del sistema neocolonial.

El 1ro. de enero de 1899 con todos los honores protocolares fue arriada del mástil del ayuntamiento guanajayense la bandera española y sustituida por la de los Estados Unidos de Norteamérica. Se inició así para Guanajay la etapa de la 1ra. Intervención Norteamericana, que sentaría las bases de la dominación neocolonial.

Por el mismo camino de hierro que llevó fuera del pueblo a los soldados coloniales, llegaron las fuerzas de ocupación, pertenecientes al Regimiento 202 de voluntarios, que habían formado parte de las Legiones que combatieron en Santiago de Cuba bajo las órdenes de Teodoro Roosevelt.

Esas fuerzas se establecieron primeramente en terrenos cercanos al barrio del Pontón, más tarde en la finca "San José", y finalmente construyeron sus barracas en una colina próxima al pueblo. La presencia de los interventores en Guanajay produjo cambios en la vida de la población, en la forma de administración, y hasta en las tradicionales costumbres heredadas de España.

Los alcaldes autonomistas fueron sustituidos por integrantes del Ejército Libertador. El Coronel Francisco Oberto y Zaldívar ocupó la alcaldía interinamente en sustitución del Dr. Román del Castillo. Se decretó la vacunación obligatoria y el saneamiento de las viviendas. Estas medidas, aunque no eran animadas por el interés de preservar la salud de los cubanos sino la de los interventores, resultaron beneficiosas para la población, más si se tiene en cuenta la precaria situación higiénica y de salud que la reconcentración y la viruela habían dejado.

En lo que a costumbres y hábitos se refiere, el periodista José Ma. Valdés describió la influencia, y la denominó el "imperialismo del espíritu" que según su criterio ofrecía mayores peligros que el "imperialismo político". En un artículo de su libro "Añoranzas de Abuelo" refiere:

"En los bailes el "two step" desalojó a la cadenciosa y tropical habanera, y presentó fiero combate al danzón. Ya resultó ridículo bailar el zapateo en presencia de la oficialidad americana que asistía a las fiestas. El carácter cubano se "yanquizaba". El juego de Póker con barajas, hasta entonces desconocidas, fue desplazando al "monte". El Laguer sustituyó al vino. Cayeron los bigotes como barridos por un ciclón y algunos fumadores comenzaron a mostrar preferencia por el rubio cigarro de Virginia. Hasta en lo anatómico fue visible la influencia. El diminuto y bien formado pie del criollo fue perdiendo su elegante contorno dentro del borceguí de ancha y dura puntera y suela doble y claveteada...". (1)

Con el propósito de conocer el estado general del país el Gobierno Interventor, al mando del General Brooke, ordenó la realización de un censo general, hecho al estilo usual en Estados Unidos que culminó el 16 de octubre de 1899.

El censo arrojó los siguientes datos sobre la población de Guanajay:

Población en 1887

9512

Población en 1899

8796

Disminución

716

                   Por barrios...

 

Barrio Norte...

2675

Urbano

Barrio Sur...

3808

 

Barrio Cabriales...

533

Rural

Barrio San Francisco

626

 

Barrio San José

389

 

Barrio Santa Ana

765

 

Total...

8796

 

                        Por edades...

 

Edades

Varones

Hembras

Total

Hasta 5 años

370

354

724

De 5 a 17 años

1520

1552

3072

De 18 a 20 años

257

399

656

De 21 a 44 años

1455

1675

3130

De 45 y mayores

603

611

1214

Total

4205

4591

8796

     Por ciudadanía...

Cubanos

7268

Españoles

97

En suspenso

1195

Otras ciudadanías

234

Desconocida

2

Total

8796

 

 

                  Por razas...

 
 

Varones

Hembras

Total

Blancos

2926

3387

6313

Negros

1111

1372

2483

Total

4037

4759

8796

 

La población de Guanajay había disminuido de 1887 a 1899 en un total de 716 habitantes. Esa cifra se atribuyó por parte de las autoridades a las bajas causadas por la guerra y la Reconcentración. La población urbana por su parte, era de 6483 habitantes, mientras que la rural era de sólo 2313.

Puede apreciarse además que en 1899 sólo existían en Guanajay 1111 negros varones, si comparamos esa cifra con la arrojada por censos anteriores, comprobaremos una sensible disminución, lo que viene a corroborar la activa participación de los hombres de la raza negra en la guerra de Independencia.

El gobierno interventor yanqui, convocó a tres tipos de elecciones. Mediante la orden militar 164 se convocó a elecciones municipales el 16 de junio de 1900. La orden 301 convocó el 25 de julio del propio año a la asamblea constituyente, y por último se procedió a la elección de los cargos correspondientes al congreso y a la presidencia de la república.

Las elecciones municipales fueron realizadas bajo al principio de que sólo tendrían derechos electorales los cubanos de 21 años en los que concurrieran una de estas 3 condiciones:

  1. Haber pertenecido al Ejército Libertador.
  2. Saber leer o escribir.
  3. Tener un capital no menor de 200 pesos.

Los cargos a elegir fueron los de alcaldes, tesoreros Jueces municipales. En Guanajay como en el resto del país esas elecciones estuvieron matizadas por una característica común, la utilización del mismo capital por parte de centenares de electores, pues sólo bastaba con exhibir en el colegio electoral, la mencionada cantidad de dinero.  De ese modo los cubanos reaccionaron ante una imposición de los interventores, que no tenían en cuenta que 200 pesos era una cifra, que no estaba dentro de las reales posibilidades de posesión de la generalidad de los electores.

El 1ro de julio se efectuaron en Guanajay dichas elecciones en las que resultaron electos:

Alcalde: Francisco Oberto Zaldívar

1er Teniente Alcalde: Jaime Codina Nodal

2do Teniente Alcalde. Francisco Díaz Rodríguez

3er Teniente Alcalde:  Ambrosio Díaz Armenteros

Concejales:

Pedro Álvarez Palomino

Antonio Portela Palmer

Nicolás Martínez Hernández

José Verdú Benito

Justo Paula Valdés

Antonio Escay Santiago Aguirre

David García Suárez

José Puig Bello

Aurelio González

Alberto Camacho Sánchez

Vicente Crespo Moreno

 

Mediante la Orden Militar 301 el Gobernador General de Cuba dispuso que el tercer sábado de septiembre de 1900 tuviera lugar en la isla, la elección de los delegados a la Convención que había de reunirse en La Habana el primer lunes de noviembre de 1900 a las 12 del día, "para redactar y adoptar una Constitución para el pueblo de Cuba," y "como parte de ella proveer y acordar con el Gobierno de Estados Unidos en lo que respecta a los relaciones que habrán de existir entre aquel Gobierno y el Gobierno de Cuba, y proveer por elección del pueblo, los funcionarios que tal constitución establezca y el traspaso del Gobierno a los funcionarios elegido". (3)

La constitución resultante de esa convención, no fue más que una imposición del Gobierno de Estados Unidos, en la que quedó como apéndice vergonzoso e inconstitucional la Enmienda Platt, que facultaba al gobierno norteamericano para intervenir en Cuba cada vez que lo estimase pertinente, y le otorgaba el derecho de implantar bases navales y carboneras.

Esta enmienda fue rechazada por el pueblo cubano, no sólo en la capital, sino en todo el país. Refiriéndose a esa grosera imposición Raúl Castro expresó el 24 de febrero de 1976: “La Enmienda Platt le fue impuesta de tal manera a nuestro pueblo el 12 de junio de 1901 y se mantuvo vigente hasta el 29 de mayo de 1934, en que fue abolida producto de la lucha incesante librada por las masas populares”. (5)

Por último vinieron las elecciones generales que llevaron a la presidencia de la República a Don Tomás Estrada Palma, aquel luchador bayamés a quien le había cabido el honor de sustituir a Martí al frente del Partido Revolucionario Cubano cuando se produjo su caída en Dos Ríos, y que se convirtió a partir de su llegada al poder, en el mayor defensor de los intereses yanquis en Cuba, traicionando no sólo a su maestro, sino también al pueblo, y entregando atada de pies y manos a Estados Unidos la nueva república que nacía.

El 20 de mayo de 1902 desde horas tempranas todo el pueblo de Guanajay se congregó frente al Ayuntamiento. Esperaban con impaciencia que llegaran las 12 del mediodía, hora señalada para la instauración de la república.

Una comisión del ayuntamiento integrada por los concejales Francisco Díaz Rodríguez y Saturnino Navarro Cabrera fue la encargada de acompañar a la patriota guanajayense María Luisa Chippi García desde su casa hasta el Ayuntamiento.

Al llegar la hora esperada, el alcalde arrió la bandera americana y a los acordes del Himno Nacional Cubano María Luisa Chippi izó la bandera de la estrella solitaria, la multitud aplaudió enardecida mientras la observaba ondear sola en el mástil.(6)

La 1ra. Intervención Norteamericana influyó de modo determinante en el sistema bipartidista surgido a partir del gobierno de Estrada Palma.

Los cubanos copiaron el sistema político vigente en Estados Unidos, en la creencia de que ello garantizaría la democracia representativa. De éste modo se haría común en Cuba, que los dos partidos políticos existentes alternaran en el poder, garantizando paz y equilibrio político para la camarilla gobernante, lo que por otra parte, no tenía nada que ver con la situación del pueblo. El estado cubano recién creado era de tipo clasista, y respondía a los intereses de la burguesía latifundista. Estaba además políticamente sometido a los dictados del imperialismo norteamericano.

Los explotadores estaban vinculados a las administraciones del estado; y los pobres, carentes de medios de enriquecimiento, eran los explotados en todos los sectores del trabajo.

Durante los 4 años de gobierno de Estrada Palma se evidenció que la mayoría de las masas obreras no tenía aún conciencia de clase. Sólo una minoría comprendía la esencia de las diferencias sociales.

Se hizo además evidente una característica que habría de ser común a toda la vida política de la seudorrepública: la tenaz lucha por el poder. Los liberales por un lado y los moderados (antecesores de los conservadores) por otro.

En el gobierno local de Guanajay se reflejaron con nitidez esas pugnas de poder. Oberto fue casi inmediatamente sustituido de su cargo de alcalde por José Rodríguez Aristi, quien en junio de 1902 se vio precisado a renunciar en medio de encarnadas pugnas políticas. Junto a él, renunciaron todos los restantes miembros del ayuntamiento, y ocupó provisionalmente la alcaldía Jaime Codina.

En 1903 y también con carácter interino ocupó la alcaldía Alfredo Véliz hasta abril de 1904 en que tomó posesión de ella oficialmente elegido Juan Inda Rodríguez, de filiación liberal.

Durante el mandato de Inda fue creado en Guanajay el cuerpo de la Policía Municipal cuyo primer jefe fue Reinaldo Ortega.

No debe pasarse por alto, que también en 1906 (7), mediante la Orden Militar No. 90, el Gobierno Interventor creó la Guardia Rural, cuerpo armado de triste recordación por su incondicional servicio al lado de los explotadores y los tiranos que durante la pseudorepública asolaron el país. Esa guardia fue la encargada de desalojar, golpear y hasta asesinar a los campesinos y a todo aquel que no acatara las órdenes de los poderosos. En ella encontró siempre el capitalista el brazo armado dispuesto a perpetuar mediante la violencia, un sistema de injusticia social.

Al aproximarse las elecciones de 1905, Estrada Palma hizo patente su interés reeleccionista al afiliarse al Partido Moderado. Los liberales por su parte postularon al general José Miguel Gómez. Los ánimos políticos estaban muy caldeados, lo que dio lugar a que ambos partidos iniciaran una lucha sin cuartel por el poder.

Aún estaban vigentes algunas leyes reaccionarias que en tiempos de la colonia le habían otorgado facultades extraordinarias a los Capitanes Generales. De ellas se valió el Presidente Estrada Palma para ordenar a su Secretario de Gobernación una visita de fiscalización a aquellos ayuntamientos en que los alcaldes fueran liberales y opuestos al presidente.

Esos alcaldes fueron inmediatamente destituidos, en muchos casos mediante el empleo de la fuerza pública y a pesar de las protestas de los ciudadanos. Se decretó además la cesantía de los empleados públicos de filiación liberal tanto en el propio ayuntamiento, como en la administración de rentas, la jefatura de sanidad, correos, etc.

El descontento ante tales medidas se generalizó con rapidez, sobre todo porque la mayoría del electorado simpatizaba con los liberales. En Guanajay el malestar aumentó considerablemente y el entonces Capitán de la Guardia Rural Manuel Labastida sufrió duros ataques, a pesar de que contaba en el momento de su nombramiento, con una gran simpatía popular por su prestigio bien ganado durante la guerra de independencia.

El Partido Liberal dispuso la abstención de sus afiliados en la formación de las mesas electorales, lo que le permitió a los Moderados confeccionar las listas de electores a su antojo, inscribiendo más de los que en realidad había en los barrios. Incluyeron además a muchos españoles que no tenían derecho al voto y excluyeron a muchos vecinos por ser liberales.

Los liberales acordaron retirarse de la votación. En Guanajay sin embargo, muchos electores liberales decidieron ejercer sus derechos, sobre todo en los barrios del Jobo y San José, pero se les impidió el acceso a los colegios mediante la utilización de la fuerza.

En agosto de 1906 se produjo el alzamiento de los liberales. Guanajay fue sitiado por las fuerzas del coronel Francisco Carrillo y Vergel. Ante esta situación los policías municipales se atrincheraron en el Precinto, provistos de escopetas. Carrillo operó en el Jobo y las cercanías de Cayajabos y Mariel. A él se unieron numerosos vecinos residentes en los barrios rurales. Esta revuelta concluyó sin derramamiento de sangre, pero trajo consigo la 2da. Ocupación Yanqui.

Al cesar la llamada Guerrita de Agosto, el Coronel José Gálvez (veterano de la independencia) quedó dueño de la situación en Guanajay. Los empleados públicos volvieron a sus puestos. Comenzaron a funcionar las escuelas y otros servicios. Sin embargo, los acontecimientos que tenían lugar en la capital inquietaban a la población. Pronto se conoció que alegando la incapacidad de los dirigentes políticos de la nación, y apoyándose en la Enmienda Platt, el gobierno de los Estados Unidos había decidido intervenir militarmente en Cuba por segunda vez.

Guanajay volvió a vivir con indignación la presencia de tropas yanquis acampadas en el mismo sitio que ocuparon durante la 1ra. Intervención. El paso de continuas caravanas militares irritaba a la población.

El gobierno local quedó en manos de cubanos, con sustituciones en los cargos ejecutivos, que pasaron en su mayoría a ser desempeñados por liberales, pues el Partido Moderado acordó su disolución.

El señor Charles Magom, jefe del Gobierno Interventor nombró alcalde de Guanajay a Valentín Navarro Cabrera. Las estructuras administrativas sufrieron cambios en ese período. Se trasladó la Superintendencia Provincial de Escuelas que residía en Guanajay a cargo del destacado maestro y patriota Francisco Valdés Ramos. Dejaron de funcionar las escuelas de verano, que tenían establecida la asistencia obligatoria de los maestros de la jurisdicción.

En el propio año1906 llegó a Guanajay el tren eléctrico desde La Habana, cuando el Ayuntamiento autorizó a la empresa "Habana Central" para que extendiera sus líneas férreas hasta el pueblo. La única objeción puesta a éste contrato consistió en que los trenes de carga debían circular por la noche, y los de pasajeros, por el día. Llegó también el alumbrado eléctrico recibido con beneplácito por la población.

La economía guanajayense estaba, sin embargo, muy quebrantada. El cultivo del tabaco había disminuido a tal punto, que las más importantes escogidas y despalillos habían desaparecido.

Censo 1907

En septiembre de 1907, durante la 2da. Intervención, el Gobierno Provisional ordenó la realización de un nuevo censo, que recogió únicamente datos con respecto a la población.

Ese censo arrojó los siguientes datos sobre guanajay: (9)

Población en 1899

8796

Población en 1907

9808

Aumento

1012

Población por barrios

Norte

2611

Sur

3789

Chacón

646

Jobo

390

Santa Ana

950

San José

566

Cabriales

856

Total

9808

En 1907 la densidad de la población era la siguiente:

Área en kilómetros cuadrados. - 131

Población rural por kilómetros cuadrados. - 89.7

Área en millas cuadradas. - 51

Población rural por millas Cuadradas. 230.8

Entre 1899 y 1907 la población de Guanajay obtuvo un crecimiento de 1012 habitantes. Si observamos comparativamente los censos realizados en ambos años, podremos apreciar que con respecto a 1899, la población urbana disminuyó mientras que la rural aumentó.

Por:

 

1899

1907

Urbano

Barrio Norte

2675

2611

 

Barrio Sur

3808

3789

Rural

Cabriales

533

856

 

San José

389

566

 

Santa Ana

765

950

El 1ro. de agosto de 1908 se llevaron a cabo las elecciones municipales y provinciales, con la presencia de los liberales divididos en Zayistas (partidarios del Dr. Alfredo Zayas Alfonso), los Miguelistas (partidarios del General José Miguel Gómez) y los conservadores que habían constituido un nuevo partido.

No obstante a haber obtenido los conservadores una resonante victoria con la elección del Coronel Indalecio Sobrado como Gobernador Provincial en Pinar del Río, en Guanajay fue electo alcalde el Coronel Francisco Carrillo Vergel de filiación liberal. Carrillo desempeñó su cargo hasta marzo de 1909 en que fue nombrado para un alto cargo militar y presentó su renuncia como alcalde.

El 14 de noviembre del propio 1808 se efectuaron elecciones nacionales. Guanajay tuvo en dichas elecciones un candidato a representante, el educador José Rodríguez Vélez, quien no logró la cantidad de votos necesarios para ser electo.

El 29 de enero de 1909 el Gobierno Interventor presidido por Magoon hizo entrega del gobierno de Cuba al nuevo presidente electo José Miguel Gómez. Nuevamente vio Guanajay la partida de las tropas yanquis. Sin embargo, el fin de la 2da. Intervención y la llegada al poder de un nuevo presidente, no significó la recuperación de su economía, pues el nombramiento de Gómez se limitó al nombramiento de sus correligionarios en los puestos públicos, sin un plan económico determinado que sacara la economía cubana del estancamiento.

La vida política de Guanajay siguió matizada por la violencia entre liberales y conservadores en su lucha por el poder. Esa violencia costó la vida al candidato liberal Leoncio Acosta, amigo personal del Presidente Gómez, y de gran arraigo popular, quien fue baleado en el Mariel por sus contrincantes políticos. (10)

Desaparecido el candidato liberal, en las elecciones de 1912 fue electo alcalde nuevamente Juan Inda Rodríguez que pertenecía a la burguesía terrateniente de Guanajay, cuyos intereses representaba en el gobierno local. De ahí que el poco interés y la apatía por los problemas socioeconómicos del pueblo, resultaran la característica más sobresaliente de su gestión, que duró hasta 1914, año en que presentó su renuncia por problemas de índole personal.

Por otra parte, en 1910 habían surgido en Guanajay 2 Comités afiliados al "Partido Independiente de Color". Como es conocido ese partido había sido creado el 9 de agosto de 1908 por Evaristo éstenóz como la "Agrupación Independiente de Color" que agrupaba a cubanos negros y mulatos y en la que los blancos no tenían cabida. Esa agrupación surgió como expresión de inconformidad racial ante el resultado de los comicios parciales que habían tenido lugar días antes, siendo aún gobernador de la isla Charles Magoom y en los que sólo los ciudadanos blancos habían resultado electos para gobernadores, consejeros provinciales, alcaldes y consejales.

Y aunque el móvil del surgimiento de esa agrupación fue la discriminación racial existente, que humillaba a los que la padecían y era legítimo el anhelo de luchar por la igualdad social, éstenóz y sus seguidores enrumbaron incorrectamente sus aspiraciones y coadyuvaron aún sin proponérselo a la división del pueblo entre blancos y negros agudizando los prejuicios raciales.

Inmediatamente dieron inicio a una gran actividad organizativa y propagandística, que tuvo como resultado la creación de numerosas filiales en 5 de las 6 provincias del país.

Los dos comités guanajayenses estuvieron formados del modo siguiente: uno presidido por Pánfilo Gandía y que tuvo como secretario a Cayetano Nodarse, y el otro presidido por Leocadio Regal y con José Regal en la secretaría. (17)

La creación de estos comités encontró rechazo entre numerosas personalidades guanajayenses que protestaron ante su activación. Entre esos pueden mencionarse al Coronel Gálvez, Abad Sánchez y a Vicente Silveira y Arjona, quienes se reunieron en la casa de Benito Rodríguez ubicada en la calle Agramonte, esquina Zayas, para patentizar su rechazo ante la formación de ese partido en Guanajay.

éstenóz intentó en vano que Vicentillo Silveira se uniera a su partido, mediante una carta que le envió solicitándole su cooperación. Silveira le contestó delicada pero enérgicamente que no estaba dispuesto a secundarlo porque consideraba insensata la idea de constituir una agrupación política formada por individuos de una sola raza.  Por esa respuesta éstenóz tildó a Vicentillo de cobarde y servil a través de las páginas del periódico “Prevención”.

A esa grosería el guanajayense contesto publicando una serie de artículos en diversos periódicos. Uno de esos artículos fue editado por el periódico “Las Claridades” y repartido gratuitamente en Vuelta Abajo.

Una vez desencadenada la cruel y sangrienta Guerra de los Independientes del Color, que provocó en La Habana una cruzada contra la raza negra auspiciada por algunos periódicos, Vicente Silveira protestó ante el inhumano proceder con una serie de artículos que bajo el título de “Cerebros Enfermos” argumentaban que en Cuba nunca pueden ni deben divorciarse las razas blanca y negra; porque su existencia nacional se halla establecida sobre bases de fraternidad y amor. (18)

La economía de Guanajay continuó durante estos años en franca bancarrota. En medio de esa situación asumió la presidencia de Cuba Mario García Menocal, el 20 de mayo de 1913. Su gobierno coincidió con la 1ra. Guerra Mundial (1914-1918) que trajo consigo el aumento de los precios del azúcar, y por consiguiente una etapa de bonanza económica conocida como “La danza de los millones”. El gobierno de Menocal no se preocupó, sin embargo, de capitalizar esa ganancia en favor del pueblo.

En esencia, la situación de miseria del país no fue superada. Más bien se inicia una era de corrupción administrativa sin límites, valiéndose de un plan de carreteras y obras públicas que se proyectó, y que sirvió para el enriquecimiento ilícito de contratistas y politiqueros. En Guanajay se inició una carretera que apenas alcanzó los tres kms. de longitud.

Pero más elocuente que cualquier dato o estadística resulta la carta que un jornalero guanajayense dirigió a Abelardo Hernández, director del diario local “La Justicia”, y que fue íntegramente publicado por ese periódico el 12 de abril de 1913.

El comentarista del diario que se firmaba PP y W introduce la carta diciendo:

“He recibido una carta que transcribo a continuación, sin quitar punto ni coma, ni aún quisiera corregir sus faltas de ortografía. No quisiera variar en nada la queja que la epístola envuelve, lamento que viene de abajo y corrobora lo que vengo sosteniendo sobre nuestro decadente estado económico. Dice así la carta:

“Sr. PP y W.

Muy señor mi: En las columnas de “La Justicia” e leído lo que usted dice sobre nuestro estado económico y sobre la necesidad y obligación que tienen las autoridades de buscar la manera de que nos ganemos honradamente la vida los jornaleros que tenemos familia y tenemos que mantenerla con lo que nos producen los trabajitos que se nos presentan.

Ud. tiene razón, los que no somos tabaqueros ni empleados pasamos muchas miserias cuando no hay escogidas pues no tenemos trabajo ninguno.

Muchos dicen corten caña, pero ese trabajo produce muy poco a los que no tienen costumbre hacerlo y apenas cortamos 70 u 80 arrobas los que no nos emos dedicado a ese trabajo.

Ud. dice que hay que salir de las calles principales para darse cuenta de como vivimos los pobres que no tenemos oficio, y mucha razón, pero el Alcalde que antes de las elecciones nos visitaba para pedirnos el voto, y se sentaba en los cajones que tenemos por sillas, no viene ahora por aquí por temor de que le pidamos algo, y no sabe o no quiere saber nuestras necesidades y no quiere hacer nada por mejorar el trabajo en Guanajay cuando eso le será tan fácil si él quisiera.

Aquí nos vamos a morir de hambre o vamos a tener que robar para poder comer, pues todo es preferible antes que no tener donde ganar el pan para nuestros hijos.

Los jornaleros le agradecemos mucho lo que Ud. viene diciendo, que, aunque se pierda en al vacío, nos demuestra su buena voluntad

Sin otro particular se despide de Ud. su atento y SSSLBSM    Hipólito García”

Y continúa diciendo el comentarista:

“Tiene razón el Sr. García cuanto vengo diciendo respecto a la falta de vida económica de éste pueblo, se perderá en el vacío, pero ello no será óbice para que continúe por ese camino hasta llegar a convencer a las autoridades municipales que ellos están obligados a luchar por el mejoramiento económico de la población que representan.

Ser alcalde de un pueblo, no es solamente para firmar los documentos oficiales y disfrutar satisfecho del honor indiscutible que el cargo representa; es trabajar por el desarrollo del pueblo, poner al servicio de la comunidad las energías todas y aprovechar las influencias que del cargo se derivan, para introducir mejoras en todos los órdenes de la humanidad.

Los que así no lo hacen son malos administradores y faltan a conciencia a sus más sagrados deberes.

A éste respecto recuerdo el final de un artículo escrito por Joaquín N. Aramburu, hace años, que decía:

Todos quieren ser alcaldes, ¡pero muy pocos saben serlo! 

                                                                PP y W. (11)

No requiere muchos comentarios esa carta. Por boca del jornalero Hipólito García ha quedado realizado el retrato económico de Guanajay; la falta de puestos de trabajo y la miseria de las clases más bajas de la sociedad, por un lado, y la indiferencia del gobierno local por el otro. Esa imagen, cual cliché se repetiría a lo largo de toda la pseudorepública en Guanajay.

La burguesía terrateniente por su parte no sufría en carne propia la carencia de trabajo ni la miseria. Como propietarios de la tierra recibían el beneficio de ella esquilmando a los trabajadores. El 26 de junio de 1915 apareció publicado en el periódico local “El Liberal” un artículo sobre las utilidades obtenidas por la sucursal guanajayense del Banco Nacional de Cuba, en base a los créditos que otorgaba a los terratenientes de la jurisdicción.

En una de sus partes el artículo dice:

“En los contornos de Guanajay se siembran actualmente más de ciento cincuenta caballerías de caña, repartidas entre pequeños terratenientes que sin el concurso monetario del Banco no podrían aprovechar el elevado precio del azúcar, por lo cual se deduce que el Banco Nacional es una institución que merece todo nuestro agradecimiento”. (12)

Cabría preguntarse quiénes tenían motivos para estar agradecidos al Banco Nacional. Seguramente no eran los obreros desempleados o los jornaleros, porque ¿acaso podían ellos obtener el concurso monetario del banco? El abismo que separaba a pobres de ricos fue haciéndose cada vez mayor y la lucha de clases se agudizó en esa misma medida.

Al producirse en 1914 la renuncia del alcalde Inda, había ocupado su puesto por sustitución reglamentaria Miguel Heras Montero, cuyo período de gobierno fue igualmente pálido. En 1916 se celebran elecciones, mediante las cuales asciende a la alcaldía de Guanajay Martín Mora, sagaz político, que habría de regir la vida toda del municipio hasta la caída del tirano Machado en 1933.

Por las peculiares características que tuvo, su gobierno se diferenció notablemente del resto de los que le precedieron y aún de los que le sucedieron.

De humilde extracción social, Mora surgió en la escena política primeramente como concejal, puesto desde el que sugirió proyectos para mejorar la riqueza agrícola e industrial de la localidad, a la vez que lanzó duras críticas al poco interés de la alcaldía por buscarle solución a los grandes problemas económico sociales que enfrentaba el pueblo.

En su personalidad y gestión políticas se mezclan disímiles elementos, ambiciones personales y deseos de escalar altas posiciones políticas que trascendieran los límites de su pueblo natal, por un lado, y real preocupación por cambiar el panorama económico guanajayense. No pudo escapar tampoco a los vicios de los políticos de turno, aplicó el nepotismo y favoreció a sus allegados y aduladores. Utilizó a la prensa local como tribuna para apologar su gestión, garantizando un seguro electorado, a la vez que aglutinó a su alrededor a un importante grupo de personalidades locales que contribuyeron a exaltar su figura política.

Sin embargo, y a pesar de sus métodos típicamente politiqueros, encauzó algunos logros económicos y sociales materializados en la creación de cientos de plazas de trabajo, a través del establecimiento de escogidas y almacenes de tabaco. Duplicó el alumbrado público, hizo arreglar y pavimentar las principales calles del pueblo. Creó un establecimiento especial de víveres para impedir que la población padeciera hambre durante el desequilibrio que produjo la guerra en Europa.

Promovió una campaña contra el analfabetismo. Fundó una asociación cívica de niños que dirigió personalmente, y desde la cual desarrolló un amplio plan que contemplaba la obtención de una asistencia escolar óptima, y un adecuado desarrollo de los niños a partir de la práctica de deportes y la realización de excursiones que les permitieron conocer y amar la naturaleza.

La hacienda pública pudo salir de su estancamiento y pagar a sus empleados las deudas por concepto del atraso en el pago de salarios.

En 1919 se realizó un nuevo censo de población cuya finalidad era, según informe rendido por el Consultor Técnico Sr. H. E. Stephenson, al Director General del Censo Dr. Ángel C. Betancourt, la formación de un registro verídico de los electores de la República. Pero el tiempo disponible era muy limitado, y fue preciso realizarlo con toda la rapidez posible, por lo que se decidió omitir de él la parte relativa a la industria y la agricultura. (13)

Los datos referentes a Guanajay son los siguientes:

Guanajay

 

1907

9808

1919

11741

Aumento

1937

%

19.8

Población por barrios (1919)

Rurales

1- Cabriales

1042

 

2- Chacón

1214

 

3- Jobo

948

 

4- Santa Ana

1105

 

5- San José

891

Urbanos

6- Norte

2712

 

7- Sur

3833

 

Total

11745

 

El desenvolvimiento del Ayuntamiento puede apreciarse en la siguiente tabla comparativa:

 

1907

1919

Tiendas de Víveres

73

72

Hoteles y Cafés

11

10

Tejares

1

1

Acueductos

1

1

Fábricas de Tabaco

1

1

Fábricas de agua y gaseosa

1

1

Tenerías

1

2

Imprentas

5

2

Almacenes de Tabaco

3

8

Fábricas de hielo

 

1

Destilerías

 

1

Almacenes de Víveres

 

1

En el censo se recogían además los datos siguientes sobre Guanajay:

Está rodeado por las siguientes carreteras:

La que va de La Habana a Pinar del Río que atraviesa la población; la que va a Mariel, Cabañas y Bahía Honda, tiene servicio de ferrocarril que presta la Compañía de Ferrocarril del Oéste desde 1849, y el ferrocarril Habana Central Eléctrico. El ferrocarril privado que traslada su caña para el Central Toledo en Marianao.

En el término hay una estación telegráfica y servicio telefónico a larga distancia.

Hay también servicio de guaguas y automóviles entre los pueblos vecinos.

El Banco Nacional de Cuba, el Banco Español y el City Bank of New York tienen sucursales en éste pueblo

La cabecera tiene planta eléctrica, fábrica de helados y cakes, depósito de combustible (gasolina, alcohol, etc.), talleres de aserrío, el hospital "San Rafael", único que existe en el resto de la provincia.

La Escuela Correccional de varones.

LA población por sexos, razas y nación está compuesta de la siguiente forma:

Sexos

 

Blancos nativos

Blancos extranjeros

Varones

Hembras

Varones

Hembras

Varones

Hembras

6167

5578

4202

4124

421

126

  

T..8326

 

T..547

 

 

       Negros

 

Mestizos

 

Amarillos

 

Varones

Hembras

Varones

Hembras

Varones

Hembras

770

621

751

704

23

3

T..1391

 

T..1451

 

T..26

 

Estado Civil

 

Solteros

7677

Casados

2892

Viudos

605

Unidos sin sanción legal

571

Total

11545

Profesiones

 

Agricultores, pescadores y mineros

1745

Servicios profesionales

258

Servicios domésticos y personales

844

Comercio y transportes

502

Manufacturas e industria

857

Sin ocupación lucrativa

7539

Total

11745

  

Como podrá apreciarse entre 1907 y 1919 la población guanajayense continuó su aumento, esta vez en una cantidad de 1937 habitantes. Y aunque con la premura con que se efectuó el censo no pudo recogerse el estado de la riqueza agrícola, por todo lo que hemos expuesto y ejemplificado, puede afirmarse que la economía continuaba estancada. Las colonias cañeras que existían, estaban en función del central Toledo (hoy Martínez Prieto) y no se había logrado tampoco estabilizar ni desarrollar suficientemente ningún cultivo que caracterizara económicamente la región.

En 1920 se realizaron elecciones municipales. Esta vez los alcaldes fueron elegidos por un período de 2 años de acuerdo al código electoral CROWDER con el objetivo de separar las elecciones generales de las municipales. Resultó reelecto Martín Mora, quien prosiguió sus planes de mejoras económicas y sociales.

En las elecciones generales de 1924 Mora obtuvo un acta de Representante a la Cámara. Renunció a la alcaldía, lo que no significó que soltara el timón de la vida política de Guanajay.

Desde su puesto de representante mantuvo un control total sobre Guanajay. Durante la construcción de la Carretera Central gestionó y obtuvo que se incluyera en el trazado el paso de la carretera por el municipio para asegurar así, según sus propias palabras, la vida y el progreso comercial del pueblo, abriendo más amplios horizontes de prosperidad local.

Uno de los puntos básicos del programa de gobierno, expuesto por el General Gerardo Machado al lanzar su candidatura a la Presidencia de la República, fue el de la no reelección.

En noviembre de 1924 ya triunfador de las elecciones generales que se habían efectuado el 1ro. del propio mes, al recibir la visita de la Federación de las Corporaciones Económicas Machado dijo:

"Mi mayor gloria será presidir unas elecciones tan honradas como las celebradas el 1ro. de noviembre, y no aspirar de ninguna manera a la reelección". (14)

Bien pronto hubo de olvidar sus postulados antirreeleccionistas. En diciembre de 1925 inició su camino a la reelección al suspender la reorganización de los partidos políticos. De ese modo continuaron ocupando los cargos de las asambleas los mismos individuos que lo habían llevado a la presidencia.

Se discutió y aprobó un proyecto de ley que modificaba la Constitución de 1901. Mientras se efectuaban las discusiones, la Cámara de Representantes estuvo rodeada de policías, y el hemiciclo donde se encontraban reunidos los funcionarios permaneció lleno de "público", compuesto por agentes policiales vestidos de civil con órdenes de impedir cualquier alteración del orden.

Esa modificación, que no significó otra cosa que una prórroga de los poderes de Machado y sus acólitos, quedó evidenciada en el artículo 48 del citado proyecto de ley, que decía textualmente:

"el artículo Cuarenta y ocho de la Constitución quedará redactado de la siguiente forma:

Artículo 48: La Cámara de Representantes se compondrá de un representante por cada veinticinco mil habitantes o fracción de más de doce mil quinientos elegidos, para un período de seis años, por sufragio directo y en la forma que determine la Ley...".

En el título catorce de la Reforma Constitucional, en la disposición tercera, acápite d dice:

"Los representantes elegidos en primero de noviembre de mil novecientos veinte y cuatro, cesaran el primer lunes de abril de mil novecientos treinta y uno".

Y en la propia disposición tercera acápite a se planteaba:

"El presidente de la república elegido en primero de noviembre de mil novecientos veinte y cuatro, cesará el veinte de mayo de mil novecientos treinta y uno, y no podrá ser electo para dicho cargo en las elecciones de mil novecientos treinta". (15)

La reacción popular ante la prórroga de poderes fue de repulsa e indignación. De inmediato las fuerzas de represión del régimen iniciaron una ola de persecuciones y violencia que habría de caracterizar la época del Machadato.

Estos acontecimientos repercutieron en Guanajay con mucha fuerza, teniendo en cuenta además que el "caudillo local" Martín Mora dominaba por entero la vida política del pueblo, y que había sido él uno de los que con su voto en la Cámara refrendó la prórroga, y se convirtió de hecho en aliado y colaborador incondicional de Machado durante todo su mandato.

Mora instauró una especie de cacería de brujas, régimen mediante el cual hacía la vida imposible a los opositores a Machado. Uno de los métodos clásicos de su grupo represivo fue el de ensuciar las casas y las puertas de las casas de sus enemigos políticos lanzándoles cartuchos llenos de heces fecales.

Las autoridades locales se aprovecharon también del decreto No. 1601 sobre la expulsión de extranjeros, utilizándolo contra los obreros zapateros polacos FICHE SANDO, CABRAN y ELÍAS, quienes tenían ideas comunistas e introdujeron en Guanajay una buena cantidad de literatura Marxista. Por órdenes de Mora fueron hecho prisioneros y posteriormente expulsados del país.

En el periódico local "Las Claridades" de fecha 11 de junio de 1932 apareció una nota amenazadora contra un grupo de dirigentes obreros antimachadistas en la que se les difamaba utilizando un marcado lenguaje anti soviético:

"Mira Hueco dice:

Lenin, Raffas y Trofoff Arturoff  Mirahuecoff quiere que estalle en Guanajay una bomba más grande que la de Santa Clara y ya verán dice, si estalla o no.

Que feroz es Mirahuecoff.

Todo porque el Secretario y cogedor obrero Arturoff por orden de Juan Dotroff y de acuerdo con Barbinoff reparte proclamas revolucionarias, según el teniente Canoff.

Nosotros recomendamos al compañero Artuoff Mirahuecoff que siga cogiéndose el dinero de los gremios y del Centro Obrero y se deje de meterse en lo que no le importa y no haga el papel de Peñaroff". (16)

Aunque en 1924 había renunciado a la alcaldía, Martín Mora colocó en ese puesto a su hermano José Manuel en las elecciones de 1926 y posteriormente en las de 1932. Su otro hermano nombrado Miguel fue elevado al cargo de Consejero Provincial en el propio 1932.

Toda la represión desatada en Guanajay durante el machadato, no logró acallar las protestas obreras. En 1938 el periódico "Obrero Libre" publicó un artículo sobre la protesta contra la introducción de máquinas torcedoras. En una de sus partes dice:

"Nos ofrecemos a la sociedad de torcedores y despalilladores de esta villa, para la celebración de una manifestación pública de protesta y mitin en la plaza pública... para la salvación de nuestra segunda y acreditada industria del tabaco”. (19)-20

Por su parte el periódico "Las Claridades" ofrece en junio de 1932 el siguiente testimonio:

"La huelga forzada de los tabaqueros parece tocar a su fin rota por la traición y la inconsciencia. Lo que fue nuestra organización disciplinada es ahora destrozada y combatida por el mismo compañero que la levantara". (20) 21

Lucía Mazpule Vitón, dirigente del sector tabacalero en Guanajay ofreció los testimonios siguientes:

" Una vez prendieron a los compañeros del Trust, a Panchito Guitarra que tenía inclinaciones comunistas le torturaron y de eso murió luego. También a Valdomero Inclán y a otro que le decían Arturo los tenían presos en el cuartel. Entonces formamos una concisión del Trust y nos fuimos al cuartel para interesarnos por la situación de nuestros compañeros, pero nos salió el cabo Calderón con el sable en la mano y nos gritó: Viren pa´tras que parecen abejas sin madre. Por la tarde los soltaron".

Y continuó Lucía:

" Ahora que hablamos de Machado le diré que para tumbarlo tuvimos que irnos a una huelga muy prolongada que duró varios días, al extremo de que para no morirnos de hambre tuvimos que formar comisiones y salir por los campos para recoger comida, reses, etc. Me acuerdo que cuando ocurrió la matanza del 7 de agosto, ya estábamos en huelga". (21)

Se sucedieron los actos de sabotajes, apagones y circuló en todo el pueblo gran cantidad de propaganda antigubernamental. El jefe del ejército en Guanajay Capitán Fernández y el cabo Calderón se caracterizaron por la represión que desataron.

Calderón se jactaba que mientras él estuviera en éste municipio, no se colocarían bombas ni petardos. Sin embargo, mientras se encontraba en las puertas del VIVAC municipal, el luchador antimachadista Mario Delgado logró colocar un petardo que casi explotó en sus pies. (25)

Por su parte, Aida Sánchez, dirigente sindical de las despalilladoras ha dicho refiriéndose a la dura etapa del machadato:

"Aquí en Guanajay empecé a trabajar en el año 1932, en pleno Machadato. Los sueldos eran bajos, se pagaba a 2 y a 5 centavos la picadura, no se ganaba ni para el chicle. Pasamos etapas muy duras, no teníamos ni dirección sindical. El sindicato se organizó por el año 38 y fue Candita Laza, comunista, la que resultó elegida Secretaria General". (22)-23

Y en realidad durante la tiranía machadista el movimiento obrero en Guanajay no había alcanzado aún un grado óptimo de concentración y centralización, aunque las condiciones se iban creando con una base muy sólida.

En 1926 habían llegado al pueblo los zapateros polacos FICHE SANDO, Cabrán y Elías, de ideas comunistas y poseedores de una sólida conciencia de clases. Estos obreros comenzaron a influir en un grupo de trabajadores guanajayenses entre los que se destacaron Luis Martínez y Guillermo Hernández.

Luis Martínez era trabajador del Trust, una de las grandes industrias del tabaco existentes en Guanajay. Ese Trust era una sucursal cuya casa matriz radicaba en La Habana. Al decidir los dueños cerrar la sucursal guanajayense, Martínez se vio obligado a trasladarse hacia San Antonio de los Baños, donde conoció a Miguel Valdés; Presidente de los escogedores de tabaco y fundador del 1er. Partido Comunista de Cuba, junto a Baliño y Mella.

Vivamente impresionado por la influencia de Valdés y de Mella a quien asegura haber conocido en una velada política en San Antonio, Martínez entabló con los polacos una fructífera relación.

Juntos, frecuentaban una finca al sur de Guanajay llamada Pluma. Allí realizaban largas jornadas de estudio sobre marxismo, y tomaban acuerdos sobre la forma idónea de organizar el movimiento obrero en Guanajay, y por supuesto tenían como objetivo básico la formación de un núcleo dirigente del Partido Comunista en la localidad. (23)

Ese grupo se extinguió sin poder obtener sus anhelos políticos, sin embargo, constituyó un importante paso de avance en la creación de la conciencia de clases, y de él emergió con fuerza la figura de Martínez, quien continuó las luchas obreras.

Como ya se ha explicado antes, los polacos fueron expulsados de Cuba. El 7 de noviembre de 1930 ellos habían organizado un pequeño acto frente a la fábrica donde laboraban, y entonaron las notas de la Internacional. Denunciados ante Martín Mora fueron encarcelados y luego expulsados del país. (24)

Como ya se ha conocido a través del testimonio de una dirigente del sector tabacalero en Guanajay, hubo participación en la huelga que derrocó a Machado, pero al conocerse lo que ocurrió en la Habana el día 7 de agosto, esa huelga no continuó.

Al producirse la huida del tirano el pueblo se lanzó a la calle manifestando su alegría. Pero la confusión, el desorden y la falta de una dirección política que enrumbara adecuadamente el triunfo popular, determinó que se cometieran actos de desenfreno, chantajes, robos y despojos.

Una avalancha humana se lanzó contra las propiedades de los hermanos Mora. El teatro Vicente Mora, obra arquitectónica notable, que había sido mandado a construir por Martín Mora, fue destruido en pocas horas. Sus casas fueron saqueadas por elementos de baja catadura moral y por algunos guanajayenses confundidos. Todas las propiedades que les fueron ocupadas les fueron posteriormente devueltas.

El Machadato dejó para Guanajay igual que para el resto del país una secuela de hambre, desempleo y subdesarrollo. La economía guanajayense no superó su estancamiento. La situación de la clase obrera se agudizó, y su conciencia de clase experimentó un evidente desarrollo al calor de la lucha antimachadista, y en consecuencia con la situación de explotación que padeció durante esos años, y todos los años desde la instauración de la República Mediatizada.

Durante la lucha contra Machado sobresalieron en Guanajay las figuras de varios dirigentes obreros, pero por su importancia en la consolidación del movimiento obrero deben señalarse a: Francisco Hernández Guijarro (Panchito Guitarra) y a Luis Martínez, quienes sin dudas resultaron elementos decisivos en el gran salto que experimentó ese movimiento en el municipio a finales de la década de los años 30.

Hernández Guijarro fue un decidido luchador antimachadista y luego formó parte de la Joven Cuba, organización revolucionaria creada y dirigida por Antonio Guiteras. Perteneció al sector de los guagüeros, desde donde trabajó sin descanso en la creación y consolidación de los sindicatos.

En 1931 se realizó un censo de población en el que aparecen los siguientes datos sobre Guanajay:

El partido judicial de Guanajay comprendía los juzgados municipales de Guanajay, Cabañas, Bahía Honda, San Diego de Núñez, Mariel y Quiebra Hacha.

La población urbana y rural ascendía a 14 695 habitantes con una densidad en la parte urbana de 63.31 % y en la rural de 41.16 % y un área de 131 Km.

La población urbana estaba integrada por 9 303 habitantes y la rural por 5 392, con un 49.8 % de varones y un 50.2 % de hembras. La proporción de la raza blanca era de 72.3 % y la de la raza negra de un 27.7 %. Los extranjeros constituían un 5.5 % de la población total.

En 1919 la población se había elevado a 11 745 habitantes, y en 1931 alcanzó la cifra de 14695, con un incremento de 2 950 habitantes que significaban un 25.12 % de crecimiento poblacional.

La distribución de la población según su lugar de nacimiento se comportaba del modo siguiente:

Lugar de Nacimiento

Total

Ciudad

Cuba

14 066

8729

España

476

365

Resto de Europa

98

98

Estados Unidos

18

18

Resta de América

15

10

Asia

19

18

China

1

 

Otros

2

2

Total

14695

9303

éste cuadro evidencia que en Guanajay no se produjo la introducción de braceros que caracterizó esa época. Esa diferencia esta determinada por el escaso desarrollo de la industria azucarera observado en Guanajay durante esos años, y como se conoce fue el desarrollo de esa industria el que determinó la entrada de grandes cantidades de braceros que constituyeron la mano de obra barata utilizada por los capitalistas.

La población por barrios era la siguiente:

Barrio

Población 1919

Población 1931

Incremento (%)

Norte

2712

3434

26.62

Sur

3833

5415

41.27

Cabriales

1042

1113

6.81

Chacón

1214

1052

13.37

Jobo

948

1349

42.3

San José

891

1135

27.39

Santa Ana

1105

1197

8.33

En cuanto a la instrucción Guanajay presentaba en 1931 el panorama siguiente:

                                               Varones de 21 años y más

  
 

total

saben leer

no saben leer

Profesionales

Títulos Académicos

Se ignora

Guanajay

3753

2627

1126

24

36

 

Ciudad de Guanajay

2430

1918

512

18

18

 

Debe aclararse que sólo aparece la anterior estadística relativa a los varones de 21 años y más debido a que el comportamiento de la instrucción en el resto de la población no se recogió en ese censo.

Viviendas

Población total

Número de familias

Número de viviendas

Guanajay

14695

2542

2542

Ciudad de Guanajay

9303

1755

1745

El movimiento oposicionista contra la dictadura de Machado triunfó plenamente. Sin embargo, desde antes de su triunfo habían dado inicio las maniobras para impedir que los objetivos populares y revolucionarios se cumplieran A Esos afectos se encontraba en Cuba Benjamín Summer Wells, representante oficial del imperialismo norteamericano, que puso en práctica toda su sagacidad para mediatizar el triunfo revolucionario.

Se hizo cargo de la presidencia Carlos Manuel de Céspedes, cuyo gabinete estuvo integrado por representantes de los distintos grupos y partidos que habían aceptado la Mediación de Wells, lo que equivale a decir que ese gabinete estaba compuesto por la parte más conservadora y reaccionaria de la oposición a Machado; Wells no contó ni podía contar con la oposición revolucionaria, que era por otra parte la que había jugado el rol más importante en la lucha.

El pueblo no tardó en darse cuenta que el gobierno de Céspedes no garantizaba sus anhelos y necesidades. La lucha popular continuó; se pidió la deposición de todas las autoridades que habían cooperado con el gobierno de Machado, y se dio inicio a un fuerte movimiento de repulsa contra la Constitución espúrea de 1928.

Con la llegada al poder del pusilánime Presidente Céspedes se dio inicio a una etapa convulsa, en la que los gobiernos se sucedieron uno tras otro con rapidez inusitada, y donde la característica predominante fue el retroceso hacia la reacción y el entreguismo al imperialismo yanqui. Sólo resalta entre tanto lodo político la figura de Guiteras, quien, desde el llamado Gobierno de los Cien Díaz, libró numerosas batallas contra el servilismo y la traición de la política tradicional cubana.

En medio de esa convulsión política, Guanajay marchó al unísono de los acontecimientos nacionales.

El 14 de agosto de 1933 fue designado alcalde de facto el Dr. José Moreno Piedra, quien debió enfrentar desde la alcaldía la secuela de hambre y miseria dejada por el Machadato.

Se hizo necesario distribuir raciones de alimentos entre la población hambrienta. Para obtener esos alimentos, el Dr. Moreno se apoyó en las distintas organizaciones cívicas y en la colaboración de algunos comerciantes.

Como testimonio de esos repartos puede citarse éste que remitiera el propio alcalde a la Sociedad de Torcedores de Guanajay:

“Guanajay, 25 de agosto de 1933. 

Señor Presidente de la Sociedad de Torcedores.

Señor:

Tengo el gesto de acompañar 75 vales por raciones individuales de carne, obsequio de la Cremería de Word, para que se sirva distribuirla entre los más necesitados de su colectividad.

Atentamente de Ud.

José V. Moreno

Alcalde Municipal. (26)

La permanencia de Moreno en la alcaldía fue muy breve, pues al ser el Presidente Provisional, Grau San Martín depuesto por Batista en complicidad con la diplomacia yanqui, éste alcalde fue inmediatamente depuesto también.

Fue nombrado como nuevo alcalde el Dr. Patricio Sánchez López. Patricín, como solían llamarle sus allegados. Procedía de una de las familias más ricas de Guanajay, hijo de Don Patricio Sánchez, propietario de ingenios, de esclavos y jefe de voluntarios durante la colonia. Su ideología no podía ser más reaccionaria, pero era sin dudas el hombre adecuado para garantizar la política del Coronel Carlos Mendieta, el hombre “recomendado” por Wells e impuesto por Batista desde su posición de Jefe del Ejército.

Su gobierno no logró resolver la situación terrible que vivía el pueblo guanajayense. Continuó el hambre y la falta de empleos.

Con fecha 20 de mayo de 1935, el periódico local “La Chispa” publicó el artículo “Industrialicemos a Guanajay” que en algunas de sus partes dice:

“En reciente asamblea celebrada en la casa Ayuntamiento púsose nuevamente sobre el tapete la necesidad de procurar para Guanajay nuevas fuentes de trabajo, que aparezcan oportunidades para ganar el sustento a nuestros centenares de desocupados de ambos sexos y vigoricen el desarrollo de los grandes y pequeños negocios.

Y es doblemente necesario que así lo hagamos por cuanto no podemos esperar de la agricultura, por razones que todos conocemos, el surgimiento económico de Guanajay. Rodeado de grandes fincas dedicadas en su mayoría al cultivo de la caña por administración, sólo nutren nuestra circulación monetaria las modestas asignaciones del corte y tiro en la zafra y los míseros jornales del llamado tiempo muerto. Dentro de esa realidad no queda otro camino que buscar industrias que aminoren el desempleo y eviten la miseria y el hambre en los hogares de Guanajay”. (27)

Posteriormente en el propio periódico La Chispa, en el número correspondiente al 30 de junio de 1935, el alcalde anunciaba el traslado de una fábrica de tabacos para Guanajay. Lo que no aclaró en su entrevista el Sr. Sánchez fue el perjuicio que ocasionó el traslado de esa fábrica hacia éste municipio, dejando en la peor miseria a los obreros que en ella laboraban donde anteriormente se encontraba enclavada. Explicar eso no estaba en los planes políticos y reeleccionistas del alcalde.

Seis meses después de instalada la fábrica se desataba alrededor de ella un sonado escándalo, pues su dueño, quien primero exigió reparaciones en el edificio donde se instalaría, demoró meses en dar inicio el trabajo y solo contrató una treintena de empleados para trabajar dos semanas.

En el artículo titulado “¿Qué pasa con la fábrica de tabacos?, la prensa local arremete contra el señor Solaún, dueño de dicha fábrica y contra las autoridades que indiferentes le dejan burlarse de los obreros:

“¡Piensan nuestras autoridades que el pueblo en general, el comercio y los obreros en particular, no ven con indignación la negligencia criminal que ponen de manifiesto al no hacer nada encaminado a despejar la situación creada al cedérsele el edificio a quien tan poco caso ha hecho al compromiso contraído...

Terminado ya el período político, que tiene la virtud de hacer olvidar a las autoridades sus deberes, sobre todo cuando aspiran, es llegada la hora de que pongan en claro el problema.

Nada de paños calientes que ya es mucha la tolerancia y se prolonga demasiado la burla sangrienta.”. (28)

Mientras la vida económica de Guanajay se desarrollaba entre la miseria y falsas promesas de la politiquería local, la conciencia de clases y las luchas políticas seguían ganando terreno.

Francisco Hernández Guijarro fundó en 1934 la célula No.1 de la “Joven Cuba”, organización revolucionaria dirigida por Tony Guiteras Holmes, el gran luchador antimperialista. Entre los miembros de esa célula se encontraban Miguel Aramburu y Guillermo Hernández. (29)

Al estallar el 8 de marzo de 1935 la famosa huelga de marzo, un grupo de jóvenes telegrafistas guanajayenses se sumó a ella. Gerardo Suárez, Francisco Blanco Navarro y José Antonio Armas Valdés fueron detenidos, maltratados y trasladados con posterioridad al Castillo del Príncipe. Se unieron también al movimiento huelguístico los empleados de la zona fiscal Rodrigo Blanco y Rolando del Pozo (Rolo) quienes fueron brutalmente agredidos por la fuerza pública al mando del Capitán Reyes Chaple. (30)

Por otra parte el movimiento obrero inició un despegue definitivo hacia su organización y consolidación. Los gremios, que hasta el momento habían sido la principal forma de agrupación obrera, y que no salían del contexto puramente económico desaparecen. Esos gremios respondían casi enteramente a los intereses patronales, pues eran comunes los acuerdos y arreglos entre los patrones y los dirigentes gremiales en detrimento de los obreros y sus intereses colectivos.

Comienzan a organizarse los sindicatos, dotados de características diferentes, con conciencia de clases y que recibían una influencia directa de los comunistas. Aún antes de surgir en Guanajay el primer partido marxista, esa influencia llegaba a través de los luchadores de La Habana que constantemente visitaban Guanajay. Entre esos compañeros pueden citarse a uno conocido como Tobita, a Faustino de la Barrera y a la compañera María Luisa Soler.

En Guanajay existía un numeroso grupo de afiliados a la Organización Auténtica que lidereaba Grau San Martín. Al frente de esa organización estaba Félix Izquierdo y entre sus miembros Gustavo Herrera, Julián Casanova, Luis Martínez y Jesús Peralta. Pero bien pronto se decepcionaron de las promesas de Grau de hacer una Revolución y traer armas del extranjero. Toda la mentira y la politiquería quedó clara para ellos y decidieron separarse de esa organización. Transcurrirían los meses finales de 1936.

Tobita les habló entonces de otra organización revolucionaria encabezada por Juan Marinello, que se nombraba Unión Revolucionaria. A ella se integraron de inmediato. Entre los compañeros que dieron ese importante paso pueden citarse a Herminio Fernández, Gustavo Herrera, Julián Casanova, Luis Martínez, Oscar Cabrera y el propio Peralta.

Se estaba creando por otra parte un núcleo pequeño del Partido Comunista encabezado por Joaquín y Miguel Aramburu, ya en 1937. éste núcleo buscaba la cantidad de compañeros necesarios para poder inscribirse como Partido en la Junta Electoral.

Peralta y Félix Izquierdo visitaron la Sede de la Unión Revolucionaria en La Habana, y sostuvieron una entrevista con Marinello, quien les manifestó que su organización tenía todo el apoyo del Partido Comunista.

Reunidos en la casa de Gustavo Herrera en la calle Crombet, crean oficialmente el Partido Unión Revolucionaria, con la presencia de un representante nacional de esa organización que ellos recuerdan como el Dr. Menéndez. Resultó electo presidente Félix Sosa Escandell.

Conociendo que existía una disposición sobre la posibilidad de fusionar los partidos políticos, y teniendo en cuenta que los intereses del Partido Comunista y de la Unión Revolucionaria eran comunes y su ideología la misma, decidieron los revolucionarios guanajayenses fusionar ambas organizaciones.

Esa crucial reunión se efectuó en la casa del compañero Julián Casanova, sita en Luz Caballero No.17. Allí se decidió nombrar el nuevo partido como Unión Revolucionara Comunista, y su directiva quedó formada del modo siguiente:

Presidente: Félix Sosa Escandell

Secretario General: Joaquín Aramburu

Asuntos Campesinos: Ovidio Rodríguez Cuesta.

Asuntos Sindicales: Jesús Peralta, Oscar Cabrera y Luis Aramburu

Propaganda: Luis Heras Mederos, Julián Casanova Cardoso, Caridad Heras Mederos,  Miguel Aramburu Moya y Pedro Aramburu.

El 13 de septiembre de 1937 el Partido unión Revolucionaria Comunista fue legalizado. De esta forma los comunistas guanajayenses, definitivamente unidos, iniciaron una batalla larga y difícil en aras de las reivindicaciones obreras y campesinas. Su primer local estuvo ubicado en la calle General Díaz e/ Agramonte y C. García. (31)

En 1938 se produce la creación bajo la dirección de los comunistas de los más importantes sindicatos en Guanajay. El primero en organizarse fue el Sindicato de los Barberos; luego el de los zapateros. El sindicato de los Trabajadores del Transporte también fue creado en 1938 bajo la orientación del gran líder obrero José María Pérez, quien visitó varias veces Guanajay en los trajines organizativos. Los dirigentes guanajayenses por su parte según recuerda Abelardo Gutiérrez, secretario de finanzas de ese sindicato, también lo visitaron varias veces en la sede nacional del sindicato en Monte No. 986 (altos).

Los tabaqueros también organizaron su sindicato. Los compañeros Jesús y Joaquín Aramburu, así como Amado Balsinde por su parte, se dieron a la tarea de organizar el sindicato de los obreros agrícolas. El movimiento obrero en las zonas campesinas llegó a ser bastante grande y fuerte. El partido designó al compañero Ovidio Rodríguez para atender junto a los antes mencionados a los pequeños agricultores.

En la organización de todo el trabajo por las reivindicaciones obreras y campesinas, el Partido obtuvo mucho prestigio entre la clase trabajadora. (32)

La prensa jugó en todo éste proceso un papel importante. El periódico “Hoy” reflejaba todo lo que acontecía con los trabajadores.

El 20 de mayo de 1936 tomó posesión de la presidencia en Cuba Miguel Mariano Gómez, quien antes de finalizar ese año tuvo varias dificultades con Batista. Miguel Mariano vetó una ley aprobada por el Congreso cuya mayoría servía a los intereses de Batista. éste replicó reuniendo a los más altos jefes militares, acordando establecer una Junta Militar y disolviendo el Congreso.

La mayoría de los senadores y representantes se plegó ante esta amenaza y acordaron entonces acusar de coacción al Presidente Gómez.

El Congreso se constituyó en Tribunal Supremo de Justicia, actuando de presidente el que lo era del Tribunal Supremo de la República, y declaró culpable a Miguel Mariano, destituyéndolo el 24 de diciembre de 1936. Federico Laredo Brú que ocupaba la Vicepresidencia fue elevado al cargo de Presidente. (33)

En Guanajay, por su parte, había resultado electo el 10 de enero de 1936 para la alcaldía Vicente Bosch Brunet, representante del Partido Unión Nacionalista y miembro de una acaudalada familia del municipio. Bosch había derrotado en las elecciones a Miguel Guevara Vázquez.

En ese propio mes de enero Guanajay fue estremecido por los sucesos acontecidos alrededor del secuestro del joven Paulino Gorostiza, hijo de una acaudalada familia de comerciantes españoles residentes en La Habana.

Esa acción fue organizada y ejecutada por un grupo de jóvenes que procedían de la Joven Cuba, el Partido Agrario Nacional (orientado por Alejandro Vergara, quien había sido alcalde de La Habana entre 1933 y 1934) y los antiguos abecedarios. Esta agrupación se denominaba “Legión Revolucionaria”.

Los miembros de la misma secuestraron el 11 de enero al joven Gorostiza y le exigieron a su familia la cantidad de 50 000 pesos por su rescate.

El secuestrado fue traído hacia la finca San Gabriel en Guanajay, donde “Legión Revolucionaria” contaba con la ayuda de los campesinos Miguel, Luis y Joaquín Aramburu, así como la de José Millán Otero (el chino Carrazco).

La Policía Nacional inició de inmediato las pesquisas y no tardó en descubrir que el objeto de su búsqueda estaba en Guanajay. El sanguinario Teniente Coronel Eleuterio Pedraza tomó militarmente el pueblo por órdenes expresas de Batista, quien dirigía personalmente la operación.

La represión fue violenta, el chino Carrazco, el estudiante habanero José Marín Dopico y otro joven conocido como Saguita (quien fue chofer de Antonio Guiteras) fueron brutalmente asesinados por la jauría de Pedraza. Miguel Aramburu logró escapar milagrosamente empujando con inusitada audacia al propio Pedraza y refugiándose en un cañaveral cercano.

Los diarios “El País” y “Diario de la Marina” informaron profusamente sobre los sucesos con una marcada intención de desprestigiar a los secuestradores, presentándolos como elementos peligrosos merecedores de severo castigo. (34)

Legión Revolucionaria tuvo una vida efímera, y los hermanos Aramburu superaron esta fase inicial de su vida revolucionaria, ingresando más tarde en el Partido Unión Revolucionaria Comunista.

El gobierno de Vicente Bosch Brunet se caracterizó por el traslado hacia el municipio de numerosas fábricas procedentes de la Ciudad de la Habana. éste proceso se había iniciado durante el gobierno de Patricio Sánchez.

Dos importantes fábricas abrieron ese período migratorio; una de ellas de calzado, considerada como una de las más importantes de la república por su volumen de exportación hacia mercados centro y suramericanos. Inició sus trabajos con 100 obreros y llegó a emplear cerca de 400 de ambos sexos. Su dueño era Santiago Cuscó.

La otra fábrica instalada fue la de tabacos de Pita y Hnos. Esta dio ocupación de inicio a 120 tabaqueros, cifra que fue aumentando paulatinamente. (35)

A esas dos siguieron numerosas fábricas instalándose en Guanajay. Ese traslado fue tan masivo y violento que el Secretario de Trabajo de la República Dr. Agustín Cruz tomó medidas urgentes para evitar que el éxodo de fábricas de la capital hacia Guanajay continuara.

Esa actitud provocó una enconada polémica entre el Dr. Cruz y el alcalde Bosch, según puede leerse en las páginas del periódico La Chispa.

Como es de suponer esas fábricas emplearon a centenares de ciudadanos, pero no escaparon de las manipulaciones políticas ni a los lucrativos rejuegos de los politiqueros locales. Casi de inmediato se establecieron privilegios y condiciones para tener derecho a laborar en una de estas industrias.

Desde las páginas de la Chispa, el tabaquero Leandro Herrera denunció toda la situación creada alrededor de las fábricas, en una serie de artículos.

El 20 de julio de 1936 fue publicado uno de ellos titulado Carta abierta a los zapateros honorarios. No es bueno jugar con la miseria del pueblo. En él, Herrera expresa entre otras cosas:

“…; y todo se debe a que dos o tres señores de la noche a la mañana se han erigido en dispensadores de mercedes en todo lo que signifique trabajo en nuestro pueblo”.

Y termina advirtiendo:

“.... Señores zapateros honorarios: no jueguen con la miseria de un pueblo, pues eso es tanto como jugar con fuego”. (36)

Entretanto la situación de la vivienda se hacía cada vez más crítica. Los propietarios de inmuebles se valían de rejuegos para aumentar los precios de los alquileres, y por otra parte existía una negativa a construir nuevas capacidades habitacionales que ayudaran a aliviar esa situación.

Atraídos por las nuevas industrias se asientan en Guanajay numerosas familias, algunas venían ya “recomendados “por políticos influyentes o por amigos de los propietarios. La demanda de inmuebles habitacionales creció, y los precios de los alquileres subieron indiscriminadamente; los dueños alegaron la “prosperidad” de que disfrutaba una tercera parte de la población.

No tuvieron en cuenta las dos terceras partes restantes, en las que estaban incluidos los zapateros con tarifas miserables, los jornaleros que únicamente trabajaban 2 ó tres meses durante el año; las despalilladoras, cuyos talleres no laboraban durante meses ni los empleados cuyos sueldos seguían siendo los mismos de antes.

Toda esa situación trajo como consecuencia el desalojo de aquellos que no podían pagar las altas tarifas, para entregar los inmuebles a aquellos que pagaban el doble del anterior precio. Se acudió también por parte de los ambiciosos e inescrupulosos dueños a la subdivisión de las casas, con el fin de sacarle más provecho a la situación de escasez de viviendas. Esto último creo además un serio problema sanitario.

El destacado luchador antimachadista Carlos Guinart, quien luego fue fundador del Partido Ortodoxo en Guanajay, fustigó duramente esta alza de alquileres en un artículo que publicó el 10 de octubre de 1937 en el periódico La Chispa con el título “El alza de los alquileres”. Al referirse al hacinamiento provocado, del que resultaba entre otras enfermedades la propagación de la tuberculosis, Guinart afirmaba:

“¡Al hambre que por desnutrición la proporciona; la falta de aire que la abona! ¡Mediten los que deben y pueden evitar éste mal, sobre todo aquellos que tanto temen al Comunismo y resultan ser los principales cultivadores de su simiente!”.

En sentido general puede afirmarse que la situación económico social de Guanajay continuó su empeoramiento. Lo que pudo significar una apertura de nuevas perspectivas, no sólo en lo que a cantidad de plazas de trabajo se refiere, sino también en cuanto a desarrollo económico, se transformó en una manipulación de la necesidad del pueblo. A todo esto, hay que agregar los nuevos problemas que trajo consigo la llegada de infinidad de familias atraídos por las plazas de trabajo, y las condiciones poco favorables en que se veían obligados a habitar no sólo ellos, sino los propios ciudadanos guanajayenses víctimas de la subida brusca de los alquileres.

En la agricultura el panorama continuó siendo el mismo de inicios de la pseudorepública, las tierras guanajayenses continuaron convertidas en grandes colonias cañeras del central Toledo (hoy Martínez Prieto) sin que en ellas se cultivaran otros productos que coadyuvaran al desarrollo agrícola del municipio. Refiriéndose a la situación política de Cuba en 1937, Julio Le Riverand apunta en su libro “La República Dependencia y Revolución”, en la página 308:

“El cuadro político del año 1937 se caracterizaba por el ascenso general de las fuerzas más reaccionarias de Cuba, encabezadas por los grupos francamente profascistas. El apoyo del fascismo internacional se reflejaba en Cuba, especialmente a través del “Diario de la Marina”. Por otro lado, la represión interna alcanzaba su máxima expresión; los asesinatos, el encarcelamiento y la condena en los Tribunales de Urgencia, la censura a los periódicos, el atentado a todos los que tuvieran un disentimiento, a quienes se hacía tomar palmacristi o aceite mineral en grandes cantidades... La reacción más violenta dominaba en Cuba bajo la protección de Batista y con la mirada de simpatía de la diplomacia norteamericana”.

Ese mismo año de 1937, el estudiante de medicina guanajayense Miguel Andrés Heras Pérez, opositor al régimen imperante fue detenido y posteriormente trasladado a las afueras del pueblo por la carretera que conducía a la antigua Cremería Word. Allí fue obligado a ingerir un litro de palmacristi. (37)

Hacia finales de 1937 sin embargo la situación política cambió en el país, y esta circunstancia también es explicada por Le Riverand en su ya citado libro “La República Dependencia y Revolución”. Esta vez en la página 314 el autor afirma:

Desde fines del año 1937 y durante la primera mitad del año 1938 la relación de fuerzas dentro del gobierno varió, inclinándose ésta hacia posiciones liberales que hasta entonces no había tenido. Por un lado la situación internacional, principalmente el hecho de que el gobierno norteamericano de Roosvelt iniciase una política de oposición a las agresiones fascistas motivó por consiguiente un cambio de actitud en general más aparente que real, en ciertos grupos dominantes de la economía y la política cubana.

Laredo Brú, presidente por sustitución, propició en aquellos momentos una entrevista entre Grau y Batista en la cual se sentaron las bases para un acuerdo que instrumentara la convocatoria de la Asamblea Constituyente...

El acuerdo antes mencionado establecía que se suspendieran las elecciones generales que debían celebrarse en 1940, que se convocara a una Constituyente y que se resolvería en su momento todo lo relativo a la terminación y la vigencia de los mandatos colectivos producto a las elecciones de 1936 y de 1938, las cuales forzosamente tendrían que ajustarse de alguna manera a la transición entre la vigencia de la Ley Constitucional de 1935 y la vigencia de la nueva Constitución.

En abril de 1939 se aprobó un nuevo Código Electoral que incorporaba algunas de las reformas necesarias para crear posibilidades de una elección que reflejaría en alguna medida los sentimientos populares, y en noviembre de dicho año se convocó a las elecciones para la Constituyente.

Todo éste acontecer nacional repercutió en Guanajay. En primer lugar, el alcalde Vicente Bosch, eufórico ante el nuevo panorama y creyéndose merecedor de gloria política por las fábricas que había logrado trasladar hacia Guanajay, se sintió con derecho a que le proclamaran Representante a la Cámara. A esos efectos inició su campaña electoral a partir de enero de 1938, nominado por el partido Social Demócrata junto a Ángel Manuel Ferro, uno de los tradicionales “caciques” de Vuelta Abajo.

El Conjunto Nacional Democrático nominó a Manuel Pérez Galán, rico cosechero de piña en la región y “dueño” de la zona con cabecera en Artemisa. El Partido Liberal por su parte lanzó la nominación de Santiago Pérez Díaz, apoyado por el magnate azucarero José Manuel Casanova, quien ejercía control sobre toda la costa norte de Pinar del Río. Y, por último, el Partido Unión Nacionalista llevó como candidato a Rogelio Regalado.

Los contrincantes políticos de Bosch eran de sumo cuidado, pues según la composición del electorado de la provincia, ellos tenían un control casi absoluto de la maquinaria política especializada en la compra y venta de votos y en los cambios en las mesas electorales. El electorado de Bosch en cambio, era reducido, sólo de 7 214 electores, lo que no aseguraba la elección de un representante.

Semanas antes de la celebración de los comicios el periódico La Chispa publicó varios comentarios sobre los comicios que se efectuarían el 5 de marzo. Uno de ellos, el correspondiente al 20 de febrero de 1938, dio a conocer lo siguiente:

Términos

Colegios

Electores

1- Pinar del Río

68

31 595

2- Consolación del Sur

46

20 235

3- Artemisa

28

13 463

4- San Juan y Martínez

27

12 021

5- Guane

26

11 518

6- Cabañas

22

10 425

7- San Cristóbal

18

9 237

8- San Luis

17

8 267

9- Los Palacios

18

8 096

10- Consolación del Norte

19

7 740

11- Guanajay

16

7 214

12- Candelaria

16

6 587

13- Viñales

21

6 412

14- Mantua

14

5 543

15- Mariel

12

5 158

Como puede apreciarse Guanajay ocupaba el onceno lugar en el orden de importancia.

Una vez celebrados los comicios del 5 de marzo de 1938 y efectuados los escrutinios, Bosch resultó derrotado por un amplio margen de votos. En esa contienda electoral el Partido Comunista se mantenía aún en la clandestinidad más severa.

Se dio inicio entonces en todo el país a una gran campaña en favor de la celebración de la Asamblea Constituyente. Pero era necesario realizar previamente un censo electoral y de población, a todos efectos el Tribunal Superior Electoral acordó señalar el día 12 de noviembre de 1938 para dar inicio al censo.

En los primeros días del mes de enero de 1939 se dieron por terminados los trabajos del censo en Guanajay, elevándose la cifra de los electores inscriptos a 7 638, con un aumento con relación a febrero de 1938 de 424 censados.

La Junta Municipal Electoral de Guanajay en nota de prensa publicada por el periódico “La Chispa” en su edición del 10 de enero, dio a conocer el siguiente parte:

“Terminadas hace días las operaciones del censo, definitivamente han quedado inscriptos como electores en éste término 7638 personas de ambos sexos.

La distribución por barrios es como sigue:

Cabriales

534

Chacón

472

Jobo

519

Santa Ana

378

San José

543

Norte

1971

Sur

3221

Total

7638

Al iniciarse más tarde las depuraciones en las afiliaciones efectuadas por los partidos políticos, la Junta Electoral detectó un fraude consistente en la enorme duplicidad en las afiliaciones.

En su edición correspondiente al 20 de junio de 1939, el periódico “La Chispa” reseñaba los hechos bajo los siguientes titulares:

“La duplicidad de las afiliaciones hace imposible conocer el número fijo de ellas. Muchas mesas de afiliaciones serán acusadas de falsificación. Los nacionalistas en primer lugar.

Hasta los muertos acuden a afiliarse”.

El propio periódico publicó con fecha 30 de junio de 1939 otro artículo “Más de 1300 duplicidades en Guanajay”.

Esas fraudulentas duplicidades demuestran la esencia falsa y demagógica de la política local guanajayense, cuya finalidad era únicamente la obtención de poder, aunque para lograrlo tuviesen que valerse de la mentira y el engaño, manipulando ante todo al electorado compuesto por la gente humilde del pueblo.

Después de la depuración efectuada por la Junta Electoral, el resultado final arrojó una mayoría de electores a favor del Partido Nacionalista que presidía el alcalde Vicente Bosch. El día 8 de agosto de 1939 la Junta Municipal Electoral designaba los locales donde funcionarían los colegios, con vistas a las elecciones que se celebrarían el 15 de noviembre del propio 1939.

A lo largo de todo el país se produjeron infinidad de actos políticos auspiciados por los diferentes partidos en favor de sus candidatos. El P U R C llevaba sus candidatos propios. El 26 de septiembre de 1939 el periódico “Noticias de Hoy”, órgano oficial del Comité Nacional del Partido Unión Revolucionaria Comunista, publicó la siguiente información:

“Mañana gran mitin de la Coalición Unión Revolucionaria Comunista en Guanajay. Hablarán Salvador García Agüero y otros candidatos constituyentistas.

Harán uso de la palabra Félix Izquiero, Aida Pelayo (Dirección Nacional) y los candidatos constituyentistas de Pinar del río: José María Reyes, Alejandro Martín, Orlando Mitján, María Luisa Soler, Juan Vila Carvajal y Eduardo Cantón.

El resumen estará a cargo del líder Salvador García Agüero”.

El 20 de noviembre de 1939 el periódico “La Chispa” dio el resultado de las elecciones:

Partidos de Gobierno

cant. de vo

U. R. Comunista

190

Liberal

1126

Nacionalista

1233

Conjunto N D

207

Realista

29

Total

2785

Partidos de Oposición

Cant. de votos

D. Republicano

339

A B C

543

A. Republicana

175

P. Agrario

22

Auténticos

1593

Total

2672

Mayoría en favor del gobierno: 113 votos

Acudieron a las urnas un total de 5457 electores, esto es el 71 % aproximado de los que tenían capacidad de hacerlo.

¿Qué le sucedió a ese 29 % que se quedó en su casa, sin responder a los estímulos de las tendencias en pugna?

Eso tendrán que averiguarlo los que se preparan para las luchas del futuro.

Guanajay no tuvo candidatos propios dentro de esas elecciones constituyentistas por parte de los comunistas. Todo el apoyo se le ofreció al resto de los candidatos provinciales. Sólo el partido ABC tuvo en Guanajay a uno de sus candidatos provinciales, el Dr. Luis Manuel Núñez, quien finalmente no obtuvo los votos suficientes para integrar la delegación a la Constituyente.

La Convención Constituyente inició sus sesiones en el Capitolio Nacional (hoy sede del CITMA) el 9 de febrero de 1940. En la sesión inaugural hicieron uso de la palabra el Coronel Federico Loredo Brú, Presidente de la República, el Dr. Jorge Mañach a nombre de los partidos de la oposición, el Dr. José Manuel Cortina, a nombre de los partidos Liberal, Unión Nacionalista, Conjunto Nacional Democrático y Nacional Revolucionario (Realista) y el Dr. Juan Marinello, a nombre del Partido Unión Revolucionaria Comunista, el cual conservaba su personalidad no obstante pertenecer a la coalición Socialista.

El 8 de junio de 1940 se celebró la última sesión de trabajo de la Convención Constituyente. Al mes siguiente en el histórico pueblo de Guaímaro, los delegados firmaron la Constitución, cuyo texto fue promulgado 4 días después en el pórtico central del Capitolio Nacional.

Al enjuiciar el papel que tuvo en esa histórica Convención, la delegación del Partido Unión Revolucionaria Comunista, el General de Ejército Raúl Castro, en discurso pronunciado el 24 de febrero de 1976 y publicado por Granma el 25 de febrero de 1976 en su página 2 dijo:

“La presencia de una fracción comunista junto a otros delegados progresistas y vinculado ello al carácter público de los debates a la gran movilización de masas y a la situación internacional que existió en aquellos momentos llevó a que se recogieran en el texto de dicha Constitución algunas formulaciones avanzadas, que fueron siempre burladas e incumplidas por los distintos gobiernos burgueses”.

La propaganda política para la celebración de las elecciones generales de 1940 fue relativamente breve. Su duración coincidió en parte, con el tiempo que estuvo en funciones la Convención Constituyente.

Vicente Bosch logró que la Asamblea Municipal del Partido Nacionalista celebrada el 30 de diciembre de 1939 lo nominara como candidato para un segundo período electoral.

“La Chispa” publicaba el 20 de diciembre de 1939 la proclamación del Dr. Alberto Nuevo Aladro como aspirante a la alcaldía por el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) así como la de Andrés Fernández Santurio para Consejero Provincial por el propio partido.

Por el Partido Liberal aspiraba a la alcaldía Gustavo Inda. El Partido Unión Revolucionaria Comunista por su parte envió una nota al periódico informando que su Asamblea Municipal tomó el acuerdo de nominar a Oscar Cabrera González como candidato a alcalde por dicho partido.

En mayo de 1940 se formó una coalición integrada por los partidos Liberal, Demócrata Republicano, Conjunto Nacional Demócrata, Realista y Unión Nacionalista.

El 21 de mayo “La Chispa” publicó los resultados de una reunión celebrada en la alcaldía entre todos los representantes de los partidos aliados. En ese artículo se expresó además que en la referida reunión participaron los afiliados del Partido Unión Revolucionaria Comunista Félix Izquierdo, Eusebio Pérez y Jesús Rivero. Esos tres afiliados fueron separados de las filas del Partido U.R.C. por haber violado los acuerdos tomados en su asamblea efectuada días atrás y en la cual nominaron a Oscar Cabrera, su candidato.

La tensión entre los partidos de la coalición de gobierno y la oposición aumentó en la medida en que se acercaban los comicios electorales. Los partidarios de Bosch y los del Dr. Alberto Nuevo protagonizaron numerosos enfrentamientos, caracterizados por las reiteradas denuncias de los auténticos sobre los métodos de coacción que estaban utilizando los agentes del gobierno en complicidad con la Guardia Rural. En los barrios rurales fundamentalmente las cédulas electorales, eran arrebatadas a todos aquellos que eran considerados contrarios a la candidatura de Bosch.

Unos días antes de la celebración de los comicios, fijados para el 30 de mayo de 1940, el Partido Auténtico presentó ante el Tribunal Supremo Electoral formal denuncia de todos los hechos que acontecían en Guanajay, por los que solicitaban garantías.

El Tribunal Supremo ordenó la suspensión de los comicios. En el Parque Municipal se produjo un mitin organizado por los auténticos, en el que el militante del dicho partido Luis Enrique Álvarez (Biliquen) dio lectura a la resolución del antes mencionado Tribunal.

Las tropas del ejército al mando del Capitán Cortés hicieron acto de presencia y atropellaron a numerosos presentes en el mitin. Realizaron unos disparos para dispersar a la multitud. Esos acontecimientos, ocurridos un día antes del señalado para los comicios, dieron ideal pretexto a los militares para tomar las riendas del pueblo implantando la Ley Marcial. (38)

En medio de esa situación, los militares allanaron las oficinas del Partido U.R.C. ubicadas en la calle General Díaz. Estos hechos produjeron la enérgica protesta de los partidos Auténticos y U.R.C. La prensa local por su parte enmudeció, haciéndose cómplice de los desmanes cometidos. De igual forma los dirigentes provinciales de los partidos de oposición, sólo formularon protestas formales basadas en las reglas del artículo 248 del Código Electoral. Ni una palabra dijeron para protestar por los atropellos cometidos por Cortés.

“La Chispa” publicó el 6 de septiembre de 1940 la convocatoria librada por la Junta Municipal Electoral de Guanajay, para la celebración de elecciones especiales el día 10 de septiembre del propio año 40, fecha escogida por el Tribunal Supremo Electoral para elegir un alcalde municipal y quince concejales por un período de 4 años.

Aunque nacionalmente se había creado la Coalición Socialista Democrática que llevaba como candidato presidencial a Batista, y en ella estaba incluido el Partido Unión Revolucionaria Comunista, junto a los partidos Liberal, Unión Nacionalista, Conjunto Nacional Democrático y Nacional Revolucionario, en Guanajay no funcionó la coalición. El Partido U.R.C. llevó su propio candidato a la alcaldía. Las maniobras reaccionarias de los politiqueros provinciales habían impedido la inclusión de los comunistas en la coalición.

Esas elecciones se caracterizaron por el gran número de fraudes cometidos en los distintos colegios electorales, y la compra-venta de votos protagonizada por los sargentos políticos. La victoria correspondió a Vicente Bosch.

El día 12 de septiembre, el periódico “La Chispa” ofreció los detalles de los comicios:

“Acudieron a las urnas 5 422 electores de los 7 500 que integran nuestro cuerpo electoral, descomponiéndose esa cifra por partidos en la forma que sigue:

Coalición:                                                        

Unión Nacionalista........................1810         

Liberales........................................  891             

Demócratas Republicanos……....   448                                  

Conjunto Nacional Democrático… 348

Realistas.........................................   87

                           Total...................3584

Oposición:

Partido Revolucionario Auténtico... 1239

Acción Republicana........................   599

Total...............................................  1838

Mayoría a favor del candidato municipal de la coalición Vicente Bosch Brunet 1746.”.

En esa información ofrecida por “La Chispa” no se mencionan los votos obtenidos por los Partidos ABC y Unión Revolucionaria Comunista, quienes también participaron en esas elecciones con candidatos propios.

De éste modo quedaba abierto un nuevo período de gobierno; cuya figura central fue una vez más el Dr. Vicente Bosch Brunet, lo que permite afirmar que nada cambiaría en el panorama económico guanajayense. La situación de Cuba en éste período que va desde 1940 hacia adelante no puede ser analizada si no es teniendo en cuenta un hecho internacional trascendental: la Segunda Guerra Mundial.

En su libro “La República Dependencia y Revolución” Julio Le Riverand plantea en la página 324:

La elección de Batista el propio año 1940, se realizó bajo el signo de la Segunda Guerra Mundial y, por consiguiente, en medio de una fortísima lucha interna por el mantenimiento de la democracia en la vida institucional del pueblo cubano. éste gobierno aun cuando por un lado se alimenta junto a las potencias denominadas entonces, por otra presentada debido a su composición, grietas muy profundas. Los grupos más reaccionarios, los grupos tradicionales dominantes en la economía cubana, manifestaban su adhesión a la causa de las democracias, pero intentaban reducir la democracia efectiva interna del país. Los efectos de la guerra se dejaron sentir inmediatamente en los abastecimientos. Para subsistir el país dependía, como se sabe, de las importaciones. La incorporación de los Estados Unidos a la lucha se tradujo en una serie de restricciones que redujeron de inmediato la posibilidad de importaciones a Cuba. El terreno estaba abonado para que el pueblo cubano fuera víctima de un proceso inflacionario desatado por los especuladores, comerciantes e industriales que aprovechan la situación para elevar desmedidamente sus beneficios”.

En Guanajay éste panorama, de por sí sombrío, se oscureció aún más con el traslado de algunas de las fábricas que habían venido años antes. En otros territorios dejó en la calle a sus obreros con motivo de su arribo a Guanajay, ahora tocaba a los obreros guanajayenses ese triste destino.

El 10 de julio de 1942, el periódico “La Chispa” comentó acerca del traslado:

“¿Responsables de esto?

No nos importan las inculpaciones ahora, pero lo cierto, que más de 200 obreros de ambos sexos sufren hoy las consecuencias del desempleo, y que nuestra anémica economía local, ha perdido un apreciable factor”.

En mayo de 1943 la alcaldía local lanzó una convocatoria para constituir el “Comité Pro Guanajay” con vistas a recaudar fondos que le permitieran realizar determinadas obras en el municipio. éste comité fracasó ruidosamente al no poder llevar adelante su programado plan de obras de ornato y beneficio públicos.

En 1943, se efectuó además un censo demográfico que arrojó los siguientes resultados, ofrecidos por la Junta Municipal:

Vecinos 16 502         Electores 8 777

Barrios

Habitantes

Electores

Sur

6515

3551

Norte

3958

2229

Cabriales

1208

611

Chacón

1100

531

Jobo

1248

607

San José

1512

720

Santa Ana

961

507

Total General

16502

8777

(39)

Por su parte en el Informe General del Censo de 1943, publicado en La Habana en 1945, encontramos los datos siguientes sobre Guanajay:

La población electoral, según los censos de 1943, 1938 y 1934 en el municipio de Guanajay era la siguiente:

En 1943 se elevaba a 8777 con un aumento sobre 1934 de 906 electores y un % de 13.46. Y en 1934 alcanzó la cifra de 6782 electores.

                                 Población

 

1907

1919

1931

1943

9808

11745

14695

16502

Población según sexos

     

Total General

16502

Varones

8452

Hembras

8050

En la ciudad

10527

Varones

5145

Hembras

5382

Población de blancos cubanos

13008

Varones

6643

Hembras

6365

En la ciudad

7757

Varones

3751

Hembras

4006

Población de blancos extranjeros

279

Varones

181

Hembras

98

Población de negros

1634

Varones

848

Hembras

786

En la ciudad

1333

Varones

678

Hembras

655

Población amarilla

32

Varones

26

Hembras

6

En la ciudad

26

Varones

20

Hembras

6

Población mestiza

1549

Varones

754

Hembras

795

En la ciudad

1217

Varones

524

Hembras

643

Instrucción: mayores de 20 años

Blancos:

Guanajay: Total de blancos mayores de 20 años..............  9111

                                             Varones................................. 3567

                                             Hembras................................ 3416

                   Blancos cubanos (saben leer)

                                              Varones................................. 2672

                                              Hembras................................ 2549

                    Blancos cubanos (no saben leer)

                                               Varones.................................  793                  

                                               Hembras................................  771

                    Se ignora la instrucción blancos

                                               Varones................................... 102

                                               Hembras..................................  96

Total de color (negros, mestizos y amarillos cubanos y extranjeros) mayores de 20 años:

                     Total-------------Varones.................................. 958

                                               Hembras..................................901

                      Negros (saben leer)

                                               Varones...................................705

                                               Hembras..................................641

                      Negros (no saben leer)

                                                Varones..................................226

                                                Hembras.................................235

                      Se ignora la instrucción:

                                                Varones....................................27

                                                Hembras.................................. 25

En 1944 se produjeron elecciones. En su edición correspondiente al 10 de junio, “La Chispa” ofrece los resultados de esas elecciones en Guanajay:

Votación Municipal

Vicente Bosch Brunet-----------------3863 votos

Alberto Nuevo Aladro-----------------3783 votos

Diferencia a favor de Bosch-----------   80 votos

A través de su columna “Riendo y llorando” “La Chispa” ofrece además el siguiente comentario sobre las elecciones recién finalizadas:

“.... Por de inmediato salta la interrogación primera: ¿el gobierno del Dr. Grau mirará hacia la izquierda o hacia la derecha? Las masas campesinas y obreras le dieron sus sufragios, confiados en lo primero; los adinerados representados por los sectores del alto comercio y las industrias le ayudaron pensando en lo segundo.

¿Quiénes serán los defraudados?

El Dr. Grau ha declarado que perseguirá al Partido Socialista Popular y que transformará conforme a su pensamiento y no atendiendo al pensamiento de sus integrantes, el máximo organismo del proletariado cubano: la CTC.

Fiel a esas declaraciones típicamente anticomunistas el gobierno de Grau se caracterizó por la persecución al movimiento obrero y revolucionario. Los defraudados serían nuevamente los obreros y la gran masa humilde del pueblo de Cuba. En Guanajay Vicente Bosch inicia otro de sus pálidos períodos de gobierno, el tercero...

El 17 de octubre de 1944 Guanajay fue azotado por un terrible ciclón que dejó una secuela de destrozos y de carencia en la población. En su edición del 21 de octubre “La Chispa” ofrece el siguiente titular:

“Nos amenazan grandes males si el gobierno no atiende rápidamente a las víctimas del ciclón de Guanajay.

Casas destruidas, siembras arrasadas, industrias quebrantadas, hambre y miseria, es el cuadro que ofrece nuestro pueblo. Miles de pesos perdidos y cientos de familias sin hogar. Ocho horas nos azotó el huracán”.

Los daños mayores se registraron en los barrios pobres adyacentes a la población que fueron prácticamente barridos. En el campo los cultivos menores desaparecieron totalmente y las casas de los campesinos fueron destruidas, quedando sus moradores en el mayor estado de miseria.

Ante esta situación la Alcaldía Municipal prestó auxilios limitados a los damnificados. Fue ordenada la instalación de un motor adicional que se moviera por otros medios que no fueran la electricidad para garantizar el abasto de agua potable. De forma independiente la Juventud Auténtica repartió 2000 raciones de comida entre los damnificados.

El presidente Grau realizó un recorrido por las zonas afectadas, pero Guanajay no figuró en su itinerario. En 18 máquinas relucientes y algunas perseguidoras realizaron el recorrido por Cabañas y Artemisa, pero era tal la velocidad que llevaban dichos vehículos que resultaba imposible apreciar los daños causados.

“La Chispa” del 31 de octubre de 1944 comentó:

“Nuestro pueblo se movilizó para esperar al Sr. Presidente, con la esperanza de que se le brindaría una oportunidad para exponerle sus necesidades. Pero el Sr. Presidente no hizo parada en Guanajay, ni aún para leer los carteles en que se le exponían las necesidades más urgentes”.

La indiferencia gubernamental hacia la situación del pueblo estaba diseminada a todos los niveles.

El 28 de febrero de 1945 la Cremería Word anunció su traslado hacia La Habana, dejando desempleados a los obreros que hasta ese momento habían ganado allí su subsistencia. Cada día transcurrido el sistema capitalista demostraba en Guanajay su incapacidad para resolver los acuciantes problemas económico sociales de la población. Sólo los intereses de los capitalistas eran tenidos en cuenta a la hora de asentar o trasladar industrias. Las consecuencias que estas medidas ocasionaban a los obreros en nada pesaban sobre los intereses de los dueños.

El 21 de agosto de 1946 se produjeron de nuevo elecciones municipales, Esta vez el Dr. Alberto Nuevo Aladro del P.R.C (Auténtico) obtuvo la alcaldía con un total de 4548 votos derrotando al Dr. Eduardo Díaz Ortega, representante de una coalición formada por los partidos ABC, Demócrata y el P.S. Popular, quien obtuvo 3 856 voto, es decir, 692 votos menos que el vencedor.

En ese propio año de 1946 Eduardo Chivás, quien hasta entonces había formado parte del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) decidió romper con el autenticismo y su demagogia, que traicionaba en contubernio con las fuerzas más reaccionarias del país, los verdaderos intereses del pueblo cubano. En mayo de 1948 Chivás fundó el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) que habría de jugar un importante papel en la concientización del pueblo.

Ese partido tuvo desde su fundación un gran arraigo popular en Guanajay. Su presidente municipal fue Pedro Julio Esperón, mientras Ángel Eros ocupó la dirección de la Juventud Ortodoxa.

El gobierno autentico del Dr. Nuevo Aladro se inició en medio de fuertes pugnas políticas entre los miembros del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) que detentaban ahora el poder, y los representantes políticos que habían resultado vencidos en las elecciones.

A seis meses de constituida la Cámara Municipal resultaban ya intolerantes las ausencias de los consejales a las secciones de trabajo donde debían analizarse y solucionarse los grandes problemas que afectaban a la población. Continuaron los traslados de fábricas hacia la Habana, con la consiguiente secuela de desempleo, la población sufría escasez de productos de primera necesidad y la proliferación de la bolsa negra. Una Comisión del Partido Socialista Popular visitó al alcalde para exponerle sus inquietudes, y buscar de inmediato soluciones que condujeran al mejoramiento del municipio.

En el periódico "Noticias de Hoy" correspondiente al 10 de mayo de 1947 apareció la siguiente información:

" Expone el Partido Socialista Popular de Guanajay en comisión integrada por Rafael Ramírez, Presidente del P.S.P. Joaquín Aramburu, Narciso Sánchez, Pablo Carpio y Manuel Prieto, solución de importantes problemas."

A continuación, el artículo recoge los problemas específicos tratados en esa reunión que duró más de dos horas.

A pesar del aparente interés con que el alcalde escuchó las opiniones de los comunistas, nada hizo en concreto para solucionar los problemas del pueblo. Por el contrario, dio un nuevo paso hacia la arbitrariedad y la impopularidad. Dictó una resolución de censura a las retransmisiones radiales de las intervenciones de Chivás, que salían al aire a través de los amplificadores instalados frente al parque municipal.

"La Chispa" del día 11 de agosto de 1947 publicó un artículo donde fustigó con dureza esa prohibición, en una de sus partes ese artículo dice:

" Preguntamos: ¿Coacción a la libre expresión del pensamiento? ¿Censura a la propaganda oposicionista? El quid de la cosa estriba en que son miles los ciudadanos que todos los domingos se reúnen frente a estos amplificadores en distintos lugares del pueblo para escuchar las transmisiones de la hora del senador Chivás; y cinco los que se quedan a escuchar la hora radial del gobierno, y eso no lo perdonan los "discípulos" auténticos".

Esa censura provocó la protesta más airada por parte de diferentes instituciones y personalidades locales. Se inició una agitada polémica, que tuvo su culminación en una sección de la Cámara Municipal, en la que la arbitraria resolución tomada por el alcalde fue engavetada como la típica papa caliente que nadie quiso enfriar.

El pandillerismo y la corrupción que caracterizó a los gobiernos auténticos se hizo sentir en Guanajay el 15 de septiembre de 1947, cuando en un tiroteo producido en el reparto Orfila entre pandillas, el joven guanajayense Alberto Díaz González fue baleado. Refiriéndose a esos execrables sucesos, el Dr. Eduardo Díaz Ortega escribió en el periódico "La Chispa" el 20 de septiembre de 1947:

"Ni una sola voz responsable del autenticismo se ha levantado para condenar los vandálicos hechos del 15 de septiembre en Marianao; los congresistas huyeron atemorizados del Parlamento; el fiscal del Supremo, olvidando su apellido ha hecho mutis; el Premier, ni siquiera en legalista documento a los que nos tiene acostumbrados a dicho esta boca es mía..."

El cómplice silencio oficial, ponía claramente de manifiesto la corrupción sin límites del gobierno auténtico, y dejaba caer una gota más a la casi rebosada copa de desencanto popular y la decepción.

Más de un año había transcurrido desde la toma de posesión del Dr. Nuevo como alcalde, y no se había emprendido ni una sola obra en beneficio popular. Los servicios estaban abandonados, las calles en estado ruinoso, y las escuelas en franco y total proceso de deterioro, careciendo de los materiales elementales para llevar adelante su función. Los trabajadores acrecentaban la lucha por sus demandas. El periódico "Hoy" del 13 de diciembre de 1947 reseñó en sus páginas una importante concentración popular efectuada en Guanajay:

"El pasado día 10 tuvo efecto en el parque "Valdés Cinta" de Guanajay una formidable concentración de los obreros agrícolas de la costa norte de Pinar del Río a la cual asistieron representaciones de los trabajadores y otros sindicatos. Ante una gran concurrencia que se nutría por momento, hicieron uso de la palabra Vitalio Roig, del Sindicato de Torcedores, Reinaldo Rodríguez por el Sindicato del Central San Ramón, Jesús Menéndez de la F.N.T.A. y Lázaro Peña, Secretario General de la CTC."

éste día en vibrantes discursos Jesús Menéndez y Lázaro Peña denunciaron los abusos cometidos contra los obreros, y llamaron una vez más a la clase explotada a luchar sin tregua contra los explotadores. Fustigaron al gobierno corrupto de Grau, sus leyes antiobreros y los asesinatos de los dirigentes obreros, llamando a la unidad en defensa de los intereses comunes.

Por su parte, el 27 de julio de 1948, el propio periódico "Hoy" publicó la siguiente noticia:

"Amenaza el hambre a Guanajay. Fueron detenidos Rogelio Prieto y Bienvenido Ortega, dirigentes de la Juventud Socialista.

Gran agitación está desarrollándose en el pueblo de Guanajay habiendo ya intervenido la policía para impedir que prosiga la movilización del pueblo que demanda la inmediata apertura de los despalillos y porque no sea trasladada a otro lugar la fábrica de tabacos "Piedra" donde laboran numerosos padres de familia de esa localidad."

"La Chispa" del 20 de julio de 1949 ilustra en el artículo "Abandono" el deterioro general que se observa en Guanajay.

"Un corto recorrido por las principales calles de nuestra olvidada ciudad nos puso de relieve el gran abandono en que se encontraba Guanajay. Las calles principales se encuentran convertidas en verdaderas furnias... siendo imposible el tránsito por ellas. Los charcos pestilentes toman ya características de verdaderas lagunas."

Y el día 10 de agosto de 1949 publicó además lo siguiente:

"Guanajay no recuerda, de 1902 a la fecha, una administración municipal más nociva ni que menos haya hecho por el pueblo que ésta. Ninguna ha contado con un presupuesto tan elevado como el actual: ¡Más de 50 000 pesos!...

En el aspecto económico Guanajay languidece, nada se ha hecho en 4 años para mejorar su economía, de ninguna gestión conocemos por la cual se haya demostrado el interés oficial.

Ni la carretera del Jobo, ni la casa de socorro, ni un eficiente servicio médico municipal, ni tan siquiera el servicio eficiente de un hospital."

Sin embargo, en las elecciones del 1ro. de junio de 1950, el Dr. Nuevo Aladro obtuvo nuevamente la alcaldía, con un total de 3992 votos, aventajaba a su más cercano oponente Reinaldo Rodríguez Carreño del P.A.U. en 1703 votos. El 9 de septiembre juró su cargo ante el Pleno del Ayuntamiento.

En diciembre del propio 1950 tuvo éste alcalde la oportunidad de hacer lucir su opaco y gris gobierno con la celebración de los 300 años de la fundación de la villa. Se organizaron unas festividades que sobresalieron por su brillantez y colorido, y porque dieron además una tónica nueva al rescate y la perpetuación de las tradiciones culturales del municipio

Se instauró el día del guanajayense ausente, como forma de reencuentro entre los que ya no habitaban en la villa, pero seguían amando a su patria chica; y los que habían permanecido en ella, conservando las viejas tradiciones y manteniendo en las nuevas generaciones los valores intrínsecos de la cultura local. Fue rescatada y reanimada la banda de música municipal, que desde entonces funcionó ininterrumpidamente hasta la década del 90.

Se representaron además en el marco de esas fiestas "Las Estampas de Guanajay" que tuvieron y tienen gran arraigo en la población. Esa representación consta de un recorrido mediante estampas teatrales y musicales, a través de la historia del municipio desde la época aborigen hasta la actual.

Aunque auspiciadas y dirigidas por la pequeña burguesía, estas fiestas del Tricentenario tuvieron una multitudinaria participación popular y han quedado en la historia municipal como una de las mejor organizadas y más recordadas.

Pero si el final de 1950 transcurrió entre alegrías y éxitos, el inicio de 1951 se presentó turbulento para el gobierno municipal. Dos grandes conflictos laborales estallaron en Guanajay.

El primero estuvo relacionado con el traslado de la fábrica de cigarros y tabacos "José L. Piedra" para Marianao. El segundo con la toma del Ayuntamiento por los obreros de la fábrica de sogas Cuban Cordage. En su edición del 31 de enero de 1951 el periódico "La Chispa" se hizo eco de esos conflictos en uno de sus artículos:

"Desde el lunes se encuentra ocupado el Ayuntamiento por los obreros de esta industria henequenera que radica en Guanajay.

Ante la apatía del gobierno para resolver éste problema que tan grandemente afecta la economía de nuestra villa y deja en el más completo desamparo a más de cien familias, los citados obreros han tomado esta determinación a la vez que hacen un llamamiento a todas las instituciones y clases sociales en apoyo de sus justas demandas.

Con el traslado de la fábrica "José L. Piedra" y el cierre de la Cuban Cordage, sin probable solución, sin ningún otro centro de trabajo en perspectiva de funcionamiento, a los 300 años de su fundación nuestro Guanajay entra en franco período de liquidación."

El 2do. Gobierno del Dr. Alberto Nuevo enfrentaba la misma situación que los que le antecedieron. Las protestas populares crecieron ante la indiferencia oficial. La fábrica de cigarros fue trasladada a pesar de que dejaba sin trabajo a numerosos obreros, otros se vieron obligados a seguir a la fábrica hasta su nueva ubicación en Marianao, para no perder su forma de ganar el sustento.

El clamor popular logró sin embargo que la Cuban Cordage no fuera cerrada. Cada día que transcurría eran más escasas las posibilidades de los obreros de conseguir empleo estable. La esencia del sistema capitalista se hacía a la vez más noticia.

El 13 de febrero de 1951, a pesar de la política de persecución y arbitrariedades a que estaba sometido el P.S.P. por parte del gobierno de Prío Socarrás, se celebró en Guanajay el 103 aniversario del natalicio de Carlos Baliño. El periódico "La Chispa" del 15 de febrero de 1951 reseñó el acto.

"Como en años anteriores, esta vez tuvo efecto en los salones de nuestra Cámara Municipal el acto de recordación a Carlos Baliño, el guanajayense amigo de Martí, y con él fundador del Partido Revolucionario Cubano.

Los Drs. Carlos Rafael Rodríguez y Emilio Roig de Leusenrhing tuvieron a su cargo la parte oratoria...".

Estos actos, ya se dice en el artículo, eran tradicionales en Guanajay, a pesar de la oposición que siempre encontraron los militantes comunistas para honrar la memoria del precursor de las ideas marxistas en Cuba.

Entretanto la ortodoxia continuaba su paso aglutinador. En mayo de 1951 Chivás visitó Guanajay, lo que provocó una de las mayores concentraciones populares que se recuerdan en la población. Miles de simpatizantes lo vitorearon con entusiasmo. Poco tiempo después, al producirse su deceso el 16 de agosto del propio 1951, el pueblo guanajayense lloró su muerte. La actividad ortodoxa no decayó con la desaparición física de su líder; en Guanajay el Partido ganó en organización y antes de finalizar el 1951 se organizó una acción de repudio contra el dirigente del Partido Auténtico Antonio de Varona, que se encontraba inmerso en su campaña política.

Desde los balcones del restaurante "El Niágara" le fueron lanzados manojos de hierba, y fueron colocados dos enormes herraduras y un cartel que decía: " Tony Mulo". Esta acción fue organizada y dirigida por Ángel Eros (presidente de la Juventud Ortodoxa), Heriberto Valdés y José Cuenca, quien fue detenido y conducido al cuartel.

La política tradicional por su parte, comenzó sus rejuegos desde finales de 1951 con vistas a las elecciones que debían realizarse en junio de 1952. "La Chispa" se hizo eco en los resultados de las afiliaciones el 31 de octubre de 1951, y el 10 de octubre se daba a conocer la composición de los respectivos ejecutivos municipales de los distintos partidos, con excepción del ortodoxo, que ese día 10 aún no había decidido su composición.

Como se conoce esas elecciones no llegaron a efectuarse, porque el 10 de marzo de 1952 se produjo auspiciado por el imperialismo yanqui y protagonizado por Batista un golpe militar que sumió al país en la más cruenta de las tiranías.

Ese golpe de estado marcó el inicio de una nueva etapa de lucha, en la que Guanajay ganó por méritos propios su lugar en la Historia Patria.

Referencias

 

  • Añoranzas de abuelo. José María Valdés. Talleres "El Heraldo. 1953. Guanajay.
  • Informe sobre el censo de Cuba. 1899 Coronel J.P. Sanger. Director Departamento de la Guerra. Oficina del Director del censo de Cuba. Washington. Imprenta del Gobierno. 1906
  • Historia del Estado y el Derecho en Cuba. Julio Carrera. La Habana. Ministerio de Educación Superior 1981. Pág 319, 322, y 327.
  • Luis Manuel Núñez. Apuntes para la Historia de Guanajay (inédita) pág. 286.
  • Raúl Castro Ruz. Discurso pronunciado el 24 de febrero de 1976. En Historia del Estado y el Derecho en Cuba. Julio Carrera. Pág. 329
  • Luis Manuel Núñez. Obcit pág. 361
  • Julio Carrera Obcit pág. 361
  • Tomado del Archivo del Dr. Enrique Díaz Ortega. Guanajay.
  • Censo de Cuba 1907. Oficina del Censo de los estados Unidos. Washington; 1908.
  • Rafael Loza Díaz. "Anecdotorio". 1972 (inédita.) Guanajay.

13 - (11) Periódico "La Justicia". 12 de abril de 1913. Archivo del Museo. "Carlos Baliño".

14 - (12) Periódico "El Liberal". 26 de junio de 1915. Archivo del Museo. "Carlos Baliño".

15 - (13) Censo de la República de Cuba. 1919. Maza Arrooyo y Caso. SENC Impresores. O' Reilly 22 y 24. La habana.

16 - (14) Documento para la Historia. Hortensia Pichardo. Tomo III pág.

17 - (15) IBIDEM.

18 - (16) Periódico. Las Claridades" 11 de julio de 1932. Archivo del Museo "Carlos Baliño".

11 - (17) Cincuentenario de un crimen. Sergio Aguirre. Pág. 47.

12 - (18) Vueltabajo Intelectual. Pág 243.

20 - (19) Periódico Obrero Libre. 1928.

21 - (20) Periódico Las claridades. Junio 1932

22 - (21) Entrevista realizada a Lucia Mazpule Vitón. 1975. Museo "Carlos Baliño".

23 - (22) Entrevista realizada a Aida Sánchez. 1975. Museo "Carlos Baliño".

24 - (23) Entrevista realizada a Luis Martínez. 1975. Museo "Carlos Baliño".

25 - (24) Entrevista realizada a Joaquín Aramburu. 1975. Museo "Carlos Baliño"

19 - (25) Entrevista realizada a Joaquín Aramburu. 1975. Archivo de Antonio Armas Deloso.

(26) Documentos del Archivo Personal de Narciso Sánchez. Guanajay.

(27) Periódico La Chispa. Mayo 20 de 1935. Archivo Museo "Carlos Baliño".

(28) Periódico La Chispa. Enero 20 de 1936. Archivo Museo Carlos Baliño".

(29) Entrevista a Joaquín Aramburu. 1975. Archivo de Antonio De Armas.

(30) IDEM.

(31) Entrevista realizada a Jesús Peralta. 1975. Archivo Museo "Carlos Baliño"

(32) IDEM.

(33) Julio de Riverando. La República. Dependencia y Revolución Editora Universitaria. La Habana 1966. Pág. 306 y 308

(34) Tomado de documentos del Archivo personal de Narciso Sánchez. Guanajay.

(35) Periódico "La Chispa". Junio 10 de 1936. Archivo del Museo "Carlos Baliño"

(36) Periódico "La Chispa" Julio 20 de 1936. Archivo del Museo "Carlos Baliño"

(37) Tomado de documentos del Archivo personal de narciso Sánchez.

(38) Tomado del archivo del Dr. Enrique Díaz Ortega.

(39) Periódico "La Chispa". Septiembre 20 de 1943. Archivo Museo "Carlos Baliño".

 

Etapa 1952 - 1958

 

El período comprendido entre los años 1952 y 1958 tuvo en esta zona una connotación especial en el marco de la última etapa de la lucha por la total independencia de Cuba. Actuando consecuentemente con su nunca desmentida tradición patriótica y revolucionaria, Guanajay conquistó a fuerza de heroísmo y entrega, un merecido lugar en la Historia de Cuba.

La situación económica social y política que condujo a esa efervescencia revolucionaria, las principales acciones y los principales dirigentes revolucionarios, serán recogidos y debidamente analizados en éste período de redacción de la historia de guanajay que ahora iniciamos.

1952 - 1958. Etapa de agudización de la crisis del sistema y guerra de liberación nacional.

No puede hablarse de nueva situación económica en guanajay durante el período comprendido entre 1952 - 1958. La misma económica monoproductora, caracterizada por los grandes latifundios, continuó lastrando la vida económica de esta región, que, siendo eminentemente agrícola, tenía en las colonias cañeras la mayor fuente de trabajo para sus ciudadanos, y la casi única fuente de riquezas.

En la zona urbana, por su parte, la vida económica continuó caracterizándose por el desempleo y la indiferencia de las autoridades locales ante los males que se acrecentaban.

Puede afirmarse, por lo tanto, que la crisis económica permanente durante el período seudorrepublicano alcanzó en estos años una agudización total.

El latifundio azucarero adquirió en guanajay proporciones gigantescas, que limitaron a cantidades irrisorias el número de caballerías de tierra que pudieron ser dedicadas a otros cultivos. Como consecuencia de la voracidad de los latifundistas, los pequeños colonos, aparceros y los obreros agrícolas sufrieron la más espantosa miseria. El periódico “Hoy”, publicó el 27 de julio de 1952 un artículo que refleja de manera objetiva y precisa la expansión latifundista en esta zona y sus consecuencias para el campesinado. En una de sus partes, el artículo dice:

"En la finca San José, donde está ubicada la pequeña colonia de Francisco Hernández, puede contemplarse en toda su tragedia la terrible y angustiosa vida de todo el campesinado nacional.

Allí viven 14 colonos que cada uno solamente tiene en arriendo, con contratos leoninos y sin ninguna garantía, pequeñas extensiones de tierras de una o dos caballerías, sin embargo, allí mismo, colindante se encuentra la finca Noroña, majestuosa propiedad de Aspuru, con más de 150 caballerías de tierra que se levanta insolente frente a la miseria de los hombres que trabajan.

Allí mismo se extiende en todas direcciones la finca San Gabriel, de los herederos Inda con más de 67 caballerías.

Como si ello fuera poco, entre 14 colonos se reparten unas pocas caballerías, mientras las tierras del gran monopolio azucarero del central Toledo dominan una amplia superficie de la provincia La Habana y más de 150 caballerías en Guanajay"... (1)

El 3 de agosto de 1952, el propio periódico "Hoy" publicó en sus páginas la constitución de un Comité pro reparto de tierras en Guanajay, integrado por colonos del barrio San José, que ocupaban tierras del monopolio del central Toledo. Ese comité luchó denodadamente por obtener un mínimo de 7 @ de azúcar libres de renta por 100 de caña molida. Sin embargosu situación lejos de mejorar empeoró pues hasta las pequeñas parcelas que tenían para sembrar viandas, les fueron quitadas para expandir la producción azucarera, llegando hasta a prohibírseles tener alguna vaca de leche, y caballos para su uso personal. En síntesis, se les condenaba a la miseria y al hambre. (2)

Los obreros agrícolas continuaron no obstante luchando por sus justas demandas. El periódico local guanajayense "La Chispa" publicó el 15 de enero de 1953, un artículo donde se da cuenta de la negativa de los colonos a cortar la caña hasta  tanto no fuera aceptada  y  cumplida   su  demanda  de  que     en 5 000 000 de toneladas de caña cortada se le pagase 3.60 por cada @ de manera permanente. (3)

En la zona urbana la situación económica no tenía muchas diferencias con la del campo La vivienda, la salud y la educación de los guanajayenses presentaban un deterioro alarmante.

En junio de 1953 un nutrido grupo de mujeres pertenecientes a una organización denominada Federación Democrática de Mujeres, realizó un análisis de la real situación de la infancia en Guanajay, que terminó con las siguientes solicitudes a la alcaldía municipal.

  1. Arreglo y dotación de las escuelas públicas No. 1, 2 y 6 cuya situación en lo que a local y mobiliario respecta es muy crítica.
  2. Creación de una creche donde las madres pobres puedan dejar sus hijos durante las horas laborables.
  3. Creación de un parque infantil.
  4. Creación de una sala para menores en el Hospital Municipal. (4)

El desempleo y las cesantías eran frecuentes en el transcurrir de la vida económica del municipio.

En su edición del día 23 de enero de 1953 el periódico "Hoy" publicó un artículo dando cuenta del traslado de la fábrica de calzado "Fifo" de Guanajay, lo que provocó que un número de 50 obreros quedaran sin trabajo. En dicho artículo se acusó al propio alcalde de facto Reinaldo Rodríguez Carreño y al dirigente sindical secretario Aldo Barrios, a quienes los obreros y el pueblo en general consideró culpables por su complicidad con Walfrido Pérez (Fifo), dueño de la fábrica, quien aparentando un embargo propició su traslado con la compañía Ramilón. (5)

En marzo de 1954 el sindicato de Barberos y Peluqueros de Guanajay inició una enconada lucha contra el Directorio de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Barberos, Peluqueros y sus similares, por la injustificada rebaja de las pensiones y jubilaciones a éstos, a la vez que les fue aumentada la tributación.

En un artículo de protesta publicado en "La Chispa" el 15 de abril del 1954 se afirma:

"Hoy puede escribirse que la caja está desfalcada y en quiebra. Los dineros que pacientemente se acumularon han desaparecido y los retirados reciben muy irregularmente cantidades tan pequeñas que pueden calificarse como limosnas que no alcanzan a nadie para comer una vez al día.

El que no tiene fortuna ni rentas, el ciudadano humilde que sólo tuvo energías y fuerza física que vender, merece una ayuda cuando llega a la vejez." (6)

   

1954 fue sin dudas el año en que los males sociales alcanzaron en Guanajay su punto más álgido. El desfalco y la demagogia política se pusieron a la orden del día. Se incrementó el juego a gran escala y la alcaldía local permitió la creación y ampliación de garitos y casas de prostitución en el barrio "la Laguna".

En una de las vidrieras de un establecimiento de la localidad fue exhibido un cheque, cuyo importe debió emplearse en la construcción de un edificio para un despalillo de tabaco. Ese dinero, sin embargo, se convirtió pocos días después de su exhibición, en un flamante automóvil Mercury de color negro propiedad del alcalde.

La discriminación racial caracterizó de modo peculiar a la sociedad guanajayense de la época, por ello la elección de alguien que no perteneciera a la raza blanca para ocupar algún puesto de trabajo considerado importante, constituía un acontecimiento. Esto ocurrió con la elección del destacado dirigente Bienvenido Ortega como concejal. La prensa local recogió éste acontecimiento del modo siguiente:

"Surgió al fin un joven de nuestra clase social que ostentará en el Consistorio Municipal un escaño en los debates que en el mismo se desarrollen, y que con orgullo es el primer individuo de tez oscura que ostente un cargo de esta índole desde 1936". (7)

Ni siquiera en las fiestas los negros tenían el derecho de divertirse junto a sus semejantes. Tomado de la revista. Bohemia No. 19 del 13 de mayo de 1977, quien lo exhibió como desvergonzada muestra pública de la discriminación racial que existía en la Cuba prerevolucionaria, se escogió el anuncio siguiente que apareció en la prensa local guanajayense en 1957:

Grandioso Baile

Para personas blancas.

El sábado 6 de mayo de 1957

En los grandes y espaciosos salones de guanajay.

Amenizado por el conjunto

“Unión Pinareña”.

Grandes lidias de Gallos

en La Valla La Ceiba..."

Muestras como éstas no necesitan demasiados comentarios.

El panorama socio económico de Guanajay descrito y ejemplificado en los párrafos anteriores no habría de sufrir alteraciones, salvo aquellas que contribuyeron a oscurecer cada vez más las esperanzas del pueblo en los gobiernos burgueses de turno. Parejamente al ensombrecimiento económico, la vida política del municipio fue tornándose en un verdadero infierno, donde la lucha por el poder tuvo como características esenciales el fraude y la sordidez.

No puede escribirse sobre la historia política y revolucionaria de Guanajay, si antes no se hace referencia al golpe de estado del 10 de marzo de 1952, que colocó a Batista a la cabeza de la reacción, dando inicio a la más sangrienta de todas las tiranías del Continente Latinoamericano hasta ese momento. Ese golpe militar significó la frustración de todas las esperanzas del pueblo cubano, depositadas en las elecciones que se avecinaban, en las que esperaba imponer su voluntad.

A partir de ese fatídico 10 de marzo, se inició en Guanajay un estado de rebeldía que no habría de cesar, y que llevó a los guanajayenses a una participación activa y destacada en la lucha contra la tiranía. Al conocerse la noticia del cuartelazo, un grupo de jóvenes en su mayoría ortodoxos, encabezados por Pedro Julio Esperón, delegado por la provincia de Pinar del Río a la Asamblea Nacional del Partido Ortodoxo, y su líder de ese partido en Guanajay, partieron hacia la Universidad de La Habana, respondiendo al llamado de la FEU a luchar contra los usurpadores del poder.  Ángel Eros, presidente de la Juventud Ortodoxa en el municipio también formó parte de ese grupo. Una vez en la Colina Universitaria, esperaron en vano la promesa hecha por el depuesto presidente Carlos Prío al entonces líder de la FEU Álvaro Barba, de enviarles las armas necesarias para iniciar la resistencia armada.

La combatividad y la valentía de esos jóvenes chocaron con el miedo y la indecisión de Prío, quien prefirió marchar a un cómodo exilio que lo liberara de la obligación de defender al pueblo que lo había elegido como presidente. El grupo de guanajayenses regresó a su pueblo, y continuó desde aquí la lucha. (8)

El 25 de marzo de 1952 tuvo lugar la primera acción de sabotaje contra el régimen. Evelio Prieto Guillama y Manuel Mendaña (abandonó el país) dieron fuego a un cañaveral cerca del pueblo de Quiebra Hacha. éste hecho fue recogido en el periódico Hoy el 28 de marzo de 1952.

Batista por su parte pisoteó la Constitución de 1940, sustituyéndola por los Estatutos Constitucionales, que no eran más que una jugarreta jurídica, a través de la cual el tirano remodeló acorde con sus intereses las instituciones de gobierno. Mediante la instauración de esos estatutos los poderes Ejecutivo y Legislativo quedaron en manos de la camarilla que gobernaba en Cuba a partir del golpe de estado. Las autoridades locales fueron obligadas a jurar los estatutos como demostración de adhesión al régimen, quien así no lo hiciera era inmediatamente cesanteado.

El día 8 de abril de 1952 a las 8:30 p.m. se reunió en sesión extraordinaria la Cámara Municipal en el salón de sesiones del ayuntamiento. El único punto a tratar esa noche por los 10 concejales fue el juramento de los Estatutos Constitucionales.

El Presidente de la Cámara Oscar Rodríguez Pérez, el alcalde municipal Dr. Alberto Nuevo Aladro, así como seis de los concejales votaron contra los estatutos. Los cuatros restantes concejales votaron a favor.

Los concejales que votaron contra los estatutos fueron:

Fructuoso Arocha Delgado, Serafín Gutiérrez Rodríguez (Fino), Reemberto Hernández Vergara y Roberto Prieto Chil, quienes eran miembros del Partido Auténtico. Benito Gómez Pérez, perteneciente al Partido Ortodoxo, y Bienvenido Ortega Orta del Partido Socialista Popular.

Los que votaron a favor de los estatutos fueron los concejales Oscar Rodríguez Pérez, del Partido republicano, Antonio Rodríguez Brito (Toñito) del PAU, y Leocadia Cabrera Álvarez y Alfonso Chil Hernández, ambos del Partido Liberal.

Los concejales que emitieron votos en contra fueron inmediatamente expulsados de la Cámara, aunque ganaron el aplauso del público que se había congregado en las ventanas y el salón del consistorio para presencia la sesión de la Cámara que fue abierta.

Cada concejal que juró los estatutos fue "premiado" con la rechifla popular. Una fotografía del tirano Batista que colgaba de una mampara fue arrancada y arrojada al piso por un grupo de enardecidos guanajayenses que expresaron de ese modo su indignación ante la injusta imposición.

El alcalde Alberto Nuevo fue meses más tarde expulsado de su puesto por un decreto del Secretario de Gobernación. (9)

El 1ro de junio de 1952, auspiciadas por la Dirección Nacional de la FEU, las juventudes Ortodoxa y Socialista organizaron un masivo acto de repudio al régimen. En los portales del céntrico hotel “Niágara” frente al parque municipal, fue colocada una urna electoral con el propósito de que el pueblo depositara en ella su voto simbólico contra los estatutos, y en favor de la Constitución de 1940.

Desde noche anterior los organizadores del acto habían hecho circular un manifiesto llamando al pueblo a expresar su inconformidad. Ese manifiesto fue traído a Guanajay desde la Universidad de La Habana por un grupo de estudiantes entre los que se encontraban Rafael Figueredo, Cruzet y Adolfo Valdivia.

Decenas de ciudadanos comenzaron a desfilar desde horas tempranas para depositar su voto. Cerca del mediodía la policía irrumpió en el lugar y detuvo arbitrariamente a varios dirigentes ortodoxos y del Partido Socialista Popular.

Inmediatamente Ángel Eros (Presidente de la Juventud Ortodoxas), Bienvenido Ortega (Presidente de la Juventud Socialista), Rogelio Prieto, militante del P.S.P., y los jóvenes ortodoxos Heriberto Valdés, Armando Sánchez y Abelardo García fueron conducidos al VIVAC.  Horas después fueron sacados amarrados de dos en dos y enviados hacia la cárcel de Pinar del Río para ser juzgados por el Tribunal de Urgencia (10).

Buscando encauzar el estado de rebeldía existente en el país, jóvenes pertenecientes a diversas organizaciones llevaron a cabo acciones comunes y crearon comités de frente único con programas que contemplaban la restitución de la Constitución de 1940 y los derechos democráticos y la celebración de elecciones generales con garantías absolutas para todos los partidos.

En virtud de eso, sesionó en La Habana durante los días 26, 27 y 28 de enero de 1953 el Congreso Martiano por los derechos de la Juventud, nombre que adoptó en homenaje al Centenario del nacimiento de José Martí. 

Los preparativos de éste cónclave comenzaron meses antes. En noviembre de 1952 había sido elegida la directiva del Comité en la que se encontraba Raúl Castro como Secretario de Propaganda.  Se efectuaron diversas e importantes actividades como la "Travesía de la flor y la bandera".

éste movimiento juvenil fue integrado en Guanajay por las organizaciones siguientes:

Juventud Ortodoxa

Juventud Socialista

Logia AJEF

Benito Gómez

Angel Eros

Fernando Esperón

Bienvenido Ortega

Rogelio Prieto

Graciela Moya

Eulalio Suárez

Orlando Díaz Pío

Miguel Gutiérrez

   

Juventud Auténtica

Juventud Católica

English Speaking Club

Carlos Barrero

Eduardo Valdés Allesta

Armando Sánchez

Heriberto Valdés

Francisco Martínez

Joaquín Díaz

   

Centro Progresista

Sociedad El Progreso

 

Mario Gutiérrez

Manuel Mendaña (aband/país)

Manuel Hernández

Luis Pedroso

 

El 27 de enero se produjo en el Parque Martí un importante acto que formaba parte de la travesía de la flor y la bandera. Ese día se rindió profundo tributo al Maestro en el centenario de su natalicio. Hicieron uso de la palabra los compañeros Manuel Canciano, de la dirección Provincial de la Juventud Socialista, y Heriberto Valdés, de la Juventud Católica guanajayense.

La represión contra las actividades antibatistianas se convirtió en algo cotidiano. El periódico "Hoy" recogió en su edición del día 17 de marzo de 1953, una de las tantas detenciones arbitrarias que se practicaban contra los principales dirigentes opositores a la dictadura:

"Ahora después de las detenciones de los dirigentes juveniles Canciano y Torres, ha sido detenido y amenazado el Presidente de la Juventud Ortodoxa de Guanajay Ángel Eros. Dos soldados y el Capitán del Ejército de apellido Pantoja lo sometieron a un minucioso registro, tratando con esos métodos antidemocráticos de justificar la detención. El Capitán del ejército lo amenazó diciéndole que se estuviera tranquilo ya que estaba decidido a darle un tiro o 20 palos a cualquiera". (11)

El 18 de mayo de 1953 el alcalde impuesto por Batista, Reinaldo Rodríguez Carreño recibió un telegrama del entonces Ministro de Gobernación Dr. Ramón Hermida, en el que se le ordenaba organizar actos cívicos en conmemoración del 20 de mayo como fecha patriótica.

Días antes el cura párroco de Guanajay Trinidad María Torrebaja Casanova y el Presidente de la Juventud Católica Carlos Barrero Rivero habían solicitado al alcalde permiso para la celebración de un desfile de antorchas y un mitin de carácter cívico religioso en la noche del 20 de mayo. Ese permiso les fue concedido sin dificultad.

Ese acto, sin embargo, se convirtió en una multitudinaria manifestación contra el régimen de Batista, en el que las juventudes ortodoxa y socialista jugaron un papel dirigente. En medio de las antorchas marchó el veterano de la guerra de independencia Epifanio Ramos portando la enseña nacional, mientras los manifestantes entonaban las notas del Himno de Bayamo. Entre los invitados al acto se encontraban los dirigentes católicos Amalio Fiallo y Andrés Valdespino. (abandonaron el país)

El orador lo fue Fiallo, quien fustigaba duramente al régimen en el momento en que hizo su aparición la Guardia Rural, concediéndole sólo cinco minutos para que terminara su arenga. Fiallo recrudeció aún más sus palabras y fue bajado por la fuerza de la tribuna que ocupaba junto al resto de los que presidían el acto. 

Inmediatamente fueron conducidos al cuartel. La reacción del pueblo no se hizo esperar. Los manifestantes emprendieron una masiva carrera lanzando gritos de protesta contra la soldadesca y en favor de los detenidos.

Los militares dispararon contra la manifestación, hiriendo a una señora que se encontraba en el portal de su domicilio. (12)

éste memorable desfile de las antorchas, puso de manifiesto de modo inequívoco, el sentimiento de repudio del pueblo guanajayense contra la tiranía, y su decisión de luchar hasta derrocarla.

Cuando el joven abogado Fidel Castro iniciaba los preparativos para la lucha contra Batista, hizo estrechar vínculos con los militantes ortodoxos de Guanajay, fundamentalmente con Pedro Julio Esperón, Presidente del Partido Ortodoxo del municipio. De ese grupo de jóvenes surgirían los que meses más tarde se convirtieron en asaltantes al Cuartel Moncada.

Fidel visitó la casa de Abelardo García Ills, ubicada en la calle Máximo Gómez No. 26, y allí se establecieron los compromisos de los guanajayenses con el líder de la Revolución.

El grupo de Guanajay asistió a las primeras prácticas de tiro efectuadas en el sótano y en el Salón de los Mártires de la Universidad de La Habana. Los instructores fueron los compañeros Pedro Miret y Ñico López, éste último caído después del desembarco del Granma.

Esas prácticas tuvieron que ser suspendidas debido a infiltraciones de elementos batistianos y del SIM entre el grupo de futuros combatientes.

Fidel orientó entonces que se buscaran en cada municipio lugares idóneos donde efectuar las prácticas.

El primer lugar seleccionado por el grupo de Guanajay fue la finca de Leopoldo Brito, que tuvo que ser rápidamente abandonada por razones de seguridad. Otras prácticas se efectuaron en una finca propiedad de un tío del futuro asaltante y mártir del Moncada José Francisco Costa Velázquez, ubicada en Jabaco, en el propio municipio de Guanajay; pero éste sitio estaba muy cercana a la carretera Guanajay - Mariel de intenso tráfico, por lo que fue también desechado.

El propio Costa Velázquez propuso entonces trasladarse hacia la finca "Martín Mesa". éste sitio resultó en definitiva el más adecuado y seguro, y en consecuencia se desarrollaron allí las prácticas con fusiles y pistolas 22 hasta mediados de julio (días 21 ó 22) de 1953.

Durante todo el tiempo que duró esa preparación, Fidel visitaba Guanajay 2 ó 3 veces por semana para supervisar las labores preparatorias y conversar con los revolucionarios.

Los lugares de reunión más frecuentes durante las visitas del líder de la Revolución fueron la casa de Abelardo García y el café "Capitolio", ubicado en la esquina de las calles Aramburu y Máximo Gómez.

En una reunión efectuada en la casa de Costa Velásquez se determinó la célula que participaría en la acción que se preparaba, y que quedó integrada por los siguientes compañeros.

  1. Abelardo García Ills. (Lalo) Jefe de la célula.
  2. José Francisco Costa Velásquez.
  3. Alfredo Corcho Cintas
  4. José Ramón Martínez Álvarez.
  5. Ángel Sánchez.
  6. Jaime Costa. (abandonó el país)

Esos compañeros recibieron la orden de presentarse el 24 de julio en la casa de Léster Rodríguez. Desde Guanajay partieron en 2 grupos y desde lugares diferentes tres de ellos tomaron el ómnibus de la ruta 35 frente al parque municipal. El resto lo hizo en una parada situada en la esquina de la calle Aramburu.

De La Habana partieron en ómnibus hacia Santiago de Cuba. Dos de esos combatientes quedaron para siempre entre los muros del Moncada: José Francisco Costa Velásquez, que integró el grupo de Abel Santamaria, y Alfredo Corcho Cinta, quien penetró en la fortaleza por la posta tres en el grupo que comandó Fidel. Ambos compañeros fueron asesinados después de finalizado el combate. (13)

Las dos heroínas de la acción del 26 de julio, la Dra. Melba Hernández y Haydée Santamaría, fueron trasladadas con posterioridad al juicio seguido contra los asaltantes, hacia el Reclusorio Nacional para mujeres ubicado entonces en Guanajay. Allí cumplieron los seis meses de condena impuestos por el régimen.

Durante ese tiempo, ambas compañeras mantuvieron un estrecho contacto con los revolucionarios del municipio y fundamentalmente con Pedro Julio Esperón, Ángel Eros y Evelio Prieto.

Se creó todo un mecanismo de colaboración mediante el cual Haydée y Melba recibían todo tipo de ayuda. Elementos claves fueron los compañeros Avelino Spengler, Adalberto Torres y Ramona Hernández, los dos últimos empleados del reclusorio.

Una de las más recordadas acciones de esa etapa lo fue el hermoso gesto de las heroínas de entregar juguetes el día de 6 de enero de 1954 a los pequeños hijos de las reclusas que se encontraban junto a sus madres en la cárcel, privados de todo aquello propio de la niñez. Esos juguetes habían sido comprados por los revolucionarios y hechos llegar hasta ellas a través de las anteriormente citadas colaboradoras.

El 20 de febrero de 1954 al ser puestas en libertad, fueron esperadas por un numeroso grupo de revolucionarios encabezados por Esperón y Eros, e integrado además por Evelio Prieto, Heriberto Valdés y Rita Amat entre otros. Se les obsequió con ramos de flores, y algunos las acompañaron hasta la tumba de Eduardo Chibás en el cementerio de Colón. Uno de los automóviles utilizados en esa travesía pertenecía al combatiente guanajayense José María Cruz "El Cubano". (14)

También en 1954 se creó el Comité Pro amnistía de los presos políticos. éste comité fue presidido por la compañera Rita Amat y estuvo integrado por distintas organizaciones políticas y fraternales, entre las que se destacaron además del Partido y la Juventud ortodoxas, el PSP y la juventud del mismo, la sociedad Centro Progresista, la Logia AJEF, la sociedad El Progreso (sociedad de gente de la raza negra) y el Frente Cívico de Mujeres Martianas. éste comité, recogió las firmas de centenares de guanajayenses y las envió en forma de manifiesto al Congreso de la República.

De éste modo el municipio se sumó a todas las voces que a lo largo del país se levantaron, obligando a Batista a decretar la amnistía.

Uno de los primeros municipios del país donde circuló el histórico alegato de Fidel en el juicio que se le siguió por el asalto al cuartel Moncada el 16 de octubre de 1953, fue el de Guanajay.

A partir de los originales entregados en su casa de Jovellar 107 por Melba Hernández a Pedro Esperón y Ángel Eros, se editaron los primeros ejemplares de La Historia me Absolverá en la imprenta de Nenito Gener en San Juan y Martínez.

Desde allí fueron traídas a Guanajay por Adolfo Portela, médico veterinario que manejaba un vehículo del Ministerio de la Agricultura del que era empleado, y que utilizó en el traslado para no levantar sospechas.

Pedro Julio Esperón recibió los ejemplares y se encargó además de la distribución. En la sociedad Centro Progresista, que estuvo siempre muy vinculada a todas las actividades revolucionarias, éste histórico documento circuló de mano en mano. Esperón se ocupó además de su distribución en Artemisa y otros municipios aledaños.

Hacia la Habana fueron llevados por Heriberto Valdés y Eulalio Suárez en un ómnibus de la Ruta 35, y entregados a Alberto Morfi Bravo en la calle Valle, cerca de Infanta.

Para el 1ro de noviembre de 1954 convocó Batista a elecciones. Pretendió de éste modo, dar un carácter democrático al golpe del 10 de marzo. A la farsa electoral se sumaron los partidos burgueses tradicionales.

En Guanajay resultó "electo" el ya conocido Reinaldo Rodríguez Carreño, incondicional aliado de Batista. éste alcalde, que ha pasado a la historia guanajayenses como uno de los más corruptos representantes de la seudorepública, protagonizó una turbulenta campaña electoral en la que fue bautizado por el pueblo con el nombre de "El Látigo Negro", mientras su principal oponente Ángel La Serna Vega era llamado "El Oso Blanco".

Sin embargo, ya antes de que el pueblo fuera a las urnas, todo estaba decidido a favor del "látigo negro". Así lo quería Batista, principal auspiciador de la farsa electoral.

El período de gobierno de Rodríguez Carreño coincide con la más cruenta represión desatada por el ejército y la policía contra el movimiento revolucionario. El Capitán ésteban Pérez Pantoja, quien más tarde fue ascendido a Comandante, el Capitán Jiménez de la Policía Nacional y el propio Rodríguez Carreño, constituyeron una camarilla de triste recordación por los desmanes y la corrupción que cohonestaron. Mientras tanto, el pueblo padecía hambre, pero luchaba sin descanso.

El régimen batistiano en contubernio con el imperialismo y para favorecer sus intereses económicos, proyectó el llamado Canal Vía Cuba, que lesionaba de manera clara nuestra soberanía y dividía la isla en dos partes. éste proyecto despertó la irá del pueblo. La FEU y su líder José Antonio Echeverría movilizaron a las masas contra esa intención proyanqui  del gobierno.

En Guanajay se creó un Comité contra el citado Canal Vía Cuba. El presidente fue Carlos Barrero Rivero y el secretario Eulalio Suárez Camejo.

Ese comité desplegó una intensa labor a través de mítines y conferencias en centros de trabajos, que eran organizadas por Orlando Nodarse Verde, quien llegaría a ser más tarde el principal dirigente del Movimiento 26 de julio en la antigua provincia de Pinar del Río, y sin dudas, el más extraordinario combatiente clandestino guanajayense.

En la logia AJEF se organizó una importante conferencia que tuvo como orador a Waldo Medina, mientras en el Centro Progresista, el dirigente estudiantil René Anillo Capote, impartió otra conferencia de amplio sentido martiano y patriótico.

A esta Comisión pertenecieron también Pedro Julio Esperón por el Partido Ortodoxo, Bienvenido Ortega por la Juventud Socialista, Ángel Eros por la Juventud Ortodoxa y Rafael Ramírez Mazpule por el Partido Socialista Popular.

Durante los días 17, 18 y 19 de enero de 1955 la FEU con su aguerrido presidente José Antonio Echeverría al frente, convocó a un foro nacional en la Universidad de La Habana bajo el lema de "Soberanía y Dignidad Nacional".  En esa valerosa acción del estudiantado cubano, Guanajay estuvo representado por Ángel Eros, Orlando Nodarse y José Ramón Martínez Suárez (Monín).

A pesar de la represión, los revolucionarios guanajayenses se mantuvieron unidos y activos. No hubo acción de envergadura patrióticas y antibatistiana que no contara con la asistencia y el empuje de esos valerosos combatientes.

  

 Al producirse la salida de Fidel y el resto de los asaltantes al Moncada del presidio, debido a la presión popular, se inicia de inmediato bajo su dirección la reorganización del Movimiento que se nombraría a partir de ese momento Movimiento 26 de Julio.

El compañero José Suárez (Pepe), fue designado por Fidel para organizar el M-26-7 en la provincia de Pinar del Río. En virtud de esa decisión se efectuó en un bar-club guanajayense conocido como el Club-19, la primera reunión de Pepe Suárez con los revolucionarios. Se encontraban en ese primer contacto, los compañeros Pedro Julio Esperón, Ángel Eros, Orlando Díaz Pío y Eulalio Suárez. Ese encuentro tuvo lugar a mediados de 1955, y fue de trascendental importancia en la estructuración del movimiento que sería centro de toda la resistencia y la lucha antibatistiana.

El segundo paso dado fue otra reunión que se efectuó en la casa de Abelardo García, igualmente presidida por Pepe Suárez. Allí se discutió como se estructuraría la dirección del Movimiento en Guanajay. En ella participaron: Abelardo García, Eulalio Suárez, Orlando Díaz Pío, Pedro Julio Esperón y Ángel Eros.      

El tercer paso en el camino organizativo fue una tercera reunión efectuada con posterioridad en la casa de José Ramón González en la calle Máximo Gómez, No. 58. Allí, quedó constituida la dirección municipal del Movimiento, del modo siguiente:

José Ramón Gonzáles.  - Coordinador

Eulalio Suárez.              - Finanzas

Orlando Díaz Pío.         - Frente Estudiantil

Juan A. Valdés Sosa.    - Propaganda

Eufrasio Gómez y       - Frente Obrero

Mariano Pérez

Esta reunión fue presidida por Héctor Canciano y Gilberto Lima, ambos de la Dirección Provincial del M-26-7, y su objetivo no fue sólo el de estructurar la dirección, sino también el de orientar la lucha que debía dar inicio de inmediato. Se orientó además la captación de nuevos miembros para el movimiento. (15)

A partir de ese momento, Guanajay contó con un poderoso y activo movimiento que no dio tregua al régimen, y que ganó con su heroísmo cotidiano y su espíritu de lucha, un lugar de honor en el corazón de todo el pueblo guanajayense.

En agosto de 1955 la localidad se aprestaba a féstejar el centenario del nacimiento del ilustre patriota Joaquín Nicolás Aramburu. Para organizar los féstejos fue creado un comité, que solicitó el adecuado permiso ante las autoridades. Cuando ya los féstejos habían dado inicio llegó al municipio una orden superior suspendiendo las festividades. Esta actitud se debió, por supuesto, al conocimiento que tenían las altas esferas del gobierno del ambiente antibatistiano que existía en Guanajay y al temor de que al igual que ocurrió con el desfile de las antorchas en 1953, estos actos se convirtieran en manifestaciones contra el régimen. Tal arbitrariedad provocó la masiva protesta de la población y amplios comentarios publicados en la prensa nacional.

También durante 1955 Guanajay conoció del mensaje enviado por Fidel desde México al pueblo de Cuba a través del manifiesto No. 1 del 26 de Julio, en el que se expresaba la firme decisión de llevar adelante la lucha armada como único camino para lograr la definitiva libertad. Fidel y sus compañeros, expresaban la fe y confianza en el pueblo cubano. Condenaba la politiquería tradicional cobarde y corrupta, y esbozaban, además, el programa del M-26.

éste manifiesto fue recibido por Abelardo García de manos de los revolucionarios Machaco Ameijeiras y Gilberto García (futuro expedicionario del Granma) quienes los trajeron desde La Habana. Se distribuyó clandestinamente entre los miembros del M-26-7 y los simpatizantes. (16)

En diciembre de 1955 los trabajadores del central San Ramón (hoy Orlando Nodarse) se encontraban en huelga, reclamando el pago del diferencial azucarero. Esta huelga tuvo todo el apoyo del Movimiento Revolucionario de Guanajay. Se efectuó una asamblea de apoyo a los huelguistas en los salones de la Sociedad Centro Progresista. Cuando hacía uso de la palabra el dirigente agrícola del PSP Joaquín Aramburu irrumpió en el local la Guardia Rural. La represión no se hizo esperar, pero los revolucionarios ripostaron con dignidad y valentía. Manuel Santurio le fracturó un brazo al sargento que lo agredió y fue conducido preso hacia el cuartel.

Un grupo de jóvenes decidió tocar las campanas de la iglesia en protesta por la represión, pero el cura párroco Trinidad María Torrebaja, quien se caracterizó siempre por su adhesión al régimen de Batista los expulsó del templo.

Al ser creado el Frente Cívico de Mujeres Martianas, la antigua provincia de Pinar del Río organizó y puso en funcionamiento su frente propio, dirigido por la combatiente guanajayense Rosa Mier. Ese frente desempeñó un papel importante en la distribución de propagandas, venta de bonos y recogida de medicinas. Integraron esa organización las compañeras éstela Mojena, Miriam Pérez, Rita Amat, Mercedes Fernández, Carmelina Noa, María Luisa Dueñas, Juana María y América Gómez Noa, entre otras.

En 1956 asumió la dirección del Movimiento 26 de Julio el compañero Juan Manuel Rodríguez López (Guango) y la responsabilidad de las acciones y los sabotajes Augusto Tejeda (Perico). Durante ese año se incrementó el número de actividades revolucionarias dirigidas fundamentalmente por Tejeda y otro miembro destacado de la dirección: Ramón César Cuenca.

El día 5 enero de 1956 un comando revolucionario integrado por Osvaldo Espinosa, Juan Pérez Quintana y Ángel Estrada hizo estallar un artefacto explosivo en la esquina de las calles Martí y Crombet, lugar conocido como el TIVISI.  A partir de esa acción y hasta la noche del 31 de diciembre de 1958, Guanajay vivió un concierto ininterrumpido, donde las bombas, petardos y cócteles Molotov fueron invitados de honor.

El día 12 de agosto en conmemoración de la caída del tirano Machado, los combatientes Manuel Santurio (Nungo) y Ángel Estrada interrumpieron el tráfico en la calle principal del pueblo. (carretera Central). A raíz de esta acción fue detenido el combatiente Heriberto Valdés, que, aunque no había participado directamente en ella, estaba ya fichado por la fuerza represiva de Guanajay. Durante la detención el Comandante Pantoja lo amenazó con propinarle una paliza si continuaba sus actividades revolucionarias.   (17 ).

También en 1956 fue creada dentro del Mov. 26-7 la Resistencia Cívica, cuyo lema fundamental era: cero tiendas, cero cine y cero cabaret. En esta forma de boicot y repudio participó fundamentalmente la clase media, que era la que tenía la posibilidad económica de hacerlo. Esta resistencia jugó en Guanajay un papel fundamentalmente durante el último año de la tiranía en el que la apatía popular ante las actividades sociales y comerciales se hizo en extremo notoria. El primer jefe que tuvo en Guanajay la resistencia Cívica fue el compañero José María Cruz (El Cubano) (18)

De igual modo, descolló como dirigente revolucionario en 1956 Orlando Nodarse Verde, quien se había convertido en el líder estudiantil del Instituto de Segunda Enseñanza de Artemisa, y fue radicalizando cada día su pensamiento y su acción. Participó junto a Margarito Pérez en la quema de caña en una finca llamada San Dimas, y junto al propio Margarito, Antonio Martínez y Ciro García Sosa realizó el sabotaje a un ómnibus de la ruta 46 que realizaba viajes entre Artemisa y San Antonio de los Baños. (19)

El año 1956 fue sin dudas trascendente en el quehacer revolucionario de los guanajayenses. A esa trascendencia se une la fundación en diciembre de 1956 del Directorio Revolucionario.

Reunidos en la Sociedad Centro Progresista con la presencia de los compañeros Enrique Rodríguez Loeches y Eduardo García Lavandero, ambos de la Dirección Nacional del Directorio, un grupo de jóvenes del municipio constituyó un nuevo eslabón en la cadena de la lucha antibatistiana. En esa histórica reunión estuvieron presente los siguientes compañeros:

Evelio Prieto Guillama, quien también participó por la Dirección Nacional y fue elegido Secretario General del Directorio en el municipio.

Pedro Julio Esperón Álvarez

Ángel Eros Sánchez

Eduardo Panizo Bustos

Adolfo Delgado Rodríguez

Luis Suárez García (Guiche)

Mercedes Núñez Alarcón (Mercy)

Gregorio Ravelo Ravelo

Armando Sánchez Carnot

Heriberto Valdés Rodríguez

Oscar A. Pacheco Allende (abandonó el país)

Manuel Mendaña Llera (abandonó el país)

Enrique Fernández García (abandonó el país)

Como estrategia principal de esta organización en Guanajay se acordó golpear arriba, es decir, realizar sus actividades revolucionarias en la Ciudad de la Habana, por ser la capital y donde estaba concentrada la mayor cantidad de fuerzas represivas del régimen. En virtud de eso, desarrollaron en la capital una intensa labor antibatistiana, parte de la cual exigió su presencia clandestina en la que puede considerarse su cuartel general, en un edificio ubicado en 5ta. y 12, en el apartamento 7 del tercer piso en el Vedado. En agosto del 56 José Antonio Echevarría viajó a México, donde se reunió con Fidel elaborando una estrategia común, recogida en la historia como "La Carta de México".

En la madrugada del domingo 28 de octubre del propio 1956, apenas tres días después del regreso a Cuba de José Antonio, comenzó a cumplirse con lo acordado en "La Carta de México". En el cabaret “MONTMARTRE” en el Vedado fue ajusticiado el Coronel Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), uno de los cuerpos represivos más sangrientos del régimen de Batista. En esta acción estuvo presente el combatiente guanajayense Adolfo Delgado, quien condujo el automóvil del comando.

El día 29 fue detenido Pedro Esperón y trasladado a la playa "La Herradura", donde le fue colocada una soga en el cuello para tratar de arrancarle alguna confesión sobre la acción. Los sicarios estaban frenéticos y sedientos de sangre, pues el comando que realizó el ajusticiamiento había salido ileso y logró escapar sin dejar huellas.

En enero de 1957 se planeó el ajusticiamiento del asesino Jacinto Menocal en Bauta. éste comando estuvo integrado por Evelio Prieto, Eduardo Panizo y Faure Chomón entre otros, y Adolfo Delgado condujo nuevamente uno de los autos de los revolucionarios.

Previamente Esperón y Eros habían chequeado el lugar de la acción. La misma sin embargo no pudo ejecutarse, pues Menocal no visitó ese día a su amante como estaba previsto que lo hiciera. Vencido el plazo de espera, el comando recibió la orden de regresar al escondite de 5ta. y 12. Al pasar por 5ta. Ave y 84 en Miramar los revolucionarios vieron salir de su casa al jefe del Buró de Investigaciones Coronel Orlando Piedra. Decidieron de inmediato atacarlo, pero el esbirro logró salir ileso, mientras dos de los escoltas murieron en la acción. El comando revolucionario no tuvo bajas y logró regresar sin dificultades a su Cuartel General.

El 30 de enero de 1957 un grupo del Directorio, cuyos integrantes iban vestidos con uniformes de la Secretaría de Sanidad (fumigadores) dieron fuego a un grupo de perseguidoras nuevas que el régimen de Batista acababa de adquirir. Esta acción tuvo lugar en la Ambar Motors en 23 e Infanta a las 2:00 de la tarde. Entre otros compañeros participaron Evelio Prieto, Eduardo Panizo y Eduardo García Lavandero.

Ese mismo día se colocó una potente bomba en la torre de señal del canal 2 de la televisión, que no llegó a hacer explosión, pues fue desactivada antes por un grupo de trabajadores de la propia torre. (20)

A finales de 1956 se constituyó en Guanajay el Frente Obrero Nacional (FON) dirigido por el M. 26-7 y cuya dirección nacional estaba a cargo de David Salvador (traidor). En el municipio la FON fue organizada y dirigida por Mariano Pérez Ravelo. El objetivo fundamental de éste frente era el de organizar a los obreros y orientarlos en la lucha contra Batista.

La dirección municipal del FON estuvo integrada además por Euladio Suárez, Eufrasio Gómez, José Domínguez, Santiago Marrero, Reemberto Carpio, Jesús Trujillo, Orlando Herrera, Roberto Zayas y José Fernández Heras. éste frente jugó un papel importante en la concientización de la clase obrera guanajayense, y en la orientación sobre la necesidad de la lucha armada para el derrocamiento de la tiranía.

Cuando la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario 26 de Julio tuvo conocimiento de que para el 30 de noviembre del 56 llegaría a Cuba una expedición comandada por Fidel para iniciar la lucha armada, orientó acuartelamientos para apoyar el desembarco.

El 30 de noviembre en la casa del compañero José Ramón González en la calle Máximo Gómez No.58 se acuartelaron alrededor de 30 compañeros, por orientación de Gilberto Lima, de la Dirección Provincial de Pinar del Río. Entre los compañeros que allí se encontraban puede nombrarse a José Ramón González, Juan M. Rodríguez, Fernando Delgado, Ramón Delgado, Félix Padrón, Rosa Mier, Roberto Zayas, Ramón Noa, Lorenzo Blanco, Enrique Armas, Arturo Álvarez y Manuel Mier (abandonó el país). Ese grupo contaba con una pistola, varias cuchillas comando y brazaletes del 26 de julio. Otro grupo de jóvenes capitaneados por Augusto Tejeda Rodríguez (Perico) se acuarteló en el Centro Progresista, también en apoyo al desembarco. Por otra parte, en el Parque Municipal se reunieron los compañeros Eulalio Suárez, Alejandro Gurruchaga, Ramón Delgado Albizán, Marciano La Fuente, Félix Padrón, José Ramón Cruz y Urbicio Yáñez. Allí esperaron órdenes.

La llegada a costas cubanas del histórico Yate Granma el 2 de diciembre de 1956, está indisolublemente ligada a la historia de Guanajay, pues entre los 82 hombres que formaron su tripulación, venían 4 hijos de éste pueblo. Entre ellos el compañero José Ramón Martínez Álvarez, quien había sido asaltante del Moncada y se había unido en el exilio revolucionario a Fidel. éste valeroso combatiente fue asesinado junto a otros expedicionarios después de la batalla de Alegría de Pío. Los otros guanajayenses participantes fueron Mario Fuentes, José Fuentes y Jaime Costa, estos 2 últimos abandonaron el país.

Debe señalarse que en 1956 habían dado comienzo unos entrenamientos con vistas a iniciar la lucha en las montañas. Esos entrenamientos se efectuaron en la Sierra de San Gabriel (hoy Esperón) a unos 5 km. del pueblo, y en una finca, al sur de la antigua cremería Ward.

En estos lugares se preparaban los compañeros de acción y sabotaje. Hasta allí llegaban los domingos y los días feriados en grupos de 3 o 4 en forma dispersa y por diferentes vías. Se practicaba tiro con calibre 22 y con escopetas de aire comprimido. El jefe de esos entrenamientos fue Orlando Nodarse, y entre otros compañeros participantes pueden mencionarse a Osvaldo Espinosa, Urbicio Yánez, Manuel Santurio y Eulalio Suárez.

En éste período el movimiento contaba con 12 fusiles antiguos (mosquetones calibre 20), fusiles 22 y fusiles Cracker y con 4500 tiros en total. Tenían además 2 peines de ametralladora calibre 50, que eran utilizadas en la fabricación de artefactos explosivos por carecer de ametralladora y asimismo una serie de armas cortas de diversos calibres. Existían talleres para la fabricación de explosivos, cocteles Molotov y mezclas incendiarias, y se contaba con algunas granadas de mano de fabricación brasileña. (22)

En diciembre de 1956, bajo la dirección de Nodarse se preparó un alzamiento en la finca Los Ortega (San Cristóbal). Para esa acción se contaba con un buen número de armas, que debían ser traídas desde Puentes Grandes por Manuel Mier, quien por temor incumplió la orden, lo que hizo fracasar el alzamiento. Los compañeros Orlando Nodarse, Mariano Pérez y Fernando Albizán ya se encontraban en el campamento en espera del resto de los combatientes, entre los que estaban Osvaldo Espinosa, Urbicio Yáñez, Ramón Delgado, Manuel Santurio, Alejandro Gurruchaga, Félix Padrón y Juan Pérez (23)

Durante toda esta importante etapa de lucha los revolucionarios de los distintos grupos se mantuvieron muy cohesionados. Los miembros del M-26-7, los del Directorio Revolucionario y los de Partido Socialista Popular participaron mancomunadamente en un buen número de actividades revolucionarias. Igualmente sufrieron unidos los vejámenes, las detenciones y las amenazas del régimen.

El 26 de Julio de 1953 el teniente León, del Ejército, acompañado de 6 soldados penetró en las oficinas del Partido Socialista Popular ubicadas en la calle Luz Caballero entre Cisneros y Villalta, y efectuaron un vandálico registro. El compañero Rafael Ramírez Mazpule, presidente del Partido en Guanajay, fue detenido e incomunicado en los calabozos del cuartel, pues se le consideró involucrado en los hechos del asalto al Cuartel Moncada.

Alrededor de la 1:00 a.m. del siguiente día, fue conducido hacia las afueras del pueblo, en el límite con el municipio Caimito. Allí fue arrojado en la cuneta y amenazado: si quería continuar con vida no podía regresar más a Guanajay. El compañero Ramírez sin embrago, regresó y continuó la lucha.

En otra ocasión ya en 1958 en que se había llevado a cabo una operación de detenciones de militantes del Partido Socialista Popular en los municipios de Guanajay, Cabañas y Mariel, el propio Ramírez y los también militantes Narciso Sánchez y Bienvenido Ortega fueron conducidos al BRAC (Buró de Represiones contra las actividades comunistas). Allí fueron interrogados durantes 2 días por Mariano Faget, quien era asesorado por elementos del FBI norteamericano allí presentes.

Aprovechando la aglomeración de miembros del Partido de varios municipios que se encontraban igualmente detenidos, Ramírez trasmitió las orientaciones relacionadas con la creación y extensión del FONU. (Frente Obrero Nacional Unido) y el apoyo a las huelgas que se efectuaban en el sector de los trabajadores azucareros. Rafael Ramírez era miembro además del Comité Regional Clandestino del Partido Socialista Popular y su secretario en el Seccional Guanajay-Mariel. éste comité se encargaba de la agitación y propaganda, de la lucha por las demandas de los trabajadores y de la incorporación de todas las fuerzas en la lucha contra Batista.

El 5 de enero de 1958 en vísperas del Día de Reyes fueron colocados varios petardos en la población. A raíz de esas acciones fueron detenidos al día siguiente un numeroso grupo de combatientes pertenecientes a diferentes vertientes revolucionarias. Entre ellos se encontraban Narciso Sánchez y Rafael Ramírez, militantes comunistas y los miembros del M-26-7 Antonio y René Armas Deloso, Rita Amat, José Carballo, Rosa Mier y Luis Enrique Álvarez entre otros.

La noche del día 6 cuando todos los detenidos se encontraban concentrados en el club de los oficiales del cuartel, Luis Enrique Álvarez (Bilike) fue sacado del grupo. Fue salvajemente torturado y asesinado. Sus restos fueron quemados. Se encontraron después del triunfo de la Revolución ocultos en una cueva de la finca ACAN, propiedad del Coronel Miranda, Jefe Provincial de la Guardia Rural. (24)

La propaganda jugó también un importante papel en la información y concientización en la población de la lucha que se estaba llevando a cabo. En Guanajay circularon diferentes periódicos clandestinos distribuidos por las vertientes revolucionarias

El Directorio Revolucionario hizo circular el periódico “Al Combate” en el que se desmintió la versión ofrecida por la prensa oficialista sobre la supuesta muerte de Fidel en la Sierra Maestra. El compañero Luis Suárez fue el responsable de su distribución entre los revolucionarios y simpatizantes. Igualmente, la revista Alma Mater de la FEU era recibida en Guanajay.

El M-26-7 por su parte, contó con la publicación “El Aldabonazo” desde cuyas páginas se fustigó duramente al régimen y se dio cuenta de importantes actividades clandestinas. Circularon distribuidos por los encargados de propaganda los boletines “Sierra Maestra” y “Vanguardia Obrera”, éste último dirigido hacia los centros obreros. Conjuntamente con esas publicaciones se escuchaba asiduamente Radio rebelde que transmitía directamente desde la Sierra (25).

El Partido Socialista Popular contaba con el Magazine “Mella” y el periódico “Carta Semanal” que se convirtieron en medio de información sobre las realidades del país (26).

El 13 de marzo de 1957 los cimientos del régimen fueron nuevamente sacudidos por la audaz acción del ataque al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj.

Días antes de partir a la acción Evelio Prieto quiso venir a Guanajay junto a un nutrido grupo de sus compañeros clandestinos que formaban parte de la Dirección Nacional del Directorio. Realizaron el viaje en un automóvil conducido por Adolfo Delgado Rodríguez. Fue un recorrido breve, de despedida y aunque todos vivían en la clandestinidad, y eran intensamente perseguidos detuvieron el auto en la esquina de las calles Agramante y Luz Caballero.

El resto de la comitiva estuvo integrada por José Antonio Echeverría, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado (Machadito) y Fructuoso Rodríguez (27).

Entre los 50 revolucionarios que formaron parte del comando que ejecutó ataque a Palacio estuvieron 5 combatientes guanajayenses que viajaron en el camión de la Fast Delivery, y 4 de los cuales integraron desde ese día el martirologio de la patria.

Pedro Julio Esperón, Adolfo Delgado y Evelio Prieto, estuvieron en el grupo que logró llegar hasta el segundo piso. Allí cayeron heroicamente los dos primeros. Eduardo Panizo combatió sin descanso hasta morir.

Evelio Prieto cubrió junto a Machadito la retirada de un grupo de compañeros, ambos estaban heridos. En la casa de Marianao donde buscó refugio fue hecho prisionero Evelio horas después del ataque, víctima de una delación. Ese mismo día fue salvajemente torturado y asesinado por los esbirros del SIM.

El otro participante por Guanajay fue Ángel Eros, herido levemente logró salir con vida y partió más tarde al exilio revolucionario. En Miami participó en la importante reunión de los miembros del Directorio donde fue designado como nuevo Secretario General Faure Chomón, en sustitución de José Antonio, heroicamente caído. A partir de ese momento el Directorio revolucionario se nombró 13 de Marzo, en justo homenaje a la audaz acción y a sus mártires. (28)

La llegada de los cadáveres y los sepelios de los caídos constituyeron masivas demostraciones contra el régimen. Aunque el capitán Pantoja había dado la orden de que los cadáveres no podían ser velados juntos, ni se le podía rendir guardia de honor, y a tales efectos reforzó la guardia rural; el pueblo ubicó los féretros uno junto al otro, se les colocó la bandera cubana y se les rindió guardia de honor ininterrumpidamente.

No se permitió que los cortejos fúnebres partieran juntos, pero el pueblo acompañó cada féretro cantando el Himno Nacional y gritando consignas contra la tiranía.

En agosto de 1957 se produjo una huelga que había sido convocada por la Dirección Nacional del M-26-7. El 5 de agosto todos los establecimientos amanecieron cerrados y el pueblo casi desierto. Esa huelga fue convocada a raíz de la muerte de Frank. La reacción de la Guardia Rural fue violenta. A culatazos rompieron puertas y vidrieras y abrieron violentamente los comercios. Detuvieron y amenazaron a numerosos dueños de negocios que se habían sumado al paro. Sólo así consiguieron que se reanimara en parte la vida del pueblo ese día. (29)

El 8 de septiembre del 57, en el más céntrico lugar del pueblo (los portales del Hotel Niágara) cuando dos combatientes del M-26-7 preparaban un petardo que debía ser colocado ese mismo día en que se celebraban las fiestas religiosas por el día de la Caridad del Cobre, el artefacto hizo explosión hiriendo a uno de ellos, el compañero Antonio Armas Deloso, y provocando quemaduras leves al otro revolucionario Antonio Rodríguez Conde (Pancho), quien fue inmediatamente hecho prisionero y salvajemente golpeado. Armas Deloso por su parte, fue conducido en grave estado hacia La Habana, donde a pesar de ello fue interrogado en el Hospital de Emergencias por dos de los más tenebrosos sicarios del régimen: Martín Pérez y ésteban Ventura. Con posterioridad fue detenido junto a un numeroso grupo de revolucionarios el 6 de enero de 1958 y expulsado por Pantoja de Guanajay junto a uno de sus hermanos, René Armas Deloso, también combatiente del M-26-7.

En septiembre de 1957 Orlando Nodarse sostuvo una importante reunión de coordinación de acciones con René Ramos Latour (Comandante Daniel) quien había sustituido a Frank al frente del M-26-7. Esa reunión tuvo lugar en la casa de la Dra. Mercedes Gómez Barroso, ubicada en 25 y Espada (altos) en La Habana. Allí quedó trazada la estrategia de acción en la provincia de Pinar del Río (30).

A fines de noviembre de 1957 se intentó nuevamente bajo la dirección de Orlando Nodarse llevar a cabo un alzamiento. Los preparativos se efectuaron en la finca del compañero Margarito Pérez. El campamento se establecería  en los montes de San Isidro (Sierra del Rosario) y junto al grupo de guanajayenses se alzarían numerosos marinos de la Base del Mariel, los que por diversos motivos no pudieron incorporarse a la acción. Los compañeros Osvaldo Espinosa, Félix Padrón, Fernando y Ramón Delgado y Ángela Alonso (Lila) estaban entre los que esperaban el momento del alzamiento, que en definitiva no pudo llevarse a cabo al fallar el apoyo del Mariel, y al tener conocimiento de que fuerzas del Ejército eran movilizadas hacia la zona. (31)

El día 28 de enero de 1958 el M-26-7, el pueblo de Guanajay y el pueblo de Cuba sufrieron la irreparable pérdida del gran dirigente clandestino Orlando Nodarse Verde. Aunque al morir solo tenía 21 años, Nodarse era ya el Jefe del Movimiento en la provincia de Pinar del Río, alto mérito combativo alcanzado por su valentía, disciplina, madurez y dotes innatas de dirigente revolucionario.

Ocho días antes de su muerte había sido detenido junto a otros revolucionarios por la soldadesca batistiana, en la casa de su compañera de luchas Ángela Alonso (Lila), y tal como había prometido que haría si volvía a caer preso, prefirió inmolarse tomando unas tabletas de veneno que siempre portaba en su jacket. En anteriores oportunidades había sufrido torturas y ensañamientos que habían quebrantado seriamente su salud. A pesar de todo jamás salió de sus labios palabra alguna que comprometiera la seguridad del Movimiento Revolucionario que representaba.

La llegada de su cadáver, vestido con el honroso traje verde olivo y los grados de Comandante, y su entierro se convirtieron en un nuevo acto multitudinario de repudio al régimen.

El pueblo esperó los restos en el lugar conocido por “La Punta”, a la entrada misma del pueblo, y los acompañó a lo largo de toda la población hasta el cementerio, entonando sin descanso las notas del Himno Nacional.

Cuando se procedía a la inhumación del cadáver hizo su entrada el Ejército, que comenzó a disparar a mansalva contra el pueblo indefenso. El ciudadano Benigno Barrero y Armando Nodarse, el propio padre del mártir resultaron heridos. (32).

El 28 de febrero de 1958 un grupo de revolucionarios guanajayenses trasladaban un alijo de armas destinadas a la lucha clandestina. Al regresar de esa misión, en el tramo de carretera comprendido entre Artemisa y Cayajabos localizaron al cabo Pedro, conocido esbirro a las órdenes de Pantoja. Los revolucionarios decidieron de inmediato ajusticiarlo, lo que cumplieron en las cercanías de las lomas de Candelaria. Ese comando estuvo integrado por Rigoberto Martínez, Rogelio Payret y Eduardo Fuentes.


El 1ro de julio de 1958 se produjo una importante reunión en la casa de Genaro Pérez Darias, en la finca Borges. A la misma concurrió el Comandante Daniel para proceder al nombramiento del combatiente Agustín Navarrete (Tin) como Comandante del Movimiento en la provincia de Pinar del Río en sustitución de Nodarse. Estuvieron presentes además Virginia Amador Batista, Ángela Alonso y Enzo Infante. Quince días después de éste encuentro y producto de una delación vino a la finca el teniente Orlando Carratalá, acompañado por el sargento Villa y algunos policías. Aún se encontraban ocultos allí Navarrete, Virginia, Lila y el combatiente de Ceiba del Agua Rafael Sosa Arocha.

Avisados por Oresta Pérez (hija de Genaro y también combatiente clandestina), Navarrete y Virginia lograron escapar por el fondo de la casa, el resto cayó prisionero de los esbirros, quienes allanaron la vivienda, ocuparon armas y una planta transmisora de los revolucionarios. Allí mismo se ensañaron con Genaro, Lila y Rafael Sosa, golpeándolos salvajemente antes de llevárselos para La Habana, donde continuaron las torturas. (33)

Puede afirmarse que la huelga del 9 de abril, a pesar de haber fracasado, demostró la organización y la fortaleza del Movimiento Revolucionario en Guanajay. En su preparación se creó todo un engranaje en el que cada pieza tenía designada de antemano su función, que conocía y dominaba sin dificultad.

De éste modo la propaganda, los lugares de acuartelamiento con sus respectivos jefes y combatientes, los hospitales improvisados con sus médicos y enfermeras, las armas, así como los que habrían de manejarlas llegado el momento y las tareas específicas de cada cual, habían sido cuidadosamente previstas.

Algunas de las armas con que se contaba para la realización de la huelga habían sido obtenidas mediante el asalto a la finca del magistrado Maximiliano  Smith, ubicada en las cercanías de Guanajay. Esa operación fue llevada a cabo por los combatientes Orlando Díaz Pío, René Armas Deloso, Margarito Pérez y Juan M. Rodríguez (Guango) el día 2 de abril.

El Cuartel General de la acción del 9 de abril fue instalado en la Iglesia Bautista en la calle General Díaz. Allí se encontraban concentradas las armas con que se ejecutarían las acciones claves de ese día: la toma de la estación de policía y del cuartel. El jefe del grupo concentrado allí fue el pastor bautista Enrique Larralde (abandonó el país) e integraban dicho grupo entre otros los compañeros Eulalio Suárez, Ángela Alonso (Lila), Rogelio Payret, Oscar Travieso, Mario Pacheco, René Armas, Tomás Orlando Díaz, Santiago Marrero, las hermanas Rebeca y Teresa Chirino y Miguel Martínez (abandonó el país).

En la tintorería, propiedad de Rolando González Polo, se creó otro punto de acuartelamiento en el que fungió como jefe Orlando Díaz (El Capitán Tomás) y se encontraban Luis Cabrera, Roberto Zayas, Raúl García, Roberto Álvaro, Jesús Borrego, Rafael Heras Mederos, Ángel Rivero, Luis Vega y los hermanos Bertha y Adolfo Martínez Álvarez.

El Centro Progresista se sumó una vez más a la labor revolucionaria. Allí funcionó otro de los puntos de acuartelamiento cuyo jefe fue el compañero Juan M. Rodríguez. Entre los acuartelados pueden citarse a Heriberto Valdés y Margarito Pérez. De igual forma en la Colonia Española se agrupó un número de combatientes comandados por Orlando Díaz Pío.

La vivienda de las calles Vicente Silveira y Coello fue también punto de reunión de revolucionarios comprometidos con la huelga. El jefe de ese grupo fue Julio Cesar Pérez Ravelo, y lo integraron Augusto Blanco Rodríguez, Ermidio Bello, Carlos Beltrán, Miguel Catapano, Oscar Pérez, Ángel Rivero, José Borrego, Carlos Quintero y otros. éste grupo formaba una célula especial de propaganda del M-26-7, cuyo objetivo era el de distribuir los boletines No.1, 2 y 3.

El Boletín No. 1 debía ser repartido al comenzar la huelga; el No. 2 anunciaría que se mantenía el acuartelamiento y se repartiría durante la huelga; y el No. 3 anunciaría el triunfo de la huelga. Únicamente se llegó a distribuir el boletín No. 1, llamando a la huelga.

Toda la labor de propaganda era dirigida por el compañero Oscar Travieso, Jefe del Grupo Municipal de Propaganda del M-26-7. Previamente, ese grupo llamó a la huelga mediante carteles que fueron pintados en rojo en diferentes paredes de todos los barrios de Guanajay. Se utilizaron además sellos que eran pegados en vidrieras, automóviles, etc.

En la casa de Armando Nodarse Novo, situada en la calle Agramonte, entre Rius Rivera y Aguilera, se acuarteló otro grupo comandado por el propio Armando, y que integraron además Silvio Fábregas, Lorenzo González, Oréstes Rodríguez, Sergio Novo y Orlando Valdés Larreinaga, entre otros.

El resto de las armas que se asignó a cada grupo de revolucionarios, acuartelados en los diferentes lugares citados, fue distribuido por las hermanas Teresa y Rebeca Chirino, quienes las trasladaban escondidas en sus sayas, especialmente confeccionadas al efecto.

Se organizaron además dos hospitales de emergencia, dotados de lo imprescindible para la atención a los combatientes.

Uno de esos hospitales fue improvisado en la casa de las hermanas Chirino. Allí se encontraba el Dr. José U. Moreno González y las compañeras Violeta Padrón y Migdalia Ortega (fueron las enfermeras).

El otro hospital fue ubicado en la casa del Dr. Alberto Nuevo Aladro, quien brindaría sus servicios como médico. Allí también se encontraban América y Juana María Gómez, en representación del Frente Cívico de Mujeres Martianas.

Con todas esas condiciones creadas debía mantenerse sintonizado el CNC (Circuito Nacional Cubano) en los radios, pues a través del mismo se daría la orden del inicio de la huelga, prevista para las 11:00 a.m. Esa orden no fue dada, y a las 2:00 p.m. la dirección del Movimiento en Guanajay dio por fracasada la huelga.

Al no efectuarse el Movimiento huelguístico, un grupo de revolucionarios que se habían alzado en la zona de Guajaibón en apoyo al mismo, se vio precisado a regresar al pueblo. Entre esos compañeros pueden citarse a Ramón Delgado, Ángel Estrada y a Eduardo Fuentes.

A pesar de que no hubo acciones, debido al fracaso de la huelga, la represión fue la usual respuesta del régimen. Se produjeron numerosas detenciones, registro de viviendas, y el Comandante Pantoja expulsó de Guanajay a Rafael Ramírez y a Manuel Hernández, Presidente y militante del Partido Socialista Popular respectivamente y a los miembros del M-26-7 Reemberto Carpio y Juan Pérez Quintana (el Isleño). Esos compañeros eran obreros de la fábrica de zapato Simpson Sport, único establecimiento de Guanajay que cerró sus puertas el día 9 con motivo de la huelga.

La rigurosa preparación que tuvo todo lo relativo a la huelga del 9 de abril, el entusiasmo patriótico y antibatistiano con que el Movimiento Revolucionario se agrupó, para hacer frente a un número muchas veces superior en hombres y armas, y hasta la colaboración misma de una mayoritaria población que se aprestó a secundar la huelga y confeccionó en casas anónimas brazaletes y banderas rojinegras, permite a pesar del tiempo transcurrido afirmar que en abril del 58, Guanajay había alcanzado una madurez revolucionaria plena, en la que había jugado un rol imprescindible la creación de un movimiento antibatistiano sólido, cuyo punto de partida se localiza tras el golpe del 10 de marzo, que colocó a Batista en el poder. (34)

En el mes de mayo por orden del jefe de acción y sabotaje municipal Pastor Valente y a propuesta del compañero Oscar Travieso, se realizó un sabotaje en el archivo de la Escuela Normal de Guanajay, único centro de segunda enseñanza del municipio que se mantuvo dando clases, ignorando el boicot necesario al régimen que asesinaba cada día a los mejores hijos de Cuba. Esa decisión obedecía a la total adhesión de la dirección de esa escuela al batistato.

El comando que preparó la acción estuvo integrado por Oscar Travieso, Julio Cesar Pérez Ravelo y Roberto Álvaro Fernández. El incendio alcanzó gran magnitud y fue necesario la intervención de los bomberos de Marianao. (35)

Entre los meses de octubre y noviembre se creó en Guanajay el FONU (Frente Obrero Nacional Unido) que perseguía el objetivo fundamental de consolidar la unidad dentro de todo el movimiento obrero revolucionario, teniendo en cuenta las causas que condujeron al fracaso de la huelga de abril.

La dirección de ese frente estuvo integrada por los compañeros siguientes:

Mariano Pérez

Eufracio Gómez

Encarnación Gómez

Jesús Trujillo

Rafael Ramírez

Bienvenido Ortega

Santiago Marrero

Ortelio Socarrás

Juan Pérez Quintana

Roberto Zayas           

El compañero Mariano Pérez participó en diciembre del 58 en un congreso obrero en Corralillo (Yaguajay) en representación del FONU de Guanajay. En éste congreso participó el Comandante Camilo Cienfuegos. (36)

El 26 de julio de 1958 se produjo un alzamiento en la Sierra de los Órganos. Fue creada allí la columna No.2 "Ciro Redondo", integrada por combatientes guanajayenses al mando de Rogelio Payret Silvera (el Capitán Claudio). Esta columna pertenecía al Frente Occidental de Pinar del Río (Hnos. Saíz), que dirigió hasta el triunfo revolucionario el Comandante Dermidio Escalona. Entre otros compañeros estuvo integrado por Urbicio Yañez, Fernando Rodríguez Esperón, Julio Cesar Pérez, Armando Nodarse Novo, Ramón Delgado Albizán y Pastor Valente.

éste grupo de combatientes mantuvo siempre una vinculación muy estrecha con la Dirección del M-26-7 en Guanajay. Eran abastecidos de alimentos, medicinas, armas y ropas. En éste contacto directo jugaron un papel fundamental los compañeros Mariano Pérez Ravelo, Mario Pacheco y Juan Rodríguez López (Guango)

Entre las acciones militares más importantes libradas por esta columna pueden mencionarse el ataque al cuartel de Las Posas, el 10 de octubre de 1958, la toma del Centro Turístico de Soroa, el 2 de noviembre, y el ataque a dos perseguidoras del Ejército en la finca "La Vigía" en el Km. 33 de la carretera de Guanajay a Bahía Honda, en el que se le hicieron 8 bajas al ejército. (37)

En octubre de 1958 los compañeros de la Dirección del PSP en Guanajay recibieron la orientación de iniciar el acopio de avituallamientos con el fin de apoyar la columna invasora que debía cruzar por la zona hacia Pinar del Río. A esos efectos, en el bar Castillo, ubicado en la esquina de las calles Luz  Caballero y Máximo Gómez, se comenzó a guardar ropa, alimentos y otras vituallas, que debían ser entregadas al mando del Ejército Rebelde. (38)

El paso de esta tropa no llegó a efectuarse porque la tiranía, cuya situación se hacía insostenible ante el empuje revolucionario, se desmoronó bajo las Fuerzas del Ejército Rebelde y la lucha clandestina.

Al conocerse el día 1ro de enero de 1959 el triunfo revolucionario, el júbilo popular fue abrumador. Inmediatamente se estableció en el Centro Progresista el cuartel general de los revolucionarios. El día 2 de enero, al llamado de Fidel de: ¡Revolución sí, golpe de estado no!, todo el pueblo se sumó a la huelga general.

El día 3 el comandante Pantoja, que había esperado en vano atrincherado en el cuartel que se produjera un golpe de estado, fue hecho prisionero cuando intentaba abandonar Guanajay. Se le envió al antiguo campamento de Columbia hasta que fue juzgado por los tribunales revolucionarios.

El capitán Claudio asumió el mando militar de Guanajay. Terminaba así la etapa tenebrosa del batistato y se iniciaba la nueva era de la Revolución.

A continuación, relacionamos las diferentes directivas clandestinas que tuvo el M-26-7 en Guanajay desde su creación hasta el triunfo revolucionario:

Primera Directiva

Nombre

Cargo

José Ramón González (Mongo)

Coordinador

Eulalio Suárez (Pipo)

Finanzas

Eufrasio Gómez

Frente obrero

Mariano Pérez

Frente obrero

Orlando Díaz Pío

Frente estudiantil

Manuel Mier (abandonó el país)

Acción y sabotaje

Segunda Directiva

Juan Rodríguez López (Guango)

Coordinador

Augusto Tejeda Rodríguez (Perico)

Acción y sabotaje

Orlando Nodarse Verde

Acción y sabotaje

Eulalio Suárez (Pipo)

Propaganda

Eufrasio Gómez

Frente obrero

Ángel E. López (Suco) abandonó el país

Frente estudiantil

Mario Pacheco Allende

Finanzas

Tercera Directiva

Mario Pacheco Allende (Fabio)

Coordinador

Amado Viñas (Amadito) abandonó el país

Finanzas

Eulalio Suárez (Pipo)

Propaganda

Pastor Valente

Acción y sabotaje

Eufrasio Gómez

Frente obrero

José María Cruz (el cubano)

Resistencia Cívica

Cuarta Directiva

Enrique Larralde (El pastor) abandonó el país

Coordinador

Oscar Travieso

Propaganda

Tomás O. Díaz

Acción y sabotaje

Eulalio Suárez (Pipo)

Responsable de la huelga del 9 de abril

Vicente Rodríguez Crespo (Petete)

Resistencia Cívica

Amado Viña (Amadito)

Finanzas

Quinta Directiva

Mario Morfi (abandonó el país)

Coordinador

Ireneo Crespo González (Jiquí)

Acción y sabotaje

Carlos Vázquez (el yanqui)

Propaganda

José V. Moreno

Finanzas

Felipe Ceballos (abandonó el país)

Resistencia Cívica

   

 

1952 - 1958

Referencias

  1. - Periódico Hoy. 27 de julio de 1952. Pág. 4. Columnas 4 y 5.
  2. - Periódico Hoy. 3 de agosto de 1952. Pág. 1. Columna 2 y 3.
  3. - Periódico La Chispa. Enero 15 de 1953. Pág. 6 Columnas 1, 2 y 3. Archivo Museo "Carlos Baliño".
  4. – Periódico La Chispa, junio 15 de 1952. Pág. 7 Columnas 1 y 2 Archivo Museo "Carlos Baliño".
  5. - Periódico Hoy 23 de enero de 1953. Pág. 3. Columna 7.
  6. - Periódico la Chispa 15 de abril de 1954. Pág. 1. Columna 1y 2. Archivo Museo "Carlos Baliño".
  7. - Periódico la Chispa 20 de junio de 1950 Pág. 4. Columnas 1 y 2. Archivo Museo "Carlos Baliño".
  8. - Testimonio de Luis Suárez García. Combatiente guanajayense.
  9. - Periódico La Chispa agosto 16 de 1952. Pág. 1. Columna 3. Archivo Museo "Carlos Baliño. Testimonio de los combatientes Luis Suárez y Fructuoso Arocha Delgado (participante).
  10. -Surgimiento, desarrollo e influencia en la actividad revolucionaria del Movimiento 26 de julio en Guanajay. 1950 - 1953. Antonio de Armas Deloso. (Trabajo inédito)
  11. - Periódico “Hoy”, 17 de marzo 1953. Pág. 6 Columna 2.
  12. -Surgimiento, desarrollo e influencia en la actividad revolucionaria del Movimiento 26 de julio en Guanajay. 1950 - 1953. Antonio de Armas Deloso. (Trabajo inédito)
  13. Testimonio de Abelardo García Ills. Asaltante al Cuartel Moncada. Guanajay.
  14. - Antonio Armas Deloso. OBCIT
  15. – Testimonio de Eulalio Suárez. Combatiente Guanajay.
  16. - Testimonio de Abelardo García Ills. Asaltante al Cuartel Moncada. Guanajay.
  17. – Testimonio de Heriberto Valdés. Combatiente. Guanajay.
  18. - Testimonio de Luis Suárez Combatiente. Guanajay
  19. - Antonio Armas Deloso. OBCIT.
  20. - Testimonio de Luis Suárez García (Guiche) Miembro del Directorio.
  21. - Testimonio de Antonio de Armas Deloso. Combatiente del M - 26 - 7.
  22. - Testimonio de Urbicio Yáñez (incluido en el trabajo “Orlando Nodarse, ejemplo de revolucionario”, presentado al concurso de historia 1ro de Enero)
  23. - IBIDEM.
  24. - Antonio de Rafael Ramírez Mazpule. Secretario Gral del PSP en Guanajay.
  25. – Testimonio de Antonio Armas Deloso.
  26. - Testimonio de Narciso Sánchez García. Militante del PSP en Guanajay.
  27. -Testimonio de Mercedes Núñez Alarcón (Mercy) Miembro del Directorio Revolucionario.
  28. - Testimonio de Luis Suárez. Combatiente.
  29. - Antonio de Armas Deloso. OBCIT.
  30. – Tomado del trabajo “Orlando Nodarse, ejemplo de revolucionario”, presentado al concurso de historia 1ro de Enero).
  31. - IBIDEN.
  32. – Antonio Armas Deloso. OBCIT.
  33. - Testimonio de Oresta Pérez Morejón (Tica). Combatiente del M-26-7.
  34. - Testimonios de los combatientes Eulalio Suárez, Oscar Travieso, Heriberto Valdés y Juan M. Rodríguez.
  35. - Testimonio de Oscar Travieso.
  36. - Testimonio de Eulalio Suárez y Rafael Ramírez.
  37. - Testimonio de Urbicio Yáñez..
  38. – Testimonio de Rafael Ramírez Mazpule.

 

Etapa Revolución

(1959-1976)

 

Período de la Revolución.

A partir de 1959 comenzó para toda Cuba una nueva era, la revolucionaria, que trajo consigo cambios radicales en todo el decursar de la vida económica social y política del país, como sucede cuando se ha producido una revolución verdadera y profunda.

En Guanajay, municipio que participó activamente en la lucha antibatistiana, y que inscribió con la sangre de algunos de sus mejores hijos su nombre en la Historia de Cuba, el triunfo revolucionario no fue sólo júbilo popular, sino también transformación genuina de todas las anteriores estructuras que habían respondido al viejo y tiránico régimen ya derrotado.

La Revolución triunfante encontró en Guanajay un sombrío panorama económico y social. Problemas como el desempleo, la corrupción administrativa, el latifundio y la precaria salud pública, se presentaban como el saldo final de un sistema capitalista que no había resuelto las más acuciantes necesidades de la población.

Existían en la zona urbana 3020 casas, de las cuales un 60% estaban en mal estado incluyendo 40 cuarterías que presentaban también deplorable situación sanitaria. En la zona rural había 1168 viviendas en su mayoría en malas condiciones.

No deben dejar de mencionarse 2 barrios insalubres, el de La Caridad (barrio de las yaguas) con 89 bohíos y otro caserío compuesto por 21 chozas en los alrededores del cementerio municipal.

El pequeño hospital existente (San Rafael) recibía un exiguo presupuesto estatal que apenas cubría los gastos más elementales. No poseía personal ni instrumental médico suficientes, no existían historias clínicas y con sólo 62 camas no podía ofrecer servicios eficaces. La mortalidad infantil estaba entre las 59 y 67 muertas por cada mil nacidos vivos.

Las tierras de Guanajay estaban destinadas en su casi totalidad al cultivo de la caña. Aunque los pequeños agricultores eran numerosos, debemos señalar que la inmensa mayoría de las tierras eran propiedad de 3 grandes latifundios. El mayor de ellos estaba representado por Manuel Aspuru figura principal del Central Toledo (hoy Manuel Martínez Prieto) que poseía 5 colonias cañeras (Noroña, Villegas, Mendive, Lima y San Dimas) Los dos restantes latifundistas eran Gustavo Inda propietario de la finca San Gabiel, cuya caña era molida en el propio central Toledo, y Florentino Martínez propietario de la finca San Francisco que tributaba su producción cañera al antiguo central Pilar (hoy Eduardo García Lavandero).

En el plano ideológico la situación se presentó favorable durante los primeros meses de Revolución, pues la participación guanajayense en la lucha contra Batista fue grande y la efervescencia tras el triunfo también lo fue. Sin embargo, y al igual que ocurrió en el resto del país, las medidas radicales que fue tomado la nueva dirección del país y las leyes que fueron promulgadas, pusieron de manifiesto las diferencias ideológicas y la profunda lucha de clases que se libraría entre los elementos burgueses y proimperialistas y el pueblo revolucionario. Así desde el propio 1960 en Guanajay se detectaron organizaciones contrarrevolucionarias cuyo fin era el de acabar con el poder del pueblo.

A pesar de todo esa lucha ideológica y en medio de ella nuestro proceso revolucionario siguió adelante y su radicalización determinó que contara con el apoyo de la abrumadora mayoría de los cubanos que hasta entonces no había conocido sino la explotación y la miseria.

A pocas horas de conocerse el triunfo las organizaciones revolucionarias encabezadas por el M-26-7, se reunieron para trazar las líneas que habrían de seguirse en esos primeros días, en cuanto a la dirección del pueblo y de sus principales actividades y centros laborales. En dicha reunión se acordó movilizar a todo el pueblo para responder presente al llamado hecho por la Dirección Nacional del M-26-7 a todo al país.

De inmediato se lanzó un boletín informativo sobre la composición de una nueva dirección político administrativa interna, que se encargaría de atender los asuntos de la localidad en aquellos momentos. Ese boletín expresaba lo siguiente:

Al pueblo de Guanajay.

"Se le comunica al pueblo que la Dirección General del M-26-7 ha tomado el acuerdo de nombrar los siguientes comisionados para integrar el Gobierno Municipal Provisional de Guanajay:

José Domínguez Castillo.

Encarnación Gómez Hernández.

Ortelio Socarrás Costa.

David Santos.

Manuel Mendaña Llera.

Dr. Manuel V. Rodríguez Crespo.

Américo Navarro Fernández-Trelles

Dr. Marcelino Ceballos.

Irineo Crespo González.

Dr. José V. Moreno González

Margarito Pérez Morejón.

Mario Morffi Bravo.

Firmado: Movimiento Revolucionario

26 de Julio". (1)

Estos comisionados representaban a las organizaciones del "26 de Julio", "Comisión Obrera" y "Resistencia Cívica", cada una de las cuales aportaba cuatro miembros al nuevo Gobierno Provisional.

Por el de 26 julio:                                                  

  1. Orlando Díaz Pío
  2. Mario Morffi (abandonó el país)
  3. José V. Moreno González
  4. Ireneo Crespo González

Por la Comisión Obrera:

  1. Ortelio Socarrás Costa.
  2. David Santos Amarán
  3. José Domínguez Castillo.
  4. Encarnación Gómez H.

Por la Resistencia Cívica.

  1. Vicente Rodríguez Crespo (abandonó el país)
  2. Manuel Mendaña Llera (abandonó el país)
  3. Marcelo Ceballo (abandonó el país)
  4. Américo Navarro Fernández-Trelles.

Reunidos nuevamente el día 5 de enero del 59, acordaron por unanimidad que el compañero Orlando Díaz Pío fuera nombrado Comisionado General, aunque en las primeras medidas dictadas por el nuevo gobierno intervinieron todos.

Una de las primeras medidas tomadas fue la detención de todos los individuos que colaboraron con los órganos represivos de la tiranía y cometieron actos de violencias contra la población. Fueron detenidos entre otros, el Comandante ésteban Pérez Pantoja, el Teniente Calderón y el soldado Ignacio Benítez, los que fueron puestos de inmediato a disposición de la justicia revolucionaria.

Se dispuso la colocación a partir del 6 de enero de veedores en los centros de mayor importancia económica del municipio a fin de garantizar el adecuado funcionamiento de los servicios subordinados a la administración local.

Para el Hospital "San Rafael" (hoy Hospital General Docente José R. Martínez) se designó al Dr. José V. Moreno González. Para la zona fiscal a Oscar Castillo González (abandonó el país) Para la cárcel de hombres a Ortelio Socarrás Costa.

En la jefatura local de salubridad fue ubicado José Domínguez Castillo y en el Reclusorio Nacional de Mujeres María Luisa del Pozo Lascaíbar (abandonó el país).

En las oficinas de Correos y Telégrafos se designó como veedor a Marcelino Ceballos (abandonó el país). Para la Casa de los Juzgados al Dr. Suárez Pozo y Antonio Blanco Jordán (abandonó el país) Al matadero municipal fueron enviados Encarnación Gómez y David Amarán.

A la plaza del Mercado se envió al compañero Lázaro Noa y a la Junta de Educación a Delia Varona. Al Comedor Escolar se le designó como veedor al compañero Reemberto Carpio Nodarse y a la casa de Socorros al Dr. José V. Moreno Piedra.

Por orientación de Juan Rodríguez (Guango), Coordinador Regional del M-26-7, se determinó que el Gobierno Municipal debía ser dirigido por tres comisionados, nombrándose a los compañeros Orlando Díaz Pío, Gertrudis Hernández Guijarro y Américo Navarro, bajo cuyas firmas saldrían todos los documentos oficiales que fuera emitiendo el Gobierno Municipal.

Esta disposición fue revocada en los primeros días del mes de marzo de 1959 por otra que nombraba como único Comisionado Municipal al compañero Orlando Díaz Pío. Gertrudis Hernández Guijarro pasó entonces a ocupar la secretaría de la administración local.

El 9 de abril de 1959, el Comisionado firmó una Resolución que disponía la inmediata supervisión por parte de las nuevas autoridades del acueducto para el abasto de agua potable a la población, designando como supervisor al compañero Ángel Estrada Acosta. (2)

En agosto de 1959 se concedió un plazo de 8 días a todas las personas que habiendo prestado sus servicios como empleados de la administración pública, pudieran justificar la veracidad de esos servicios, a fin de efectuarles el pago de los salarios que les adeudaba la anterior administración.

Esta medida además de permitirles a los empleados públicos cobrar sus salarios atrasados, posibilitó al gobierno local descubrir quiénes eran los que sin trabajar realmente aparecían emplantillados y cobraban las conocidas "botellas".

El día 8 de septiembre del propio 1959 se dictó la Resolución No. 90 mediante la cual fueron cerradas las casas prostíbulos que existían en Guanajay.

Por resolución No. 138 de febrero de 1960 fue declarada "Hija Predilecta" del Municipio María Teresa Vera atendiendo a la relevante labor artística de esta trovadora.

El 16 de junio de 1961 se dictó la resolución No. 229 que disponía la intervención de las sociedades y centros de recreo, nombrándose los interventores que ejecutarían esta resolución:

Centro Progresista (Sociedad de blancos). Interventor: Manuel Saavedra Martínez.

Sociedad "El Progreso" (Sociedad de negros) Interventora: Rita María Martínez Castro.

Colonia Española (Sociedad de españoles) Interventor: Ricardo Padrón Padrón.

Acción católica (Sociedad para católicos) Interventor: Salvador Sánchez Soroa. (3)

Desde el mismo año 1959 antes de ser promulgada la ley de Reforma Urbana surgió la necesidad de crear una comisión que se encargara de atender los más urgentes problemas de viviendas en la localidad. La misma tuvo como jefe a Lucilo Victores Rodríguez y como miembros a Adolfo Martínez Álvarez, Pedro González Montero, Antonio Rodríguez y a María Teresa Pedroso (Chiquitica).

Entre los trabajadores más necesitados se inició la distribución de las casa abandonadas por las  familias que se iban del país, vendiéndose también a los trabajadores según sus necesidades otros objetos de esas casas, tales como juegos de sala, de cuarto etc. el precio de esos artículos era fijado por la comisión, y su pago se hacía al 10% del salario del trabajador que lo adquiriese. Las primeras viviendas construidas por la Revolución en Guanajay fueron 56 y formaron parte de 7 edificios que se construyeron en el reparto San Francisco. Se edificaron además un total de 86 casas a través del INAV.

El 14 de octubre de 1960 se promulgó la ley de Reforma Urbana, que daba derecho a cada familia cubana a poseer una vivienda decorosa. Esta ley dio término en Cuba al rejuego de los especuladores que habían desnaturalizado sin escrúpulo alguno la función social que debe cumplir la inversión en viviendas, y convirtió en propietario de sus viviendas a los que las ocupaban como arrendatarios.

Se creó en Guanajay una oficina perteneciente al Consejo superior de la Reforma Urbana, mediante la cual los inquilinos informaban en una declaración jurada todo lo referente a la vivienda que ocupaban y el alquiler que pagaban por ella. Se verificaba además con los dueños, a quienes se exigía la presentación de las propiedades de las viviendas que alquilaban.

En la segunda mitad de 1962 se creó la Oficina Municipal de Reforma Urbana PR-3 que se encargaba de todas las cuestiones legales y financieras concernientes a la vivienda. A partir del surgimiento de esta oficina se instrumentó definitivamente la ley de Reforma Urbana en Guanajay. La misma radicó en la calle Aramburu No. 48 e/ Céspedes y Máximo Gómez y su primer jefe fue Ramón Rodríguez Herrera. El responsable de finanzas fue José Guerra González y las oficinistas fueron María Teresa Pedroso y Norma Vázquez.

Esta oficina abarcó la jurisdicción de.

Guanajay

Mariel

Quiebra Hacha

Cabañas

Bahía Honda

San Diego de Núñez.

En 1968 Bahía Honda y San Diego de Núñez dejaron de pertenecer a esta jurisdicción, mientras que Mariel, Quiebra Hacha y Cabaña siguieron formando parte hasta 1981.

La CTC creó comisiones de viviendas que seguían encargándose de la entrega de las viviendas que construía la Revolución y los que se desocupaban por salidas del país.

En 1967 la oficina Municipal de Reforma Urbana se trasladó para la calle Martí No. 17. En 1971 se trasladó para Martí No. 28 e/ Zayas y General Díaz. En 1982 se trasladó nuevamente hacia Máximo Gómez No. 50.

El 27 de diciembre de 1984 se promulgó la ley General de la vivienda, que entró en vigor el 1ro de enero de 1985.

El 20 de enero de 1985 comenzó a funcionar en Ave. 63 No. 6218 la nueva dirección municipal de la vivienda, cuya estructura corresponde a la nueva ley en vigor. Esa primera dirección estuvo conformada del modo siguiente:

Director. Luis Manuel Rivero Arzola.

Jefe Departamento Jurídico. Lic. René García Estévez.

Investigadora A. Norma Vázquez Álvarez.

Departamento de control de fondos. Dalia Godoy Fariñas

Comprobador. Bárbaro Guerra Prieto

Oficinista. María Luisa Rodríguez (4)

La situación de la salud pública en Guanajay no difería de la situación general de la salud del pueblo cubano antes de 1959.

El día 5 de enero de 1959 fue nombrado veedor el Dr. José Virgilio Moreno González, médico revolucionario que había sido combatiente clandestino contra la tiranía batistiana. Un mes después fue nombrado oficialmente director del hospital. A partir del propio mes de enero se dio un vuelco total en la administración del centro, iniciándose obras de ampliación y perfeccionamiento de los servicios.

Se hicieron historias clínicas generales para todas las especialidades algo que antes del 59 no existía. Se nombró oficialmente un especialista de garganta, nariz y oído. Se amplió el cuerpo de guardia. Se instalaron nuevas lámparas en el salón de operaciones y en la sala de obstetricia.

Se construyeron dos salas nuevas de Medicina General y se amplió la de Pediatría, lo que posibilitó aumentar el número de camas a más de 100. Aumentó el número de médicos y el número de enfermeras.

El hospital cambió su antiguo nombre de San Rafael por el de José Ramón Martínez Álvarez, destacado combatiente guanajayenses, caído después del desembarco del Granma.

En 1960 se eliminó la Casa de Socorro y el sillón de dentista que allí existía se trasladó para el Hospital. Con posterioridad se instaló un Policlínico en el antiguo Juzgado Municipal allí se instaló una clínica estomatológica con tres sillones.

La salud pública después del 59 aumentó en cantidad de servicios y en calidad, sobre todo después de la intervención de las consultas particulares.

En el campo de la salud se invirtieron recursos cuantiosos que cambiaron con rapidez el panorama de antes del 1959. Fue creciendo el número de servicios; se ampliaron los existentes y puede decirse que 15 años después del triunfo revolucionario contaba el municipio con especialistas, equipos médicos, transporte y personal de enfermería como jamás hubieran podido imaginar los pobladores.

Además del Hospital y el Policlínico, en 1976 habían sido creados y equipados un Hogar Materno, una clínica Estomatológica, un Instituto Politécnico, una Central de ambulancia, y una Unidad de Higiene. Prestaban sus servicios un total de 70 médicos, distribuidos en las especialidades de: psiquiatría infantil y de adultos, pediatría, ortopedia, angiología, oftalmología, dermatología, logopedia y foniatría, ginecología, medicina general, anéstesiología, urología, cirugía, radiología, anatomía patología y oncología.

La Central de ambulancias contaba con un parque de 9 ambulancias, además del transporte propio del Hospital compuesto por un camión, dos guaguas, dos autos Lada, dos motos y un tractor con carretas.

Ese año (1976) en el Instituto Politécnico se graduaron 113 alumnos como auxiliares de enfermería. Con posterioridad en el politécnico se graduaron además de auxiliares de enfermería, enfermeras generales, técnicos en laboratorio clínico, enfermeras pediatras, técnicos en Prótesis dental y técnicos en RX. (5)

 Las organizaciones revolucionarias que en Guanajay existían desde la lucha contra Batista, encabezadas por el Movimiento 26 de Julio, respondiendo al llamado de unidad hecho por Fidel, se integraron en las ORI. De éste modo el PSP, el Directorio Revolucionario 13 de marzo y el Movimiento 26 de Julio aunaron sus fuerzas para llevar adelante la obra de la Revolución por la que habían combatido.

En la reunión convocada para dejar constituidas las ORI en Guanajay, se examinaron los problemas y las especificidades del municipio, partiendo de un documento rector que había enviado la dirigencia provincial en Pinar del Río. Así en junio del 61 quedó constituido el Comité Municipal de las ORI, que fue integrado del modo siguiente:

Secretarios:

  1. Jesús Peralta - Secretario General.
  2. Angel Eros - Relaciones públicas.
  3. Silvio Martínez - Organizador.
  4. Carlos Beltrán - Coordinador.

Miembros Ejecutivos:

  1. Jesús Peralta - Secretario General.
  2. Carlos Beltrán Coordinador.
  3. Ángel Eros Sec de Relaciones Públicas
  4. Silvio Martínez - Secretario organizador.
  5. Orlando Díaz Pío - Comisionado Municipal.
  6. Manuel Saavedra - Secretario de finanzas.
  7. Narciso Sánchez - Responsable de Cultura.
  8. Manuel González - Responsable de C.C Defensa.
  9. Oscar Travieso - Secretario de actas.

Demás miembros del Comité Municipal.

  1. Jesús Peralta.
  2. Ángel Eros.
  3. Carlos Beltrán.
  4. Silvio Martínez.
  5. Manuel Saavedra.
  6. Antonio Provedo.
  7. Roberto Fernández
  8. Orlando Díaz Pío
  9. Jesús Suárez.
  10. Eulalio Suárez.
  11. Pablo Carpio.
  12. Manuel González
  13. Fernando Esperón.
  14. Narciso Sánchez.
  15. José Aguilar.
  16. Oscar Travieso.
  17. Ricardo Padrón.
  18. Heriberto Valdés.
  19. Manuel Hernández
  20. Ovidio Rodríguez.
  21. Juan Torres.
  22. Jesús Díaz Santurio.

Comisiones:

Laboral.

Roberto Frenández

Lucilo Victores

Lorenzo González

Comercio Interior

Manuel Miranda

Campesina

Ovidio Rodríguez

Salud pública

Eulalio Suárez

En su primera reunión la dirección de las ORI tomó el acuerdo de emprender una campaña de construcción de obras públicas que incluyeron los sectores de la educación y la vivienda.

Se construyó un centro escolar de 6 aulas y un Kindergarden en el reparto Oasis, un centro escolar de 9 aulas en el reparto Gelabert, una escuela rural en el barrio Chacón y 2 aulas rurales en el barrio Jobo. Fue reconstruida la escuela del barrio La Travesura. En el reparto La Granja fueron construidas una escuela y una academia de corte y costura.

El odiado cuartel de la guardia rural fue convertido en escuela. En el antiguo salón de la Cámara Municipal del Ayuntamiento se creó una biblioteca Piloto infantil que fue dirigida por maestros.

Además de estas nuevas obras del sector educacional se realizaron otras en el Reclusorio Nacional de Mujeres que fue ampliado. La cárcel de hombres fue totalmente reconstruida. Se repararon el Juzgado, el Matadero y el edificio que ocupaba el antiguo VIVAC municipal.

Los caminos vecinales de los barrios de Santa Ana y San José fueron mejorados. El Parque Central de Guanajay fue reconstruido y se le colocaron nuevos bancos. (6)

En el período en el que existieron como principal organización política del país, las ORI desarrollaron una intensa actividad en todos los frentes, sin embargo, en su seno existía inconformidad y descontento con sus métodos de dirección y el estilo con que impusieron la autoridad.

El 26 de marzo de 1962 Fidel compareció ante el pueblo para denunciar los métodos sectarios de la máxima dirección de las ORI en el país. Se hizo entonces imprescindible el análisis y la rectificación en cada territorio.

En abril se produjo en la zona fiscal de Guanajay una reunión para debatir a cerca del denominado sectarismo. Esa reunión culminó con la exaltación de los ánimos de la mayoría de los que participaron, quienes impugnaron duramente, a los principales dirigentes de la organización que procedían del P.S.P.

Analizando con objetividad la época en que se desenvolvieron las ORI, el nivel de ideologización de los factores que las integraron y el papel jugado por ellas en la sociedad, debe reconocerse que, aunque los errores que determinaron su desaparición fueron grandes, también hubo aspectos que no pueden ignorarse.

Esos aspectos tienen que ver con la importancia que tuvo la unificación de las tres organizaciones revolucionarias en momentos en que se hacía cada vez más intensa la confrontación ideológica con las fuerzas contrarrevolucionarias.  Sin dudas la creación de las ORI fortaleció nuestro frente de lucha. Significó el primer paso en la constitución de un partido único, firme y revolucionario capaz de llevar adelante la construcción de la nueva sociedad.

En nuestro territorio no existió deshonestidad en el manejo de los recursos del pueblo, no existió afán de lucro por parte de sus dirigentes, y todos se caracterizaron por su entrega al trabajo.

Como aspectos más negativos pueden señalarse su excesivo autoritarismo que se puso repetidamente de manifiesto en la designación de cuadros, dirigentes y obreros para ocupar empleos y responsabilidades administrativas.

La dirección de las ORI no fue electa con el consenso de las tres organizaciones revolucionarias que las integraban, sino que fue anunciada como un hecho consumado. éste factor unido al hecho de que los Secretarios Generales de los 14 municipios de Pinar del Río procedían sin excepción del P.S.P trajo malestar e inconformidad en sus filas.

Por otra parte, los dirigentes de las ORI tuvieron una excesiva participación en problemas que se escapaban del marco político administrativo, intervenían en los asuntos personales y familiares de los compañeros, en sus oficinas se ventilaban quejas y rencillas entre vecinos, lo que creó un clima desfavorable entre los miembros.

El hecho de que las principales responsabilidades políticas estuvieron detentadas por miembros procedentes del P.S.P desató la inconformidad entre los miembros del Directorio y el 26 de julio quienes consideraban que habían tenido papeles más activos en la lucha contra Batista y que ahora se les relegaba.

Como resultado de la citada reunión, fue reestructurada la directiva de las ORI en Guanajay y quedó al frente de la organización el compañero Pedro Meleans, se eligió también como organizador a Santiago Marrero y a Oscar Travieso se le designó como Secretario de la COR. Esos tres compañeros ostentaban ricas trayectorias como combatientes clandestino del M-26-7.

Con las ORI reestructuradas siguió adelante la vida económica política y social del territorio y se daban pasos firmes en la organización del nuevo escalón en la construcción del Partido. (PURS)

En junio de 1962 se llevó a cabo la primera asamblea de ejemplares en Guanajay. Se efectuó en la fábrica de Calzado y allí se eligieron entre las masas los primeros miembros del PURS. Esas asambleas se fueron efectuando en todos los centros de trabajo como parte vital en el proceso de constitución del Partido Unido de la Revolución Socialista.

Ese proceso de constitución tuvo su culminación el 13 de julio de 1963, cuando fue presentado en Asamblea General el Buró Municipal del PURS en Guanajay. Esa importante reunión fue presidida por el compañero Mario Pacheco y el Capitán Eliseo Reyes en representación del PURS provincial. Allí se presentó el Buró electo que estuvo integrado por:

Orlando Díaz Pío - Secretario General

Domingo Rodríguez - Secretario Organizador.

Santiago Marrero - Responsable de la COR.

Abilio Cabrera - Responsable de Producción

Héctor Estrada - Finanzas

Berto Godoy y Sergio Puig - suplentes. (7)

En enero de 1961 se inició en éste municipio una nueva y gigantesca tarea orientada por Fidel: la Campaña de Alfabetización. El día 28 de enero se realizó un desfile martiano en el que se entregaron las planillas de los que se habían ofrecido como alfabetizadores, y en el que cada persona participante llevó consigo un lápiz y una libreta para depositarlos en el busto de Martí. Esos materiales fueron utilizados en el desarrollo de la campaña.

El Consejo Municipal de Alfabetización quedó integrado por los compañeros siguientes:

Presidente: Venancio Fariñas Pérez

Coordinador: Antonio Provedo Marino

Responsable Técnico: Dra. América de Moya Pérez

Secretario: Francisco Heras

Representante de la CTC: Joaquín Cruz Caraza

Representante de la FMC: Lutgarda Valcárcel

Representante de los CDR: José Aguilar

Representante de la Asociación de Jóvenes Rebeldes: Antonio Quintero

Representante del Colegio de Maestros Normales y equiparados: Abad Sánchez

Representante de la ANAP: Juan Alberto Brito

éste consejo funcionó en un local situado en la calle Martí e/ Vicente Silveira y Zayas.

Un riguroso y exhaustivo censo realizado previamente al inicio de la campaña, arrojó un total de 2682 analfabetos, de los cuales 1483 residían en la zona urbana y 1199 en la zona rural.

El territorio fue dividido en barrios y zonas a fin de facilitar la organización de la campaña. En virtud de ello, en Guanajay existieron:

Barrios Urbanos: 2 Norte y Sur.

Barrios Rurales: 5, San José, Santa Ana, Jobo, Chacón y Cabriales.

Barrio Norte: Se dividió en 3 zonas.

Barrio Sur: Se dividió en 3 zonas.

San José: Se dividió en 2 zonas (1 de ellas suburbanas)

Santa Ana: 1 zona.

Jobo: 1 zona.

Chacón: 1 zona.

Cabriales: 1 zona.

Cada zona se dividió a su vez en unidades de alfabetización y tenía un responsable técnico que respondía ante el Consejo Municipal por el funcionamiento de cada una de ellas.

Esas unidades tuvieron la siguiente estructura:

Jefe de Unidad.

El charlista u orientador político (que era escogido por las ORI)

El asesor técnico (maestro)

Cada unidad tenía la cantidad de alfabetizadores que fuera necesaria según la cantidad de analfabetos. El jefe era el encargado de controlar la asistencia de los alfabetizadores y los alfabetizados. El charlista impartía conferencias revolucionarias (sencillas, elementales, relacionadas con cada lección que se impartía según la cartilla) a los alfabetizadores.

El asesor técnico se reunía con sus alfabetizadores para orientarlos sobre el manejo de cartillas, la forma de impartir las clases y de obtener los resultados deseados.

En Guanajay funcionaron 52 unidades de alfabetización. En ellos brindaron su contribución tanto los brigadistas Conrado Benítez como los alfabetizadores populares, que eran aquellos que residían en el municipio.

Se crearon 6 campamentos de brigadistas: 4 campamentos de varones y 2 de hembras.

Guanajay fue, además, punto de recepción de los brigadistas que venían de Varadero (los Conrado Benites) de aquí se redistribuían a otros municipios. Esta tarea era dirigida por el Coordinador Provincial de la campaña en Pinar del Río, Abel Prieto, y ejecutada por el presidente, el coordinador y la responsable técnica del municipio.

Los brigadistas Conrado Benítes eran ubicados en las zonas rurales más intrincadas, aunque en Guanajay existió una excepción: en el barrio "La Caridad" (barrio Las Yaguas) que no era zona rural, alfabetizaron 2 brigadistas Conrado Benítez.

Durante la realización de la campaña se llevó a cabo una importante emulación que comprendía a los campamentos, las zonas, las unidades y los propios alfabetizadores. Se contó con un pequeño órgano de prensa: ¡Cumpliremos! que editaba el Consejo Municipal de Educación y la AJR.

Las organizaciones de masas colaboraron intensamente en la realización de la campaña. Dieron una contribución importante en la captación de alfabetizadores populares, en el chequeo de la verdadera incorporación de cada analfabeto, en la información de indisciplinas, ausencias de maestros o cualquier irregularidad que entorpeciera el desarrollo de la campaña.

Entre los campesinos fueron escogidos por barrios aquellos que contaran con mayor prestigio y autoridad, que fueran revolucionarios y capaces de garantizar la protección de los alfabetizadores en cada sitio. Esos delegados campesinos fueron los responsables de ubicar a los brigadistas Conrado Benítez en casas confiables, de familias revolucionarias. En el territorio de Guanajay las medidas de seguridad y vigilancia fueron estrictas, teniendo en cuenta que en la zona operaban alzados.

Delegados campesinos de cada barrio rural:

Cabriales: José Manuel Chill.

Chacón: Raúl Pio y Juan Velázquez.

Jobo: Carlos Morales y Sinesio Pérez.

Santa Ana: Manuel Mojena.

San José: Edelio Sosa.

Conjuntamente con la luz de la enseñanza cada analfabeto con problemas visuales recibió gratuitamente espejuelos. Se realizaron chequeos médicos, se vacunó a campesinos, alfabetizadores y analfabetos. Se construyeron letrinas en los lugares donde fue necesario. Se llevó a cabo una labor intensa en el casamiento de parejas campesinas que no estuvieran legalmente unidas.

En el Reclusorio Nacional de mujeres se alfabetizó a las reclusas tanto comunes como contrarrevolucionarias. Al concluir la alfabetización del primer grupo de ellas, se realizó un acto político en el propio reclusorio, en el mes de octubre.

Entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre de 1961 se efectuó el Congreso Nacional de Alfabetización. En representación de Guanajay asistieron 4 delegados:

  1. América de Moya.
  2. Venancio Fariñas.
  3. Antonio Provedo
  4. Euladio Suárez. (En representación de las ORI)

A lo largo de toda la campaña se realizaron numerosos actos de auspicio en los que participaron entre otras personalidades las siguientes:

Blas Roca.

El comandante Dermidio Escalona, jefe militar de la provincia de Pinar del Río.

César Escalante.

Los padres del Comandante Camilo Cienfuegos.

Abel Prieto, Coordinador provincial de la campaña.

El día 9 de diciembre de 1961, en horas de la tarde Guanajay fue declarado Territorio Libre de Analfabetismo, con un 71% de alfabetizados, y en medio del júbilo popular. Fue el segundo municipio de la provincia Pinar del Río en declararse, sólo antecedido por el de San Juan y Martínez. Después se continuó dando clases hasta el día 20 de diciembre. El día 22, una amplia representación de guanajayenses estuvieron presentes en el acto central donde se declaró a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo.

En la realización de esta importante tarea de la Revolución, el municipio alcanzó gran prestigio por la exigencia, rectitud y escrupulosidad con que dirigió y ejecutó la campaña. 8

De igual forma que las principales organizaciones revolucionarias se fusionaron en la ORI; las agrupaciones juveniles de esas organizaciones y otros jóvenes que estaban agrupados bajo otros nombres, procedieron en el año 1959, a crear la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) cuyo fundador fue el joven Comandante del Ejército Rebelde Joel Iglesias. En Guanajay esta asociación se constituyó en el mes de noviembre del 59. Por orientación del Teniente del Ejército Rebelde Verónico Pérez quien pertenecía a la Sección Política del Ejército en Pinar del Río, Néstor Rodríguez y Bernandino Rodríguez (Titiriti) se dieron a la tarea de nuclear a los jóvenes del M-26-7, el Directorio Revolucionario y los de la Juventud Socialista. De igual forma contactaron con el compañero Ramón Amador (Indique) quien era jefe del grupo guanajayense de los exploradores nacionales (boys scouts) y con Juan Francisco Gómez (Fafín), jefe de las patrullas juveniles que habían surgido con el triunfo revolucionario como apoyo a la PNR

Contando con el entusiasta apoyo de ese numeroso grupo de jóvenes se constituyó la AJR en Guanajay. Les fue asignado un pequeño local en las intersecciones de las calles Martí y General Díaz.

Su primera directiva fue la siguiente:

Bernardino Rodríguez (Jefe)

Gregorio Meireles (Coordinador)

Argelio Martell (Propaganda)

Enrique Méndez (Asuntos militares)

Ma. Elena Nodar (Asuntos femeninos)

Integraban además la dirección Enrique Canales, Juan Francisco Gómez y René Quesada.

Por la eficacia del trabajo desplegado por la AJR guanajayense y por el prestigio que alcanzaron sus jóvenes dirigentes, un valioso grupo de ellos fue designado para continuar creando secciones de la asociación en diversos lugares de la provincia de Pinar del Río. Así, Bernardino Rodríguez, Gregorio Meireles, Enrique Canales, Enrique Méndez y Argelio Martell fueron además los organizadores de la AJR en varios municipios pinareños.

Entre los fundadores de la AJR en Guanajay pueden mencionarse a los compañeros Lázaro Méndez, Raúl Quesada, Ma. Elena Provedo, Mercedes Velautigoutia, Gregorio y Bernardo Rodríguez, Robert Nelson Cordero y Eduardo Vidal.

Entre las principales tareas que la AJR llevó adelante en Guanajay figuran la organización de los jóvenes que eran seleccionados para partir hacia la Sierra Maestra (cinco picos) y para pasar cursos en la Unión Soviética. Sus miembros estuvieron presentes en todos los frentes creados por la Revolución, en la campaña de alfabetización, en la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias, en los nacientes Órganos de la Seguridad del Estado; siempre orientando y preparando a la juventud para la defensa del país y sus conquistas revolucionarias. De ahí que combatieran en la calle, frente a frente cuantas manifestaciones contrarrevolucionarias se produjeron, y que estuvieran presentes en Playa Girón, para contribuir con su coraje a infringir al imperialismo su primera derrota en América. (9)

A partir del mismo año 59 la dirección de la Revolución y de manera muy especial el propio Fidel, iniciaron un proceso de constitución de organismos políticos y de masas que ejecutaran y apoyaran el conjunto de medidas y leyes revolucionarias que se iban adoptando.

Como consecuencia de ese proceso fueron creados el 29 de septiembre de 1960 los Comités de Defensa de la Revolución en Guanajay. A partir de ese momento los CDR jugaron un papel muy importante en la vida de la localidad, y devinieron en apoyo imprescindible del proceso revolucionario.

La primera Dirección Municipal de los CDR en Guanajay estuvo compuesta por:

  1. Pedro A. Rodríguez Esperón (Coordinador)
  2. Antonio de la Uz Cubilla (sec. Organizador)
  3. Francisco Amador (sec. Propaganda)
  4. Manolo Castillo -abandonó el país- (sec. de Información y Vigilancia).

Esta primera dirección municipal radicó en los altos del bar Yat Club en la calle Maceo hasta el año 1961 en que se trasladó para el Centro Progresista. La primera y más importante tarea de los CDR fue la vigilancia revolucionaria a niveles de zona, manzana, cuadra, fábrica y taller, y en la zona rural a nivel de cooperativas, granjas y bases campesinas.

Apoyaron decididamente cada ley revolucionaria, dieron un aporte primordial en la detección y desmembramiento de actividades contrarrevolucionarias, en la realización de la campaña de alfabetización y la organización de las milicias. (10)

En 1960 existían en Guanajay 4 organizaciones femeninas cuya fusión se produjo el 17 de septiembre para dejar constituida la Federación de Mujeres Cubanas. Esas organizaciones femeninas fueron:

  1. La Unidad Femenina Revolucionaria.

Surgió el 8 de marzo de 1959. Se constituyó en la Sociedad "El progreso" (sociedad para negros) entre los compañeros vinculados al Partido Socialista Popular, y bajo la orientación revolucionaria de éste Partido. Esta sección femenina del PSP se subordinó directamente a la Unidad Femenina Revolucionaria Nacional cuya presidenta fue Clementina Serra. Su directiva era la siguiente:

Nereyda Rodríguez Martínez (Presidenta)

Mirtha Torres (Organizadora)

Julia Gato (Financiera)

Angela Pérez

Mercedes Guzmán (Lula)            Vocales

Mirtha Pérez (Beba)

  1. Sección Femenina del Movimiento 26 de Julio.

Existía desde el 8 de octubre de 1959. En ella participaban todas las compañeras que habían sido combatientes del M-26-7. Funcionaba en los altos del edificio conocido como La Plaza, en el centro de Guanajay. Su directiva era la siguiente:

Gertrudis Hernández Guijarro (Coordinadora)

América Gómez Noa (Finanzas)

Rita Amat (Adoctrinamiento)

Carmen Prieto (Propaganda)

Roselia Arzola -Mara- (Organización)

Dalia Godoy (Organización de Féstejos)

Dra. Mirtha Valladares (Secretaria de Actas)

  1. Sección Femenina del Directorio Revolucionario 13 de Marzo.

Fue creada en los primeros meses del año 1959. Radicó en la calle Aramburu (actual Parque de las Madres). Esta sección femenina fue creada y dirigida por el compañero Angel Eros Sánchez, combatiente del Directorio 13 de marzo y uno de los guanajayenses que participó en el ataque al Palacio Presidencial.

  1. Frente Cívico de Mujeres Martianas.

Existía desde 1958 y jugó su papel en la lucha contra Batista. Estaba dirigido por la compañera Rosa Mier. Su directiva no aceptó unificarse como organización en la FMC, por lo que se disolvió, dejando en libertad a sus integrantes para que, si así lo deseaban, se integraran a la nueva organización que surgía. La inmensa mayoría se integró a la FMC desde el principio.

El común denominador de estas organizaciones había sido el de apoyar plenamente a la Revolución y a todas las medidas que ella fuera tomando. Ahora había llegado el momento de unirse en una sola que continuaría teniendo ese vital objetivo.

El día 17 de septiembre de 1960, a las 2:00 p.m. se produjo en la Sociedad "El Progreso" (calle Zayas e/ Martí y M. Gómez) la constitución de la FMC en Guanajay. Esta reunión fue presidida por la compañera Marina Ascuy.

La primera directiva de la FMC electa en la reunión de constitución fue la siguiente:

Presidenta: Leila Vázquez. Directora del Reclusorio de Mujeres. Procedía del M-26-7.

Vice Presidenta: Gertrudis Hernández. Secretaria de la Administración. Procedía del        M-26-7.

Secretaria de Organización: Nereida Rodríguez. Maestra. Procedía del P.S.P.

Propaganda y Cultura: Rita Amat. Procedía del M-26-7.

Bienestar Social: Roselia Arzola. Procedía del M-26-7.

Activista: Ma. Del Carmen Menéndez. Procedía del M-26-7.

 

Entre las principales tareas que llevó adelante la FMC en Guanajay estuvieron:

Recogida de dinero para la compra de armas y aviones.

Distribución de juguetes en los barrios pobres.

Creación de talleres de corte y costura.

Colaboración con la campaña de alfabetización y con los órganos de seguridad en la lucha contra grupos y bandas contrarrevolucionarias.

La FMC desplegó un importante trabajo social encaminado a la incorporación de la mujer a la Revolución. Se realizaron encuestas para conocer el número de mujeres que querían trabajo, se gestionaron becas y mejoras sociales. Y de vital importancia resultó el papel jugado por la FMC en la incorporación de la mujer a la defensa de la patria. Desde que sólo existían las secciones femeninas comenzó en Guanajay la organización de las milicias entre sus miembros y éste proceso se materializó y cristalizó exitosamente una vez creada la FMC. (11)

Al llegar al poder en 1959, la Revolución encuentra una situación agraria difícil, caracterizada fundamentalmente por la explotación despiadada a que estaban sometidos los pequeños campesinos, los aparceros y los trabajadores agrícolas por parte de los grandes latifundios yanquis y los poderosos terratenientes cubanos.

Al ser firmada la 1ra. Ley de Reforma Agraria, el 17 de mayo de 1959, los tres grandes latifundios que existían en Guanajay fueron severamente perjudicado.

El compañero Ovidio Rodríguez, militante del P.S.P. y colono de la finca San Gabriel, por designación de la ORI, fue el encargado de organizar los listados de los campesinos que se convertirían en propietarios de las tierras que durante años habían cultivado para el lucro de los explotadores. La oficina del INRA que tramitó los primeros títulos de propiedad entregados en Guanajay funcionó en el Guatao.

El primer grupo de campesinos recibieron sus títulos en un acto efectuado en el estadio de Punta Brava, en el que hizo uso de la palabra el compañero José Ramírez Cruz, dirigente durante varios años del campesinado cubano.

La reacción ante esta trascendental medida vino por parte de la llamada Asociación de Colonos de Cuba, que respondía a los intereses de los poderosos. El presidente de esa asociación en éste territorio, nombrado Leopoldo Brito, inició una labor de divisionismo y confusión entre los campesinos. éste individuo, utilizando el fantasma del anticomunismo, que en estos primeros años tenía aún considerable fuerza, y basado en la militancia del P.S.P. que ostentaba el compañero Ovidio Rodríguez, intentó boicotear cuanta reunión fuera convocada por la nueva dirección revolucionaria de los campesinos. En esos intentos fue secundado por Sacarías Pérez, campesino igualmente anticomunista y que contaba con un buen nivel de preparación intelectual.

Sin embargo, sus esfuerzos resultaron vanos, pues los pequeños agricultores, ante la evidencia de las nuevas leyes que tanto los beneficiaban, continuaron consolidando su unidad. En el primer semestre de 1960, bajo la dirección de Ovidio, se instaló en los portales de una quincalla propiedad de Ramón Chill, en el edificio de la Plaza, un buró que comenzó a llevar los asuntos de los pequeños agricultores, tales como las pólizas de seguros, las que por primera vez se vieron libres de los rejuegos capitalistas.

El 17 de mayo de 1961, encabezados por Ovidio, los campesinos Aurelio González, Miguel Fernández y Juan Alberto Brito participaron en el 1er. Congreso Campesino en el Palacio de los Deportes. Allí surgió oficialmente la ANAP.

A partir del surgimiento de esta Asociación se crearon las bases campesinas en todo el territorio guanajayense. La primera base creada fue la "Pedro Julio Esperón" en el barrio San José, y su primer presidente el campesino Paulo Cabrera. En el resto de los barrios y zonas campesinas también se crearon bases. En éste proceso jugaron su papel los campañeros Antonio Hernández (Ñico), Augusto Méndez, Juan Velázquez, Carlos Morales, Consuelo Castro, Tití Costa Velázquez, Silverio Pérez, José Manuel Chill y Segundo Trujillo, entre otros.

El primer presidente de la ANAP en Guanajay fue Ovidio Rodríguez. La oficina fue trasladada hacia un local ubicado en una logia de la calle Martí y posteriormente funcionó en la calle Zayas entre Martí y Agramonte. En los primeros años de la organización del trabajo campesino brindó voluntariamente y sin remuneración alguna sus esfuerzos el compañero Gregorio Rodríguez, quien fue el primer secretario que tuvo la oficina que atendió los asuntos de los campesinos guanajayenses antes del surgimiento de la ANAP y después de constituida esta asociación.

A partir de su creación, la ANAP propició con su trabajo que los campesinos pudieran acogerse a retiro al reconocerle todo el tiempo trabajado. Los pequeños agricultores que sufrían lesiones en su trabajo eran adecuadamente atendidos y se les tramitaba el cobro de su seguro.

En las bases campesinas se fueron creando los CDR, las delegaciones de la FMC y comités de base de las AJR. Esto contribuyó a incorporar al campesinado cada vez más al proceso revolucionario que se desarrollaba, y consolidó la alianza obrero campesina. (12)

Si importante resultó la organización del campesinado a partir de enero de 59, igualmente lo fue el proceso que llevó a la formación en 1962 de la CTC municipal con un ejecutivo profesional encargado de todos los asuntos sindicales de los trabajadores.

Desde antes de 1959 existían en Guanajay 5 sindicatos fuertes, que libraron luchas contra las patronales en aras de la obtención de mejoras salariales y de derechos para sus trabajadores. Esos sindicatos municipales fueron el de Comercio el sindicato Textil y de la aguja, el de la Construcción y sus anexos que agrupaba a los obreros de canteras, mármol y granito, el sindicato del Calzado, Tenería y sus anexos y el Tabacalero que agrupaba a los trabajadores de la escogida, el despalillo y a los torcedores.

Funcionaban también numerosas secciones sindicales que pertenecían a sindicatos territoriales. Esas secciones, que jugaron su papel en la lucha obrera, existieron en centros importantes como la fábrica de conservas de frutas Krafft (su sección sindical pertenecía al sindicato de Hielo y Refrigeración del Oéste) y en el sector de la salud del transporte y de la fabricación de bebidas y licores.

Al producirse el triunfo revolucionario la mayoría de estos sindicatos fueron reestructurados, eliminándose de sus directivas a algunos elementos divisionistas que se habían plegado a los patronos.

Del acta de la asamblea general del Sindicato de la Construcción y sus anexos de Guanajay, efectuados en los primeros meses de 1959, tomamos éste fragmento ilustrativo del trabajo de depuración que se llevó adelante en la mayor parte de los sindicatos:

"Se pasa a la tercera orden del día en la cual el compañero representante del sindicato de Marmolistas y Graniteros hace un informe a los reunidos de la forma divisionista y mujalista que viene desarrollando José R. García Gandull ya que hubo de presentarse en el Ministerio del Trabajo en La Habana con el patrono reaccionario Manuel Carballo Iglesia para confundir a los funcionarios de dicho Ministerio, defendiendo al patrono antes mencionado y atacando a los compañeros de la Federación de la Habana... siendo aprobado de nuevo por las reunidos separar a José R. García Gandull como delegado ante los O.O y patronales del ramo de la Construcción y como delegado en la fábrica de granitos de Guanajay y como obrero del ramo de la construcción por traidor a la clase obrera... (13)

En 1959 por el imperativo de resolver los problemas que se iban presentando entre los trabajadores, entre otros la necesidad de distribuir a los obreros los bienes abandonados por los que salían de Cuba, se designó a dos compañeros: Raúl Palenzuela y Lucilo Victores como los primeros encargados de atender el movimiento obrero. Ellos radicaron en una oficina en los altos del Centro Progresista (actual Circulo Social Obrero).

En 1961 al iniciarse la campaña de Alfabetización en Guanajay, se efectuó en el propio Centro Progresista una reunión con la presentación de los distintos organismos y centros de trabajo a fin de elegir un representante de la clase obrera para trabajar en la campaña. Resultó electo el compañero Joaquín Cruz Caraza. Ese fue un paso más en la estructuración del Secretariado Municipal de la CTC.

Con la existencia de un cuadro profesional y un grupo de compañeros no profesionales se fueron atendiendo las tareas encomendadas y el funcionamiento de las secciones sindicales.

En 1962 se creó un ejecutivo de dos cuadros profesionales, 6 ó 7 compañeros no profesionales y una compañera encargada del cobro de la cuota sindical. Para ese año se habían creado de 25 a 30 nuevas secciones sindicales en los centros de trabajos.

Correo y teléfonos

Hospital

Acopio

Transporte Unidad 23

Granito

Panadería

Lechería

Granja cañera PR-2

Comedor Escolar

Cantera San Gabriel

Mosaicos y bloques

Fábricas de sogas

Gastronomía y servicios

Escogida

Y también en las escuelas y los círculos infantiles de reciente creación:

Marías Cristina Aguilar, José Ramón Martínez, Cepero Bonilla y Carlos Baliño (escuelas primarias), la secundaria Básicas José de La Luz y Caballeros y el círculo infantil José Francisco Costa Velázquez.

Al surgir la CTC oficialmente en 1962 los primeros cuadros profesionales que ostentaron su jefatura fueron los compañeros Raúl Palenzuela y Joaquín Cruz.

Aún antes de su instauración oficial en 1962, los primeros cuadros encargados de orientar las labores sindicales iniciaron un trabajo arduo en la creación de sección sindicales y en la atención de los problemas obreros. A través de la comisión que se encargaba de los bienes malversados se hizo entrega a los trabajadores más necesitados de diversos artículos de primera necesidad.

Se llevó adelante un importante trabajo político con las mujeres trabajadoras para que accedieran a llevar a sus hijos al Circulo Infantil. éste trabajo tuvo que ser intenso y sostenido, pues se luchaba contra la propaganda contrarrevolucionaria que propaló la versión de que los niños que iban a círculos infantiles les serían arrebatados a sus padres y enviados a la Unión Soviética.

El movimiento obrero jugó un rol importante en la ejecución de las grandes tareas de la Revolución y ejemplo claro de ello fue la Campaña de Alfabetización donde se colaboró en la búsqueda de maestros y analfabetos, así como en la ubicación y la garantía de la seguridad de los alfabetizadores.

En la creación de las milicias obreras primero, y luego de las Milicias Nacionales Revolucionarias, y garantizando la presencia de los obreros milicianos en los distintos acuartelamientos y movilizaciones de los primeros años de Revolución. En los acuartelamientos de diciembre de 1960, de abril de 1961 (cuando se produjo el ataque a Playa Girón) y durante la Crisis de Octubre en 1962.

Llevó adelante el trabajo voluntario, algo nuevo que apareció ante los trabajadores y cuyo principal creador fue el Che. Y fue motor importante en las movilizaciones obreras hacia las zafras del pueblo, tarea vital de nuestra economía. (14)

Todas las conquistas que la Revolución iba obteniendo y la existencia misma de nuestro proceso revolucionario comenzaron a ser tempranamente amenazados por el imperialismo.

Los Estados Unidos, enemigos históricos de nuestra independencia, temerosos de ver a Cuba dirigir por si misma sus destinos por primera vez, y molestos ante las acciones de soberanía y antingerenismo, iniciaron una etapa caracterizada por las acciones agresivas contra nuestro país.

En virtud de ello suministraron armas y pertrechos a aquellos individuos que en Cuba estuvieran descontentos con la política de la Revolución, y pudieran convertirse en instrumentos al servicio de la CIA, principal gestora de esas agresiones y de la creación de bandas contrarrevolucionarias en nuestro territorio.

En Guanajay pudo palparse con claridad desde 1960 esta política agresiva. Utilizando a ex-casquitos de la tiranía, a elementos pequeño burgueses y a personas afectadas por las leyes revolucionarias, la CIA logró instrumentar en éste territorio a varios grupos compuestos además por obreros y campesinos ideológicamente confundidos.

La organización contrarrevolucionaria denominada la "Rosa Blanca" contó en Guanajay con varios miembros. Distribuyeron abundante propaganda enemiga y quemaron caña desde el callejón de Miñau hasta el barrio Jabaco. Planificaron un atentado contra el compañero Manuel Santurio Rivera, jefe del entonces DIFAR (Departamento de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias). Esta intentona fue descubierta y frustrada por los miembros del propio órgano de seguridad.

En el año 1960 intentaron junto a otros elementos que habían pertenecido al Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de julio salir a las calles con calderos. Esta maniobra fue igualmente frustrada por los órganos de seguridad.

A la Rosa Blanca estuvieron vinculados también algunos miembros de la Juventud Católica de Guanajay. El jefe de esta organización en el municipio fue un individuo de apellido Barrios.

El denominado Ejército de Liberación Nacional tuvo numerosos guanajayenses reclutados. Su actividad principal fue la venta de bonos. Realizaron además una intensa labor de proselitismo. Su jefe en éste territorio fue Santos Pérez (Pichín).

El Movimiento de Recuperación Revolucionaria. El número de reclutados de esta organización fue grande. Intentaron paralizar el transporte de las guaguas Skoda para sembrar el terror en la zona. Intentaron además quemar la planta eléctrica y el teatro Vicente Mora. Recogieron entre sus miembros abundante dinero.

Frente unido occidental (FUO). El objetivo fundamental de esta organización fue de crear un frente guerrillero, tuvo muchos miembros de diferentes municipios de esta zona, pero en Guanajay sólo contaron con dos individuos. éste frente sólo estuvo en fase de preparación en una zona cercana al Bario de Zayas.

Acción Nacional Anticomunista (ANA). Aunque esta organización sólo existió en Ciudad de La Habana, en Guanajay tuvo un coordinador: Joe Paloca y se repartió abundante propaganda.

GILA. éste grupo contrarrevolucionario existió en Guanajay, Artemisa y Quiebra Hacha. Su coordinador fue un ex-casquito de Quiebra Hacha que residía en Guanajay.

Los Troskistas. Actuaron como quinta columna dentro de la Revolución. Mantuvieron una actitud muy crítica con respecto a todo el accionar revolucionario. Repartieron de forma discreta abundante propaganda escrita. Fueron visitados en Guanajay por un ciudadano argentino, jefe del grupo de troskistas a nivel mundial.

"Cuba libre". Fue sin dudas, la organización contrarrevolucionaria más agresiva. Surgió en Artemisa donde radicó la jefatura de la zona. Su primer jefe fue José Hernández Mandín (Pepucho) y el último Enrique Cruz (el gago), conductor de la ruta 35, quien fue fusilado por la justicia revolucionaria. Esta organización creó, armó y abasteció bandas. Existió hasta 1964 aproximadamente.

Bandas Armadas

La primera banda armada que tuvo relación con Guanajay fue la conocida como "Los Bandidos de Cartelo". Esta banda planeó el robo de las armas de la cárcel para llevarlas hacia la Loma del Toro en San Cristóbal, lugar donde planeaban un alzamiento. En su casi totalidad los integrantes de éste grupo eran campesinos confundidos que después de ser detenidos, se les explicó qué era la Revolución y se les puso en libertad. La banda fue desactivada por los compañeros Fermín Zamora, el eléctrico y Manuel Santurio.

El 3 de abril de 1961 se produjo el alzamiento de un grupo de individuos en la zona de Artemisa. Eran capitaneados por un ex Primer Teniente del Ejército Rebelde nombrado Orlando González Martínez. Esta fue la primera banda creada y armada por la organización contrarrevolucionaria "Cuba Libre". Con anterioridad al alzamiento ese grupo recibió un alijo de armas y explosivos por la finca Júpiter del barrio Guanímar, propiedad de José Hernández Mandín (Pepucho), jefe de "Cuba Libre".

Esas armas fueron lanzadas por un avión de guerra y transporte de B-25 y entre ellas había C-3, bombas demoledoras de 5,10 y 20 libras, sacos de granadas de mano, fusiles M-3, M-1, Grand y ametralladoras Browling calibre 30.

Parte de ese armamento fue trasladado hacia la finca "Lima", propiedad de José Hernández (Pepe), padre de Pepucho. Aquí fueron escondidas dentro de un cuadro de caña.

El día 4 de abril enterraron las armas en la finca "Santa Rosa", del lugar conocido como hoyo del cafetal en Cayajabos y se desalzaron. Días después del ataque a playa Girón volvieron a alzarse en la misma zona y bajo la misma discreción.

Lograron reclutar a un buen número de dueños de fincas, bodegas y a otros elementos que ya despuntaban como enemigos de la revolución en los barrios de Cabríales, Jobo y Jabaco. Estos elementos prestaron ayuda en el suministro de alimentos, calzado y ropa, así como en la información del movimiento de las fuerzas revolucionarias.

En una cooperación que tuvo lugar en Magín contra esta banda resultó muerto su segundo jefe Bienvenido Machado. Aquí se desalzó el hasta entonces jefe principal Orlando González y pasó a ocupar su puesto Israel García Díaz (Tití).

Entre las fechorías cometidas por éste grupo de maleantes estuvieron la quema de caña, el tiroteo a una guagua de la ruta 35 en la curva de Castellanos (entre Guanajay y Artemisa) y el asalto al domicilio del campesino Francisco Rodríguez (Panchito) en la finca Santico (Jobo) donde robaron varios fusiles que eran utilizados en la guardia de las milicias campesinas.

En su intento por sembrar el terror y amedrentar a los revolucionarios ese grupo asesinó en Las Cañas a la madre de un miliciano, y se dio además a la tarea de intimidar a los alfabetizadores que en toda la zona rural de Guanajay llevaban la luz de la enseñanza a los analfabetos.

En el lugar conocido como la Roncha donde había un matadero ametrallaron una perseguidora. Ante la agresividad de esta banda, fuerzas combinadas del Ejército Rebelde, el Buró de Bandas y el Departamento de Seguridad del Estado iniciaron una fuerte ofensiva para destruirla.

En un enfrentamiento que tuvo lugar en Puerta de la Güira, Tití resultó herido en un pie y fue posteriormente capturado en el reparto Nuevo Eléctrico en La Habana. Denunció a todos los colaboradores de su banda. éste individuo fue juzgado y fusilado por su participación en el asesinato de la madre del miliciano.

Sin embargo, la captura y ajusticiamiento de su jefe, no significó el fin de la banda, que quedó bajo las órdenes de Francisco Robaina (Machete) y creció en miembros.

El nuevo jefe dividió la banda en 5 grupos que operaban bajo su mando en distintas zonas de Guanajay y otros municipios de la antigua provincia de Pinar del Río. Esta estrategia tenía como objetivo disminuir la presión que sobre ellos ejercían las fuerzas revolucionarias.

El grupo bajo sus órdenes directas, tuvo en el Jobo un enfrentamiento con las tropas de lucha contra bandidos, pero lograron escapar. En ese barrio Machete contó con numerosos colaboradores, entre ellos el conocido como Tréstelera y una mujer nombrada Mercedes, quien era además su amante.

Otro grupo comandado por Noel Domínguez Noa (Escaparate) fue eliminado en Las Cañas, a través del trabajo de un infiltrado del G-2. Allí fueron liquidados 7 alzados, entre ellos el propio Escaparate. En esa acción cayó combatiendo el teniente del Ejército Rebelde Eduardo Rosabal, abatido por los disparos del ex-casquito y segundo jefe del grupo Lázaro Valdés, quien también resultó muerto.

En homenaje a Rosabal se creó una patrulla de milicias a caballo que llevó su nombre, y que contribuyó con su valentía y trabajo de vigilancia al exterminio de esta banda. Esta patrulla tuvo como jefe al compañero Lino Antonio Tamayo (Mayayo).

El segundo grupo dirigido por Ramón Fernández (Candela) fue eliminado en una acción que se produjo en el entronque de Cowley. Allí cayeron en una emboscada tendida por el G-2. murieron 8 alzados.

La tercera fracción estaba dirigida por Rafael García Díaz (Felo), quien resultó muerto en un encuentro con las tropas revolucionarias en el lugar conocido como Corojal. El resto del grupo dirigido por Domingo García (Mingo) se asiló en una embajada.

El cuarto grupo comandado por un individuo de la finca "Toscano", ante la inminencia de su captura, enterraron las armas y se asilaron en una embajada.

Por su parte, el 5to. grupo capitaneado por el propio Machete logró llegar hasta Consolación del Sur. En su recorrido asesinó en Los Palacios al miliciano Dionisio Chirino. En la actual granja Capitán Tomás, se llevó a cabo un fuerte operativo compuesto por tropas de lucha contra bandidos y el G-2. En ese grupo participaron numerosos combatientes guanajayenses.

Allí se destruyó el último reducto de la banda. Machete resultó muerto. Otros alzados como los conocidos por Bemba, López, Marinero (éste era de Guanajay) y el boxeador fueron fusilados por los crímenes cometidos.

A principio del mes de junio de 1963 se conoció del alzamiento de varios elementos residentes en el barrio Cabriales. Esta nueva banda fue creada y armada también por la organización denominada "Cuba Libre", tuvo como jefe a Guillermo Pacheco Calero, y como segundo a Diómedes Hernández Falero. Comenzó a operar en la zona de Leiva y la Manuela. Tuvo numerosos colaboradores en los barrios de Jobo y Noroña y extendió su accionar hasta Caimito.

Con la complicidad de un elemento nombrado Osvaldo Placeres conocido por El Niño, que trabajaba en el batey de la finca Noroña, asaltaron un pequeño cuartel de milicias campesinas y se apoderaron de los fusiles que allí existían.

En la noche del 23 de octubre de 1963 interceptaron una patrulla campesina compuesta por los revolucionarios Vicente Pérez Noa y su suegro. Asesinaron a Pérez Noa pero su suegro logró herir a uno de los bandidos, a Diómedes, segundo jefe de la banda quien fue posteriormente rematado por el resto de los bandidos. Estos hechos ocurrieron muy cerca del poblado de Ceiba del Agua.

Al conocerse del asesinato de éste campesino, se inició un gran operativo por parte del D-S-E con el apoyo del Ejército Rebelde, cuyos efectivos estaban bajo las órdenes del Comandante Oscar Fernández Mell.

El día 25 concluyeron las operaciones con la captura de dos bandidos y la ocupación de las armas y pertrechos de la banda. Posteriormente y con la colaboración del D - S - E de Ciudad de La Habana se procedió a capturar a Placeres cuando era conducido a una embajada que le concedería asilo.

Días después fue ubicado y detenido en la Quintica (San Antonio de los Baños) Guillermo Pacheco quien fue fusilado por el asesinato de Pérez Noa. De éste modo quedo exterminado la última banda que existió en éste territorio.

Al hablar de lucha contra bandidos no puede dejar de mencionarse la enorme contribución que el pueblo guanajayense hizo en la erradicación del bandidismo en esta zona; y en la lucha contra infiltraciones de la CIA, salidas ilegales y otros hechos de origen contrarrevolucionario en todo el territorio de la antigua provincia de Pinar del Río.

La labor de los órganos de la seguridad de éste municipio no hubiera sido posible sin la cooperación de los CDR, las milicias revolucionarias y la FMC entre otras. Más de 150 guanajayenses tomaron parte directa en operaciones de cercos, enfrentamiento y liquidación de bandidos. (15)

Al producirse la huida de Batista, el Ejército Rebelde tomó el mando del país. A Guanajay llegó la Columna No. 2 "Ciro Redondo" que habían combatido en la Cordillera de los Órganos y que pertenecía a la fuerza rebelde que dirigía el Comandante Dermidio Escalona.

Al frente de esa columna estaba Rogelio Payret Silvera (Comandante Claudio). Como segundo jefe René Somoano Calle (Capitán El Gallego), y componían además la jefatura los Tenientes Rito Gómez e Irineo Crespo. La jefatura del Ejército Rebelde radicó en los primeros meses en el antiguo cuartel de la tiranía.

Entre las primeras tareas que desplegó el Ejército Rebelde en el territorio, estuvo la organización de la defensa y la creación de otros organismos que perfeccionaron el sistema de vigilancia y protección de los intereses del pueblo y su Revolución. De esta forma, surgieron de las filas de los combatientes rebeldes los fundadores de la Policía Nacional Revolucionaria en Guanajay.

La PNR se creó entre los meses de febrero y marzo. Se escogieron entre los combatientes a 18 o 20 compañeros para integrar sus filas. El comandante José Ponce Díaz, que fue el primer jefe de la PNR en la provincia de Pinar del Río, fue el organizador de éste cuerpo en Guanajay.

La primera jefatura fue la siguiente:

Jefe: Capitán Moisés González González.

Segundo jefe: Teniente Eduardo Fuentes Eismendis.

Tercer jefe: Sargento de Primera Enrique Armas Deloso. Y los cabos Sandalio Cheda Domínguez y Osmil Somoano Calle.

Esta nueva jefatura de la PNR no conocía el funcionamiento ni el manejo de una unidad de policía por lo que se hizo necesario utilizar la experiencia de tres entrenadores, tres policías del antiguo régimen que no tuvieron vínculos con torturas, abusos ni crímenes contra el pueblo. La primera unidad de la PNR después de 1959, radicó en la intersección de las calles Martí y Zayas.

Las tareas primordiales de la naciente policía revolucionaria fueron la preservación del orden público y la vigilancia. En coordinación con las milicias y los órganos de la Seguridad del Estado, la policía guanajayense participó en numerosas operaciones contra bandas contrarrevolucionarias y elementos al servicio del imperialismo.

De igual forma la PNR participó en los entrenamientos a los batallones de milicias que se iban creando. (16)

Desde los primeros días del triunfo revolucionario, en Guanajay existieron y funcionaron con eficacia los órganos de seguridad, que permitieron en los primeros años la detección, ubicación, y las acciones precisas contra las organizaciones contrarrevolucionarias, las bandas de alzados y cualquier tipo de acción enemiga que atentara contra la seguridad de nuestro país.

El primer órgano de seguridad que existió fue el DIER (Departamento de Inteligencia del Ejército Rebelde). éste departamento había surgido en la Sierra Maestra durante la lucha contra Batista, y funcionó hasta mediados de 1959 aproximadamente. Su jefe en éste municipio fue el compañero Jacobo Pérez Camejo.

Se creó luego el DIFAR (Departamento de Información de las Fuerzas Armadas Revolucionarias). éste organismo de seguridad funcionó el local que antes ocupó el Club 19. Más tarde se trasladó a un local en los altos del edificio La Plaza. La labor del DIFAR tenía dos vertientes:

  1. el trabajo secreto
  2. el trabajo operativo

El jefe de éste departamento en Guanajay fue el compañero Manuel Santurio Rivera.

Con posterioridad surgió el G-2 cuyos jefes fueron los compañeros Manuel Santurio Rivera, Fernando Rodríguez Esperón y José Fernández Carpio. Por último, nace éste D.S.E. (Departamento de Seguridad del Estado) cuyo jefe fue Manuel Santurio Rivera.

Teniendo en cuenta que los municipios de Guanajay y Artemisa se habían convertido en la zona principal de acciones de la banda de Francisco Robaina (Machete), la jefatura del DSE en la provincia de Pinar del Río decidió trasladar para Guanajay el Buró de Bandas del DSE, cuyo jefe fue el compañero Amado Valdés González.

Esa jefatura radicó en la ave. 99 No. 9202 e /92 y 94. Desde allí se trabajaba en la ubicación de los bandidos, de su territorio de acción, de sus colaboradores y de sus formas de suministro. Allí se efectuaron las coordinaciones con los grupos de lucha contra bandidos y otros organismos. éste fue además el punto de recepción de bandidos y colaboradores capturados.

El jefe del DSE en la provincia de Pinar del Río fue en los primeros años el Capitán Antonio Llibre Artigas. Más tarde ocupó ese cargo el Capitán Eliseo Reyes Rodríguez (San Luis). Ambos jefes trabajaron estrechamente vinculados a los combatientes guanajayenses.(17)

Antes de que se produjera la constitución oficial de las Milicias Nacionales Revolucionarias en Guanajay, se había iniciado un proceso de formación de milicias obreras en los principales centros de trabajo a través de las secciones sindicales. De igual forma entre las secciones femeninas del M-26-7 del Directorio Revolucionario y del PSP había comenzado la formación de milicianas para defender las conquistas revolucionarias. Los miembros del Directorio Revolucionario crearon también sus propias milicias.

El pionero de los sindicatos guanajayenses en crear su milicia obrera fue el sindicato del Calzado, Tenería y sus anexos. En marzo de 1960 crearon una compañía mixta compuesta por cuatro mujeres y unos 43 hombres aproximadamente, cuyo jefe fue Juan Pérez Quintana (el Isleño) quien era el secretario general de ese sindicato municipal.

En la misma semana se les unió el sindicato de la construcción con sus trabajadores; en abril del 60 el sindicato del Comercio e inmediatamente después el sindicato de los tabacaleros que formó milicias en la escogida y el despalillo.

Las secciones sindicales de transporte, de la fábrica de conservas Krafft y de la Cuban Cordage (fábrica de sogas) organizaron también sus milicias obreras.

De igual forma los campesinos constituyeron sus milicias en los barrios de Noroña, Chacón, Jobo, San Francisco y Jabaco. Su objetivo fundamental fue el de vigilar sus tierras, para impedir que la contra revolución que ya enseñaba sus uñas, quemara sus cañaverales y fomentara el terror en los campos.

El primero de mayo de 1960 Guanajay fue un gran abanico de colores, pues en su desfile obrero y campesinos cada milicia obrera y campesina creada desfiló con sus propios uniformes.

Las primeras clases militares que recibieron esos obreros y campesinos fueron impartidas por dos miembros de la Marina, el alférez Fumero y Bernardo Marcos.

Con fecha 5 de febrero de 1960, Gertrudis H. Guijarro, presidenta de la sección femenina del 26 de julio, solicitó a la Academia Naval del Mariel instructores militares para que dieran entrenamiento a los compañeros agrupados, que según la carta de solicitud sobrepasaba el número de 100. (18)

Las primeras marchas se hacían frente a los centros de trabajo y en las calles principales del pueblo. Se dieron clases de instrucción militar en la Academia Naval del Mariel y en los patios del Círculo Social y la Colonia Española.

En septiembre de 1960 un grupo de compañeros que habían estado directamente vinculados a la formación de las milicias obreras y campesinas fueron seleccionados para recibir un curso como tenientes de milicias en una escuela que se creó en la base aérea de S. Julián, Pinar del Río. Esos compañeros fueron:

Joaquín Cordero (de las milicias campesinas de Noroña)

Carlos Fariñas (de la Tenería de Guanajay)

Santiago Marrero (Secretario del Sindicato del Transporte)

Gregorio de Jesús González (de la Cuban Cordage)

Enrique Morón (Secretario del Sindicato de Comercio)

Eduardo Esperón (de la Krafft)

Juan Pérez Quintana (Secretario del Sindicato del Calzado)

Nazario González (de las milicias campesinas de Chacón)

Mientras cursaban su escuela, estos compañeros combatieron en la lucha contra bandidos en la Cordillera de los Órganos y en la captura de infiltrados enemigos por las costas norte y sur de la provincia de Pinar del Río.

En octubre de 1960 llegó a Guanajay el cabo Duarte, enviado por el Ejército Rebelde a crear las Milicias Nacionales Revolucionarias. Duarte instaló su oficina del MNR en el local que antes había ocupado la AJR. Allí dio inicio todo el proceso de inscripción y emplantillamiento de milicianos. En ese momento desaparecen las milicias de cada sindicato y sección femenina para fundirse en una sola milicia, que comenzó a crear sus compañías y pelotones.

Entre las compañeras fueron escogidas un grupo de 39 para formar parte del Batallón Especial "Lidia Doce". Esas compañeras partieron de Guanajay el día 20 de noviembre de 1960. Fueron concentradas en el estadio universitario y de allí fueron en caminata hasta la antigua Beneficencia. Realizaron luego una larga travesía, también a pie, hasta Bacuranao, y más tarde fueron trasladadas hacia Río Cristal.

éste batallón especial jugó un papel importante en la incorporación de la mujer a la defensa de la patria, y fue una escuela rígida pero eficaz para la formación de cuadros femeninos. (19)

Al regresar de San Julián como Tenientes de Milicias, a los compañeros graduados allí se les asignaron nuevas misiones. Juan Pérez Quintana y Nazario González fueron designados primero y segundo jefes de milicias en Guanajay respectivamente. Trasladaron el Estado Mayor de Milicias hacia la fábrica de sogas (hoy fábrica de Calzado). El resto de los tenientes de milicias pasaron a ser jefes de compañía. Fueron creadas y emplantilladas 5 compañías de milicias, 3 de hombres, una de mujeres y una de jóvenes rebeldes. Guanajay no tuvo nunca batallón propio constituido.

Al inicio de creadas las MNR, la dirección de Guanajay se subordinó a la jefatura del Ejército Rebelde en Pinar del Río que era ostentada por el comandante Dermidio Escalona y más directamente al capitán Pablo Ribalta Pérez, jefe del escuela de milicias de S. Julián. Más tarde Guanajay pasó a formar parte del sector 4 de provincia Habana, cuyo jefe era el Comandante Osmani Cienfuegos. Los milicianos del municipio formaron parte de distintos batallones que se fueron creando con hombres de Bauta, Caímito, Punta Brava y Playa. Esos batallones fueron el 120, el 132 y el 167.

Todos esos milicianos tenían que participar previamente en la caminata del los 62 Kms. y en las escuelas de milicias de Kukine y La Chorrera.

Formando parte de esos batallones de milicias, los guanajayenses participaron en tareas vitales como la limpia del Escambray (el 167 y el 120) y en los combates de Girón (el 120). Por su parte, durante la agresión mercenaria el batallón 132 se quedó atrincherado en el litoral habanero. El resto de los milicianos guanajayenses fueron movilizados en el Henequén, en la Loma de la Jutía y en el Esperón. (20)

En el año 1963 el municipio de Guanajay mostraba avances en la organización del campesinado y de sus producciones. De igual forma sus industrias tenían bien delimitadas sus objetivos productivos futuros. Y en lo social, la educación, la cultura, la salud pública, y el deporte mostraba avances evidentes.

En ese año 63 la ANAP municipal contaba con 388 agricultores pequeños, agrupados en 11 asociaciones campesinas con un área total de 491.65 caballerías de tierra, que representaban el 58% de las tierras. Existían además 21 agricultores pequeños asociados en un área de 28.00 caballerías de tierra.

La producción básica continuó siendo la caña de azúcar y existía además considerable obtención de leche.

Las principales industrias de Guanajay en el 63 era la tenería José Ramón Martínez, como un total de 72 obreros y una producción de 14.392 metros cuadrados de piel mensuales.

La fábrica de vinos y licores José Francisco Costa Velázquez con 25 obreros y una producción de 45.00 litros mensuales.

La fábrica de calzado José Ramón Martínez donde laboraban 75 obreros. Su producción era 3.150 pares de botas militares y 2.520 pares de botas mineras al mes.

El establecimiento Carlos Marx de la empresa de canteras, asfalto y sus anexos. En ese centro laboraban 226 obreros, 223 hombres y 3 mujeres. La producción trimestral de ese establecimiento incluía la extracción y molienda de rajón de piedra que se convertiría en 45000 metros de piedra para hormigón, 4000 metros de polar de piedras, 2500 metros de granito de mármol y 400 metros de polvo de mármol.

La fábrica de conservas de frutas y vegetales Antonio Maceo. Esta unidad contaba con 225 obreros. Su producción era 14.239 cajas de cóctel de frutas y 11.524 vasos de jugo al mes.

Las estructuras sociales mostraban avances organizativos. El INDER contaba con un responsable municipal y un consejo de voluntarios. Contaba para desarrollar sus actividades con el Círculo Social Obrero. Puso en práctica deportes como el ciclismo, el voleibol, el baloncesto, el ping-pong, el judo y la pelota.

Cultura contaba con un coordinador y un responsable de Círculos. Se creó un grupo de teatro, un coro y dos grupos de artes plásticas y artesanía. La labor cultural no se reducía sólo al área urbana, sino que llegaba también al área rural.

En cuanto a la salud pública, en 1963 se habían llevado a cabo campañas de vacunación masiva antipolio y antitetánica. Además se realizaron vacunaciones contra la difteria y la tosferina.

En el hospital José Ramón Martínez laboraban 167 obreros, de ellos 19 médicos y se realizaban anualmente un total de 39452 consultas médicas y 2388 partos.

éste hospital atendía enfermos de los municipios de Guanajay, Artemisa, Candelaria, San Cristóbal, Mariel y Cabañas.

El Departamento de Educación Municipal contaba con un total de 21 escuelas con 31 aulas en el área rural (antes en 1959 sólo existían 19 escuelas con 26 aulas).

En el área urbana se contaba con 8 escuelas como 71 aulas. De ellas 3 habían sido creadas por la Revolución.

Existía además una biblioteca infantil dotada de libros, cuadernos y equipos propios que facilitaban la lectura y el aprendizaje de los educandos.

La Secundaria Básica, ubicada en el antiguo cuartel de la tiranía contaba con archivos, laboratorios, talleres, biblioteca y un pequeño museo.

Existía además una Escuela de Secretariado con una matrícula de 125 alumnos y una Secundaria Obrera (nocturna).

En cuanto a la operación ideológica, existían dos escuelas de instrucción revolucionaria (EBIR), una nocturna: "Carlos López Peñalver", y la otra interna: "Carlos Rodríguez Careaga". A la última asistieron alumnos de varios municipios y en ella se conjugó la superación con el trabajo productivo, pues contaba con una extensión de tierra que era cultivada por sus alumnos. (19)

El día 5 de octubre de 1965 se constituyó la Regional Artemisa de la cual pasó a formar parte el municipio de Guanajay.

En una asamblea masiva con todos los trabajadores que se efectuó en el Círculo Social Obrero, el compañero Pablo Díaz Mandín, Presidente de la Regional, informó que la Dirección de la Administración Municipal quedaba integrada por los siguientes compañeros:

-Pedro Barata Masot (Secretario)

-Gilberto Alonso Iglesias (Servicios Comunales)

-José Martínez Cruz (Producción y Servicios)

-Orlando Soto Farrat (Servicios Generales y Administrativos)

-Alberto García Chill (Construcción)

Por otra parte, el año 1965 fue también testigo de la constitución del Partido Comunista de Cuba en Guanajay. El pequeño periódico local "El Voluntario da cuenta de la asamblea en lo que se eligió al Comité Municipal del Partido, que fue presidida por Jorge Gallardo Secretario del Comité Regional del Partido.

Esa asamblea se efectuó el 24 de octubre en la Casa de la Cultura,  y el Comité del Partido electo fue el siguiente:

Santiago Marrero - secretario General

Mateo Suárez - Organizador

Elisa Cabrera - COR y Educación

Roberto Chill - Comisión COR

Joaquín Cruz - Comisión Educación

Pablo Carpio - Comisión COR

José Yanes - Comisión COR

Paulino Mojena - Comisión Económica

Martín Costa Velazquez -Comisión Económica

Guillermo Palmera - Comisión Económica

Pedro Barata - Comisión Económica (22)

En esa misma asamblea, con la presencia de todos los militantes, se eligió al compañero Pedro Barata para presidir el Poder Local de la Administración del Estado. El Cuadro de Dirección del Poder Local quedó integrado de la siguiente forma:

Pedro Barata - Presidente

Pablo Carpio - Secretario

José A. Martínez - Comercio

Gilberto Alonso - Servicios Comunales.

El 17 de julio de 1966, nueve meses después de existir las regionales y por orientación de Fidel, se celebró la primera asamblea del pueblo para rendir cuentas al mismo del trabajo realizado.

Allí se explicó pormenorizadamente todo lo que se había construido, las obras sociales que se habían puesto a disposición del pueblo y el funcionamiento de todas las unidades que brindaban servicio a la población. En esa fecha el Poder Local contaba con 319 obreros en sus distintos departamentos.

Siguiendo las orientaciones superiores fueron elegidos 28 delegados del poder local en diferentes zonas y centros de trabajo. Esos delegados integraron a su vez las comisiones de trabajo siguientes: Construcción, Propaganda y Féstejos, Prestación de Servicios, Atención a Zonas Campesinas, Contabilidad e Ingresos, Cultura y Deportes, Servicios Comunales, Divulgación.

Esas comisiones realizaban numerosas tareas, que ayudaban al buen desenvolvimiento del administración local.

Los delegados electos por las distintas zonas de los CDR fueron:

-Armando Ross Martínez (zona No.1)

-Ovidio Rodríguez Cuesta (zona No.2)

-José R. García Gamón (zona No.3)

-Emilia Sánchez (zona No.4)

-Florencio García Chill (zona No.5)

-Alberto Noa Calvo (zona No.6)

-Ramón Ortega Ordaz (zona No.7)

-Alfonso Victores (zona No.13)

-José Crespo Torres (zona No.15)

-Saturnino Pérez García (zona No.16)

-Fidencio Llanes (zona No.18)

Delegados por centros de trabajo:

-Miguel A. Pérez (Unidad 23 de ómnibus)

-Rigoberto Leal (Unidad 23 de ómnibus)

-Luis Pedroso (Calzado)

-Reynaldo Hernández (Tenería)

-Ledimiro González (Carburo)

-Eusebio Linares (Carburo)

-Mario Pinillo (Calzado)

-Amelia Pérez (Confecciones)

-Alberto Cabrera (Contrucción)

-Andrés Villa (Hospital)

-Francisco Torrens (Hospital)

-Antonio E. Acosta (Hospital)

En octubre de 1966 fue nombrado Presidente del Poder Local Municipal Ortelio Socarrás Costa.

En enero de 1967 el Poder Local asumió la responsabilidad de la entrega de viviendas. De inmediato se nombró una comisión integrada por los presidentes de cada zona del municipio (que eran al mismo tiempo delegados del Poder Local) y un compañero en representación de la CTC.

Presidida dicha comisión Reynaldo Hernández, delegado por la Tenería.

En septiembre de 1967 la Administración Municipal edita un folleto donde rinde cuentas al pueblo de las gestiones locales durante el período de gobierno. En ese informe resaltan la reparación de 94 viviendas y la construcción de 19, el embellecimiento de las entradas del municipio, el incremento de las áreas verdes, la construcción de una tienda mixta en el barrio Jabaco, de 3 casitas para panaderos, 3 puentes y 5 escuelas.

A principios de 1968 éste municipio pasa (con nuestra Regional) a formar parte de la provincia de La Habana.

El 8 de diciembre de 1976 el Comité Provincial del Partido en La Habana editó un Boletín Especial de información al militante, anunciando la constitución de los buroes municipales del Partido en las nuevas Provincias Ciudad de La Habana y La Habana. En su primer párrafo el Boletín expresa:

"Esta nueva Dirección Político - administrativa acordada por nuestra Primer Congreso del Partido estableció la desaparición del nivel regional como instancia de dirección intermedia y dio lugar a la aparición de 14 nuevas provincias y de 169 municipios en todo el país". (23)

El buró Municipal del Partido en Guanajay quedó integrado del siguiente modo:

Pedro Meleans Osorio        - Primer Secretario

Juan Francisco Gutiérrez    - Segundo Secretario.

Miembros del Buró:

Ortelio Socarrás Costa

Gladys Pérez Quintero

Roberto Barbón Rodríguez

Félix Domínguez Batista                             

Oréstes Pérez Figueroa                                

Ángel Marrero Morales

Antonio Quintero García

 

Referencias

 

  • Boletín "Al pueblo de Guanajay". Imprenta Heraldo. Guanajay. Archivo privado de Narciso Sánchez. Guanajay
  • Boletín emitido por Orlando Díaz Pío, Comisionado Municipal de Guanajay, provincia de Pinar del Río. Imprenta Saavedra Céspedes 80. Guanajay. Archivo privado de Narciso Sánchez.
  • Apuntes relacionados con las primeras administraciones municipales de Guanajay. Por Gertrudis Hernández Guijarro. julio 27- 1973. Archivo privado.
  • Testimonios de Lucilo Victores y Norma Vázquez. Documentación existente en la Dirección Municipal de la Vivienda. Guanajay.
  • Testimonio del Dr. José Virgilio Moreno González. Guanajay.
  • Informe de rendición de cuentas de la Asamblea Municipal de Guanajay a la Asamblea Provincial del Poder Popular en mayo de 1986. Archivo privado de Narciso Sánchez.
  • Apuntes relacionados con las primeras administraciones municipales de Guanajay. Por Gertrudis Hernández Guijarro. julio 27- 1973. Archivo privado.
  • Testimonios de Oscar Travieso, Narciso Sánchez, Coralia Elisalde, Berta Martínez y José V. Moreno. Periódico "El Socialista", año 2. Pinar del Río, martes 16 de julio de 1963. Página 1.
  • Consejo municipal de Educación Guanajay. Cuaderno relativo a las memorias de la Campaña de Alfabetización. Archivo privado de América de Moya. Guanajay.
  • Testimonios de Venancio Fariñas, Antonio Provedo y América de Moya.
  • Testimonios de René Quesada y Bernardino Rodríguez.
  • Testimonio de Pedro A. Rodríguez Esperón. Guanajay.
  • Libro de actas de la Sección Femenina del 26 de julio. Gertrudis Hernández. Archivo privado.
  • Cartas y documentas del Comité Unidad Femenina Revolucionaria. Nereida Rodríguez. Archivo privado.
  • Testimonios de: Gertrudis Hernández, Nereida Rodríguez, Julia Gato, Ángela Fernández y Rita Martínez.
  • Testimonios de Miguel Fernández y Gregorio Rodríguez. Guanajay.
  • Tomado de un acta del Sindicato del Ramo de la Construcción y sus anexos. Guanajay. Emilio Carballo. Archivo privado.
  • Testimonio de Joaquín Cruz Caraza.
  • Monografía "Apoyo de los incipientes órganos del MININT a la lucha contra bandidos". PCC Municipal. Guanajay.
  •  Testimonios de: Manuel Santurio, José Fernández Carpio y Fernando Rodríguez   Esperón.
  • Testimonios de Pedro Rodríguez Esperón y Enrique Armas Deloso. Guanajay.
  • Testimonios de: Manuel Santurio y José Fernández Carpio.
  • Cartas y documentos de la Sección Femenina del 26 de julio. Archivo de Gertrudis Hernández.
  • Síntesis histórica del Batallón de Milicias Femeninas "Lidia Doce". Archivo de Julia Pestana.
  • Testimonios de: Gertrudis Hernández, Juan Pérez Quintana, Julia Pestana, Nereida Rodríguez, Enrique Morón, Santiago Marrero y Lucilo Victores.
  • Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Informe y plan de trabajo. Municipal Guanajay. Año de la organización. Regional Artemisa- Guanajay- Mariel. Archivo de Narciso Sánchez.
  • Periódico local "El Voluntario". Noviembre 5 de 1965. Archivo del Museo Municipal Carlos Baliño.
  • Información al Militante. Boletín Especial. 8 de diciembre de 1976. Año del XX Aniversario del Granma. No. 75.
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